Capítulo XIV

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ESPECIAL JONGSANG

6,043 palabras.

H

acía días que ya ni si quiera recordaba en donde estaba, no le interesaba nada más que volver a su habitación y poder mirar a un pequeño pastelito que lo acompañaba, a decir verdad el alfa se estaba esforzando en hacer un buen trabajo con su “cortejo” sin ir demasiado lejos.

Había días en que se sentía inseguro de lo que estaba haciendo, su mente comenzó a jugar con él ¿acaso era suficiente para ese bonito omega? ¿debería ser tan alto como Yunho? ¿era suficientemente alfa para él?

Jongho era un alfa inexperto, demasiado para su gusto y su único contacto directo con un omega había sido Wooyoung, pero no era exactamente de alguien a quien aprenderle demasiado, Wooyoung era eso que uno dice cuando no quiere saber más “demasiada información” y bueno, Yeosang era muy diferente a aquel rubio.

Jongho se sorprendía todos los días con el omega, hablaban largos ratos o se quedaban en silencio absoluto sin necesidad de decirse nada, solo con su compañía.

El pelinegro había comenzado a tomar confianza y a relajar sus celos en algunos momentos y había comenzado a salir con el omega fuera de la habitación, era demasiado intenso todo a los ojos de otros, casi parecía sofocar al omega.

Pero al contrario de lo que todos creían, el omega estaba amando cada momento que vivía con ese alfa, le encantaba todo de él, el hombre podía ser a veces demasiado frío, tosco y celoso pero al omega le encantaba, sobretodo la ultima parte.

Yeosang estaba encantado de las veces que salían a caminar a la cubierta y miraban el cielo estrellado, su compañía lo hacía infinitamente feliz y cuando el alfa rozaba su mano con la del omega su lobo se agitaba en su pecho colmado de felicidad.

El pelirosa había notado que a veces el alfa dudaba de hacer algún movimiento con él, así que el omega se envalentonaba para ayudarle, le tomaba la mano cuando sentía que Jongho rozaba la suya demasiadas veces pero no se la agarraba.

Lo abrazaba cuando estaban en publico e incluso se atrevió a besarlo en la mejilla hacía una semana puesto que había otros omegas en la cubierta riéndose y bailaban con alfas mientras estos tomaban, esos omegas eran mercancía y sabía que lo único por lo que estaban ahí era para tener sexo con aquellos alfas ebrios, sin embargo todos esos omegas buscaban emparejarse con alguno para asegurarse una vida mejor.

Y no es que Yeosang fuera celoso, claro que no, pero Jongho sonrío cuando dos de ellos bailaban divertidos y uno le sonrío y luego se tropezó, haciendo que el alfa soltara una sonrisa ronca y el omega no pudiera resistir estirarse un poco hasta chocar sus labios en su mejilla.

El alfa se sorprendió y lo agarro más fuerte por la cintura y luego  de un rato regresaron a su habitación sin mayor percance, pero el pelinegro se sentía demasiado ansioso, quería comerse al omega y este no entendía porque el alfa no hacía más que abrazarlo y como de costumbre lamerlo.

Sus besos estaban siendo un poco limitados, alguno que otro cuando la luz se apagaba, pero el alfa esa semana había estado un poco frío con él, bueno no es que hubiera mucho tiempo con que comparar el actuar del alfa pero antes de que le dijera  que lo quería cortejar había sido más cariñoso, más bien dicho mucho más intenso.

Y para ser honestos Yeosang había amado eso, casi que ni lo dejara moverse, tenerlo encima todo el tiempo, gruñendo incluso cuando se escuchaban pisadas por el pasillo de cualquier persona, gruñía por posesividad pero el alfa ya se empezaba a controlar, su lobo había estado siendo un demandante y Jongho se estaba aprendiendo a calmar.

Aunque el omega de olor dulce deseaba demasiado que el alfa fuera siempre así con él, rudo y sofocante. Lo adormilaba sentir sus feromonas tan fuertes y lo hacía liberar las propias queriendo acompañarlo en ese aire tan espeso que formaban juntos, pero justo por eso el alfa necesitaba controlarse aún más.
Sabía que cuando actuaba así el lobo del omega se entregaba a su merced casi como si fuera un sacrificio, uno muy delicioso, y justo por eso no quería provocarlo de más.

El omega no se daba cuenta pero cuando el pelinegro se comportaba más rudo el omega se restregaba más en él, lo apretaba y se le agarraba con las uñas, estiraba el cuello con ansias todo el tiempo y su respiración se volvía más pesada, ronroneaba todo el tiempo y su piel se ponía muy caliente.

