𝗢𝗺𝗲𝗴𝗮 𝟮: 𝘚𝘩𝘢𝘥𝘰𝘸𝘴

Venganza

—¿White Shadow? ¿Cómo «sombra blanca»?

—Bueno, sí, técnicamente sí.

—«Juraría que he escuchado esa voz antes» —pensé—. Dijiste que querías pelear ¿no? Por qué no empezamos.

Seguido de decir eso, retrocedí un poco, levanté ambas manos y le apunté, para así dispararle algo de energía. Pero el rayo de Energía Omega que le lancé lo atravesó sin hacerle ningún tipo de daño.

—Pero ¿qué?

—¿Impresionado? —inquirió, para después reír.

—¡¿Eres un fantasma?! —le pregunté asustado.

—No, estúpido, después del accidente obtuve poderes, uno de ellos, la intangibilidad.

—¿Accidente? —dije—. «¿A qué accidente se refiere?».

—No me digas que ya lo olvidaste, mientras tú y tu mejor amigo experimentaban, yo estaba afuera observando.

Tras decir eso, quedé en shock.

—«No puede ser. Es Estuart» —pensé—. ¡¿Eres Estuart?!

—Tardaste un rato en darte cuenta. Hace un par días desperté del coma, y estoy aquí para vengarme —decía mientras se acercaba a mí.

—¿Vengarte? ¿Y qué mierdas te he hecho yo? —pregunté desconcertado.

Estuart se puso en frente de mí y puso una mano en mi hombro.

—Relájate.

Después de decir eso, él me dio un golpe en el estómago e hizo que callera de rodillas al pavimento.

Muy molesto, le di un puñetazo justo en su pierna, haciendo que él también callera al suelo.

—¡Puta! —puso su mano en la parte en la que lo golpeé, y dijo—: al parecer ambos tenemos superfuerza —afirmó Estuart.

Aproveché que ambos estábamos en el suelo y le dispare un haz de energía, pero su cuerpo se hizo intangible de nuevo, y el disparo lo traspaso.

—¿Acaso no aprendes? eso no sirve conmigo —dijo White Shadow.

Ambos nos pusimos de pie, y Estuart dijo:

—Soy más fuerte que tú, Omega, siempre lo fui, y con mi intangibilidad tu energía no puede lastimarme de ninguna forma.

Después de decir eso, White Shadow se alejó un poco y comenzó a levitar.

—¿Tú puedes hacer esto Omega?

También tomé distancia, y me propulsé con mi energía, para así poder mantenerme en el aire.

—Sí, también puedo, aunque no lo creas.

Estuart se acercó volando muy rápido hacia mí, y me dio un puñetazo en la nariz.

—¡Mierda! —exclamé al aire.

Del potente puñetazo, caí de golpe al suelo quedando muy adolorido.

—No puede ser —ahí caí en cuenta de la situación: estaba perdiendo—. Soy Omega, ¿cómo puede estar derrotándome? —me pregunté a mí mismo.

White Shadow bajó al suelo y empezó a caminar hacia mí.

—Al principio no sabía si eras Zack o Jeremy, pero ese egocentrismo y confianza solo pueden ser del señor Zack Damon.

Estuart se puso enfrente de mí y se agachó.

—El gran y poderoso Omega fue derrotado, ¿Qué pensaran todos tus fanes? —Estuart señaló a dos personas que estaban transmitiendo la pelea por la televisión—. ¿Ves eso? Todas las personas verán como su amado Omega muere hoy.

—¿Qué? Ni siquiera me has dicho por qué quieres matarme.

—Cuando tenía trece años mi papá murió —empezó a contar—. Desde entonces, mi mamá estuvo de novio en novio, y cada semana llevaba a un hombre diferente a casa. Un día, llevó a un sujeto llamado Diego, unos días después él llegó con una maleta a casa, desafortunadamente, había llegado para quedarse.

Mientras Estuart me hablaba, yo puse mi mano en mi espalda y empecé a juntar energía alrededor de ella, para crear una especie de aura de Energía Omega.

—Desde que Diego se mudó con nosotros mi mamá dejó de prestarnos atención a mí y mi hermano, Gabriel. De la nada, Diego empezó a tratarnos mal a mi hermano y a mí, insultándonos y a veces golpeándonos, y después empezó a hacer lo mismo con mi mamá. Cuando tenía dieciséis años, de la nada, mamá desapareció, nos dejó solos con Diego, desde ese entonces odié a mi mamá, y espero jamás volverla a ver...

—Y ¿esto que tiene que ver conmigo? —pregunté

—Espera, ahora voy —hizo una pausa y continuó—. Traté de buscar un trabajo para irme de la casa con mi hermano, pero después de analizarlo, comprendí que no podría pagar una casa, mis estudios, los de mi hermano, y la comida teniendo solo dieciséis, así que decidí esperar hasta que cumpliera los dieciocho. Entonces, llego el año 2019, el año en que sería mayor de edad, estaba yendo a un par de entrevistas de trabajo, y de repente, el profesor de ciencias nos deja un proyecto en parejas, no sé me ocurrió ninguno, y decidí copiar tu trabajo junto con pablo, fuimos a observarte al laboratorio, a ti y a Jeremy.

—Entonces no fue culpa mía, ni de Jeremy; todo esto fue culpa tuya —dije.

—¡Cállate! —tras ese grito, respiró profundo y continuó—, Pablo y yo estábamos viendo detrás de la puerta, pero la cosa con la que experimentaban empezó a hacer cosas raras, le dije a Pablo que nos fuéramos, y cuando ya nos íbamos sonó una fuerte explosión. Y después de eso desperté en un hospital, un año y medio después de lo sucedido.