Muchas veces quisiera ser alguien sin metas ni sueños, porque hay días en que estos me sofocan de tal forma que mi interior se siente tan tempestuoso y no puedo continuar.
Trato de hablarlo, lo repito una y mil veces en mi mente y abro la boca para soltarlo, gritarlo al mundo entero y entonces ocurre... Me quedo sin la capacidad de hablar.
Al final, con todo el caos que cargo en mi cabeza, volteo a ver a mi hermana, pensando aún en la posibilidad de decirle todo lo que me sucede en ese momento, pero lo único que logro soltar es un: "No puedo hablar" sintiendo como mi estomago se encoge por haber soltado una palabra.
Mi hermana me mira, pensando que es un juego, y responde: "Por supuesto que puedes, lo estás haciendo ahora mismo"
Y me quedo callada, sonriendo por lo bajo y asintiendo, sintiendo como el dolor en mi pecho incremente.
¿Por qué si sí puedo me estoy ahogando en silencio?
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Una última carta
Şiir...Ella estaba cansada tanto física como mentalmente. Lo único que quería era cerrar sus ojos y no volver a abrirlos. #393 Poesía 2/10/2016