Jongho no necesitaba que lo provocara más así que estaba limitándose a ciertas cosas, ya era bastante que el omega durmiera restregándose en su cuello haciendo sentir a su lobo aún más demandante, últimamente sus colmillos picaban aún más por quererlo morder, apenas hacía falta ver la sonrisa del omega esa que se dibujaba con sus labios rosados y que enseñaba sus dientes perlados y esos pequeños colmillitos haciéndolo parecer un chiquillo y la necesidad de cuidarlo aparecía incesante en su mente “muérdelo, muérdelo, muérdelo”.

Y bueno, claro que podía marcarlo de una buena vez, después de todo era algo que sucedería pero el lado más romántico y anticuado ante el amor relució en el alfa una vez lo encontró en aquel barco asustado debajo de aquel escritorio.

Se suponía que el ni si quiera creía en esa mierda, era el mismo alfa que había dicho que no se veía estando para toda la vida con alguien, el mismo alfa que dijo que no quería depender de nadie ni sacrificaría su vida por ningún omega.

Pero que equivocado estaba Jongho.

Lo único que deseaba era quedarse con ese niño de ojos grandes y cabello rosa, ese que lo abrazaba con sus dedos delgados y que sonreía apenas el alfa ponía un pie en la habitación.

Si eso de estar enlazado y compartir con un omega una mordida significaba condenarse entonces aceptaba la condena, la añoraba.

La razón por la que el alfa estaba haciendo todo a un ritmo demasiado lento -Para el gusto de ambos aunque ni lo hubieran hablado- era que el alfa quería que la necesidad de estar juntos fuera porque el omega también estuviera enamorado de el, no solo por la necesidad de sus lobos, quería conocerlo y que el omega lo conociera, después de todo Jongho nunca se había interesado en nadie y tampoco se abría a los demás con facilidad.

Para ser precisos, ese omega era el único que había recibido el privilegio de hacerle preguntas y recibir respuestas honestas, era el único que merecía al alfa.

Para el omega no importaba demasiado eso, lo único que quería era que lo mordiera y pasar toda su vida a su lado, con su calidez y su risa por siempre, para poder ver por siempre esas arruguitas que se le hacían en la nariz cuando se reía, para poder tener los pulmones llenos de olor a café todos los días.

Y aun así, sabía que no importaba si lo marcaba hoy o en un mes, de todas formas aprendería todo del alfa y estaba seguro de que nunca podría aburrirse de aquel.

Aquel día que Hongjoong interrumpió en su habitación después de la batalla fue la ultima vez que había pasado algo más subido de tono entre ambos, Jongho no se pudo resistir besarlo en los labios, besos que subieron de tono cuando sintio a el omega más ansioso y participativo.

Yeosang había estado inconscientemente preocupado por el alfa, porque no quería que ningún enemigo lo tocara y cuando Jongho se metió en la guerrilla y comenzó a matar con la fuerza que lo caracterizaba su omega chillo, porque incluso viendo como asesinaba a otros el quería protegerlo.

Yeosang era aún tímido con Jongho, todo era muy nuevo y había veces en que lo sorprendía sacando su valentía para decir algo pero la verdad es que el pelirosa era más suspiros y sonrojos que otra cosa, y claro que al lobo del alfa le encantaba.

En ese momento Jongho no estaba en la habitación y Yeosang había recibido una visita que lo alegro demasiado, Yunho había dado hasta su puerta y lo miraba sonriente, fue inevitable salir con él para visitar su habitación y ver a Mingi, y también a Hongjoong.

Estaban casi que en una mini fiesta, claro que ahora eran prácticamente de la tripulación del Pirate King y se habían relajado un poco, estaban bebiendo cerveza y estaban acomodados todos juntos en la cama, luego llego Xion y Leedo y el aroma de el pequeño cuartito se había llenado de olores y risas y el alcohol se hacía presente en las lenguas enredadas de todos.

Claro que la esencia del Aurora era diferente, maldita sea la situación, maldita sea el día que reventaron con bombas ese barco que les había dado un hogar y el símbolo de la unión. Pero incluso ahí, en ese cuartucho pequeño y vacío la esencia del Aurora llenaba el ambiente haciéndolos sentir felices.

Porque no importaba donde estuvieran si su espíritu se mantenía con ellos, para Hongjoong perder su barco fue una cosa, pero aún con eso seguía manteniendo a su tripulación, había sido un líder tan admirado que incluso cuando perdió su más grande posesión todos lo siguieron ciegamente, lealtad.

