Risas nerviosas / Jainico

Capítulo 15.

SEGUIMOS CON SEPTIEMBRE

(Nicolás)

Desperté en mi cama con una caña impresionante. Han pasado 3 días desde que me junté con el Jaime... pero, ¿debí haberlo hecho?

Sonó mi celular y mientras contestaba, aproveché de ver la hora. -18:30- marcaba el reloj. ¿Cuánto dormí? Si sigo así, mi mamá pensará que estoy entrando en una depresión, aunque creo que ya piensa algo parecido a eso.

*llamada telefónica*

Yo: ¿Quién chucha es?

Edgar: El Edgar, oye, ¿querí venir hoy día a un carrete en la casa del Bestia? Van a estar todos los weones.

Yo: ¿Incluido el... ese weón enojón? -coloqué un gesto de mala gana-

Edgar: ¿El Jaimeme? Noo, no... 

Yo: ¿Estai seguro? Tu tono de voz es medio penca... -entrecerré mis ojos-

Edgar: No, si no va a ir porque está cansado y sigue con esa licencia así que dudo que pueda tomar y weá.

Yo: Ah dale po, entonces me sumo.

Edgar: Ándate altiro pa la casa del Panes a las 22:00 y ahí nos encontramos, chao wom.

*fin llamada telefónica*

Terminada la llamada, me levanté a tomar desayuno y saludar a mi mamá que estaba sentada en las sillas de la cocina

Yo: Hola mamá, ¿cómo amaneciste? 

Mamá: Hola Nicolás, ¿tienes algo que contarme? ¿O alguna excusa de por qué de nuevo faltaste a la U?

Yo: No pasa nada, estoy bien. -dije mientras me dirigía al refrigerador-

Mamá: Necesito saberlo, ¿algún problema con un amigo? -dicho esto, abrí mis ojos y me quedé fijamente mirando el interior del refrigerador-

Yo: -instintivamente, mi mano derecha se posó sobre mi boca y mis ojos dejaron salir algunas gotas de agua- No me vuelvas a preguntar nada, por favor. -dije con la voz cortada-

Mamá: -se paró al frente mío, cerrando la puerta del refrigerador y mirándome a los ojos dijo- Hijo, te vi el Martes. En el parque con tu amigo Jaime.

Yo: -bajé la mirada y un color rojo carmesí se apoderó de mi rostro- ¿Qué nos viste haciendo?

Mamá: ¿Te gusta un hombre? ¿Tienes relaciones sexuales con alguien de tu mismo sexo? -no pude responder- ¡RESPÓNDEME POR LA CRESTA NICOLÁS!

Yo: ¿Ahora mi familia me va a juzgar? Digo, ni mis amigos lo han hecho...

Mamá: Nicolás por la chucha, ¿cuándo pensabas contarme todos tus secretos? Porque sé que aún faltan demasiados por saber.

Yo: ¿Sabí qué más conchetumare? ¡Estoy cansado de esta weá! -miré el reloj de la pared- ME VOY WEÓN. -corrí hacia mi pieza-

Mamá: Sí, ahora deja la casa no más, DESPUÉS ASUME LAS CONSECUENCIAS. -me gritó desde la escalera-

Yo: Qué consecuencias weona. -dije para mis adentros-

¿En serio? Finalizar Septiembre de esta forma, ¿y qué mierda va a pasar en Diciembre digo yo? ¿No podré celebrar Navidad con mi familia? Sólo espero poder acabar con esta mierda, ¿desde cuándo decidí volverme así de fleto? ¿¡Cuándo mierda el Jaime pudo apoderarse de mis sentimientos!?

Me vestí rápidamente con algo cómodo y llamé al Edgar para avisarle que iba a su casa, luego solamente tomé mis llaves, mi celular y chao casa.