El alcohol en el sistema de los 3 omegas y los 3 alfas había hecho su aparición en cada uno, las anécdotas de sus viajes juntos, de sus alegrías, de como se conocieron, de la vez en que Xion casi le arranca los ojos a Hongjoong y cuando supo su nombre se arrepintió, las veces que habían huido y robado, sus años de amistad, sus tragedias… su derrota.

Y ahí en medio de aquella fiesta comenzaron a salir sus sentimientos guardados, Hongjoong se puso a llorar abrazado a Mingi como un niño, su Aurora no  estaba más y su mente y su vida eran caos, Yunho estaba sentado en el  suelo agarrándole las manos a Yeosang mientras que este estaba sentado en la silla escuchando atento todo lo  que el alfa se había guardado de contarle y entre risas y lagrimas hablaron todo lo que nunca se dijeron.

Xion y Leedo estaban besándose en la orilla de la cama, en ratos se reían o jugueteaban, cada quien estaba metido en su platica, estaban cómodos porque estaban juntos, necesitaban sentirse rodeados de los suyos.

Yunho comenzó a notar algo que solo el se sabía de memoria mientras el omega reía contándole algún recuerdo, el alfa aun estaba agarrado a su mano y al principio pensó que era el alcohol, pero cuando comenzó a notar ciertas acciones del menor supo que estaba en lo correcto y lo jalo para que Yeosang se agachara a escucharlo.

-Estas entrando en celo- le susurro y en el fondo los murmullos de las otras platicas y de el ruido exterior los perdía.

-N-no Yunho yo solo estoy caliente por la cerveza- dijo mientras se tocaba con la mano la frente, estaba claro que estaba ebrio como todos en la habitación, pero Yunho a pesar de todo siempre era alguien responsable y moral.

Yunho se levanto jalándolo de la mano y ayudándolo a caminar con el fuera de la habitación saliendo al pasillo, el alfa quería llevarlo de regreso a su habitación y era medio consiente de que el omega se salió sin que su alfa-no alfa estuviera.

La verdad es que Yunho estaba feliz de que Yeosang encontrara a su alfa, pero aquel pelinegro no le agradaba por la manera en que se conocieron…

Yeosang se tropezó jalando a Yunho que estaba torpe y ambos terminaron en el suelo entre risas así que el castaño se resigno a meter al omega en el cuarto que estaba a un lado el que usaba actualmente Hong para dormir, lo empujo dentro y cerro después.

Quería ponerse serio y pensar en lo que estaba pasando y en que necesitaba llevar al omega hasta su habitación pero sabía que era peligroso sacar a ese omega oliendo tan dulce y estando ebrio, y estando ebrio el alfa también ni si quiera podría protegerlo de otros alfas.

Sabía que se metería en problemas cuando aquel alfa pelinegro no encontrara a su pastelito, o maldita sea, estaba preocupado y lo único que podía hacer era reírse de las idioteces que el omega decía echado en la cama, ni si quiera podía mantener los ojos abiertos mientras le decía chistes tontos a Yunho, se quedo en pausa y entonces el alfa en serio se preocupo.

Yeosang se acomodaba una y otra vez en el colchón, se comenzó a jalar el cuello de la camisa que llevaba y sus quejidos comenzaron bajito y lento, cada ciertos minutos apretaba el entrecejo y ligero los labios dejando ver sus dientes.

Yunho estaba bastante ebrio para no hacer nada más que esperar a que el alfa del bajito se diera cuenta que su omega no estaba.

Y así fue, unos veinte minutos más tarde escucho a alguien correr y se escucho la puerta de a un lado ser abierta, murmullos y luego se cerro, sabía que entraría ahora a la habitación, podía oler su posesividad y su enojo.

Cuando la puerta se abrió Yeosang se retorio nuevamente como todo aquel rato, estaba inconsciente, demasiado borracho también, Yunho se recargaba en la pared mientras estaba sentado en los pies de la cama y cuando el pelinegro entro lo pudo escuchar gruñir pero el alto no se dejo intimidar aún estando en esa condición.

-Cierra la maldita puerta, esta entrando en celo ¿Qué no hueles?- y llevo su mirada al omega así que Jongho siguió el mismo camino hasta ver al pelirosa sonrojado y con una capa ligera de sudor, tenía los ojos cerrados y parecía no darse cuenta de nada.

-¿Y tu que haces aquí con él? ¿Acaso lo quieres violar?- le gruño nuevamente, Jongho estaba enojado y le enseño los dientes de repente apretando los puños para no lanzársele encima.

-Mira idiota, sabes bien que no es como si fuera la primera vez que me acostara con él- y ante eso Jongho se sintió inútil comparado con  ese gran alfa, Yunho suspiro viendo su expresión colérica -Lo iba a llevar a su habitación pero ni si quiera podemos caminar bien- se comenzó a reír y se dio cuenta que apestaba todo a alcohol.

-¿Porque lo emborrachaste?- lo acuso molesto acercándose al omega.

-Oye imbécil es un omegaaaaa no-no un niño- se comenzó a reír y Jongho suspiro, bueno si tenía razón pero no se imaginaba algo así con ese omega olor a pastel, ¿Su Yeosang ebrio?

-Llévatelo a tu habitación ahora mismo porque comenzara a oler demasiado fuerte, incluso para ti y luego-lu-luego tu debes poner una toalla en la rendija de la puerta, su aroma es muy fuerte, te vas a sentir mareado- le aconsejo y otro alfa lo miro sorprendido ¿en serio el omega olería fuerte?

Jongho había estado con omegas en celo pero ninguno olía demasiado para marearlo.

De repente sus manos comenzaron a sudar con nerviosismo, podía olerlo en el aire, demasiado dulce y al parecer por lo que dijo Yunho el omega incluso olería más fuerte, lo miro acostado con los pies en la cama y las rodillas levantadas, y después lo pudo ver abriendo la boca y la manera en que apretó las piernas.

El omega estaba adormilándose mientras caía lentamente en esa tortura que la naturaleza le había regalado y para el colmo el seguía demasiado ebrio para darse cuenta de nada y de repente hablo.

-Yunho, o-oye yo necesito que me ayudes como antes- hipo y hablaba con la lengua enredándosele con gracia mientras sonreía, estaba todo sonrojado y cuando Jongho escucho eso la sangre de su lobo hirvió en molestia, pero su lado cuerdo, humano, se achico y  se sintio insuficiente porque su omega pedía la ayuda de otro.

Yunho sonrió negando con la cabeza mientras veía a Jongho a los ojos, ninguno se movía y Yunho le hizo señas a Jongho en silencio, formulándole con la boca un “esta muy ebrio” pero el alfa no se tranquilizo.

-Yeosang estas loco, tu tienes un alfa y yo tengo a Mingi, sabes que si nos acostamos Mingi te arrancara ese cabello tan bonito que tienes- se comenzó a reír y el omega rio con el retorciéndose un poco en la cama, estiro la mano hacía donde se suponía estaba  Yunho y le hablo.

-Por favor, ayúdame Jeong quiero queeee me toqueeees- se reía sin coherencia y el lobo del pelinegro ya había comenzado a gruñir con posesividad -Yunhoo mi alfa no me ha tocado- ante la declaración de un tirón se quedo sentado en la cama y su labio formo un puchero.

Yunho no pudo evitar borrar la sonrisa de su rostro y cambiar la mueca a una de sorpresa alzando las cejas y abriendo aun más sus ojos redondos, el otro alfa se sonrojo y apeno ante esa declaración pero el omega empezó a sollozar y volvió a hablar.

-Tu eres un bastardo mentirosoooo Jeongggg Yuunho, me dijiste que algún día un alfa me iba a querer como omega y ¿sabes queeeee? Eso no es cierto- las lagrimas resbalaban por sus mejillas sonrojadas por el alcohol y parecía que el pelirosa había perdido la capacidad de abrir los ojos porque no los había abierto en ningún momento.

-Yunhooo eres un idiota, tu dijiste que yo-yo conocería un alfa que si quisiera marcarme y que me acompañara en mis celos y no  es ciertoooo, ese idiota ni si quiera me besa, no me ha tocado Yunho, eres un maldito bastardo mentiroso y tienes que ayudarmeee, de todas formas aun eres el único con el que me he acostadoooo- sus hombros se agitaban por el llanto y el puchero de su boca lo hacía ver tierno incluso con todas las groserías que había dicho en ese berrinche.

Jongho estaba avergonzado y su corazón latía rápido, ese era su miedo, que el omega creyera que era insuficiente y bueno, ahora estaba pidiendo ayuda para un celo… para que otro alfa le ayudara, uno que sabía que era su competencia, que sabía que de todas formas no iba a estar a la altura de aquel alfa alto de tez blanca y cabello castaño, aquel que incluso lo reclamo como suyo cuando lo conoció.

Tenía vergüenza, enojo e impotencia y el otro alfa no menciono ni una sola palabra, solo lo miraba, en  realidad la mirada de Yunho era más una de “discúlpalo, esta borracho” pero entre el enojo del pelinegro ni si quiera entendía nada.

Jongho salió de la habitación apurado y el otro alfa lo siguió como pudo y lo detuvo de un jalón en el hombro y lo miro a la cara sorprendido, el rostro del pelinegro estaba muy rojo.

-¿No se te olvida algo importante en la habitación?- le pregunto sarcástico.

-¿Qué cosa? ¿tu omega?- le gruño y se quito la mano  del hombro con un empujón.

-¿Acaso eres imbécil? De que jodidos hablas- lo empujo de regreso por el pecho, eran dos alfas apunto de pelear.

-Ve lárgate a ayudarle con su maldito celo, ¿acaso no es lo que pidió? No ves que no me necesita- le enseño los dientes y lo empujo más fuerte.

-Oh mi amigo, si crees que un berrinche de alfa te va ayudar conmigo te aviso que duermo con uno y ya aprendí a razonar- lo empujo otra vez pero lo observaba, estaba calmado a comparación del pelinegro - ¿Por qué jodidos no lo has tocado? -lo empujo de nuevo- ¿Por qué no lo besas, acaso no te gusta?- lo empujo más fuerte, sabía que los alfas eran orgullosos y hasta que no explotara estaba seguro que no le contaría nada.

Yunho podría estar ebrio, pero no era idiota y no estaba actuando con su lobo, en cambio el pelinegro actuaba sin razón.

-Eso no debería ser de tu incumbencia- lo agarro por el cuello de la camisa y lo estrello en la pared -No te preocupes, no he tocado a tu omega- le gruño y Yunho lo agarro de la misma manera de la camisa para no dejarlo irse.

-Pues deberías tocarlo maldito imbécil, deberías haberlo marcado de una puta vez antes de que el se largue con alguien que lo quiera marcar ¿acaso tu lo has visto? -Yunho había jalado tanto a Jongho que sus narices casi se rozaban, el más alto le hablaba enseñando los dientes y arrugando la nariz- ese omega vale más que todo este asqueroso barco y tu aún te piensas si tocarlo, si yo fuera tu ya lo hubiera mordido- le dijo soltándolo para empujarlo.

Jongho estaba enojado pero el más alto tenía razón, el pelinegro respiro profundo y se paso las manos del cabello desesperado, duro poco hasta que un jadeo más fuerte se escucho de la puerta, Yunho no lo dejaba de mirar, esperando a que el alfa hiciera algo pero el otro no se movía.

-Sabes que si tu no actúas rápido entonces yo lo voy a ayudar ¿cierto?- el pelinegro lo miro con sorpresa y su lobo se agito celoso -No sería la primera vez y a diferencia de ti, incluso en mi limitación por querer a otro, incluso sobre eso yo lo ayude siempre, lo acompañe como pude aunque ¿sabes que? Siempre me falto darle muchas cosas, cosas que tu puedes darle, una mordida- Yunho se lo decía honesto, no podía dejar que ese idiota arruinara a Yeosang y si lo hacía, si lo dejaba entonces el lo mataría.

-Creo que te necesita más a ti-

-No, esta borracho y medio inconsciente y muy molesto porque quiere que lo muerdas y lo toques pero tu ni si quiera lo besas, no quiero reclamar nada pero ¿Qué no ves que es un omega mimado y empalagoso? Discúlpame pero eso hasta yo lo hacía- el pelinegro le volvió a gruñir.

-Es mío-

-Solo será tuyo si lo marcas, me dijiste que lo ibas a marcar ¿Dónde esta tu promesa? ¿Sabes cuanto tiempo a esperado tener una marca? Y si no lo haces, y lo dejas y le rompes el corazón entonces te matare o quizá no, para cuando yo quiera intentarlo Hongjoong ya te habrá sacado el corazón- el otro alfa se rio y Yunho sonrió de regreso.

-No se que hacer, no quiero lastimarlo-

-Eres su alfa, tu instinto no va a dejar que le hagas daño no importa cuan rudo hayas sido con otros omegas, llévatelo ya porque todo aquí ya apesta- Yunho se agarro a la pared y se fue a la habitación de su pequeña fiesta, dejando solo a Jongho ahí, sin escapatoria, no podía dejar al omega.

Respiro hondo y luego entro rápido cargando a Yeosang como un costal de papas, sin tacto se apuro a llevárselo hasta su habitación, el omega soltaba murmullos inteligibles y se reía.

~D E S I R E~  [SEONGJOONG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora