Risas nerviosas / Jainico

Capítulo 6.

Bueno, desde ya digo la advertencia para personas sensibles al salseo (ejemyaoiejem) y bueno, si eres menor de edad, pequeñ@ o no te gusta este contenido, por favor no leas este capítulo porque puede ser de tu desagrado. Sin más webeo, acá viene 7u7

(Jaime)

Estaba esperando al Nico que había ido a buscar algo pa comer, me quedé pensando y reflexionando la weá que había pasado justo recién. ¿Me había dado un beso con ese culiao? Ni yo puedo creérlo, pero fue increíble, sentí como todas mis emociones se juntaban con las del Nico y daban como resultado un sentimiento de amor real.

Estaba deseoso de besarlo nuevamente y llegar a un punto más extremo, ¿cuál? no lo sé, pero quería que todo ocurriera de una forma calmada y linda. Puse en marcha mis pies en dirección a la cocina y ahí estaba él, con sus piernas delgadas y su cabello liso pero enredado. No resistí más y tomé con mis manos su delicada cintura. Poseía esa suerte de tener a un maravilloso hombre a mi lado, con él me sentía más que completo. Empezé a morderle una de sus orejas, para ser más exacto, su oreja derecha. En un instante rápido, quedamos frente a frente con nuestras miradas fijas. Me fijé en lo que había servido el Nico en un plato, galletas. ¿Y cómo tan weón pa no hacer el juego de las galletas? Con este pensamiento en la cabeza, reí para mi mismo. Ya po, tomé una galleta y sostuve la mitad en mi boca a lo que velozmente el Nico mordió la otra mitad que estaba al aire. Nos tragamos las galletas en un dos por tres y seguimos con besos entrecortados.

Aquí puse en peligro muchas cosas, entre nuestra amistad con el Nico, entre el canal y lo que pensarían los cabros, pero en ese justo momento, nada me importó. Tomé al Nico del brazo y lo llevé a su habitación (La weá estaba toda desordenada) y lo empujé tirándolo a la cama. Me tiré encima de él y proseguimos con esos besos que me encantaban, sólo que ahora eran más largos y llenos de felicidad y pasión.

Nico culiao caliente, me empezó a sacar la polera y obviamente me dejé, no quería que parara toda esta weá, de verdad me estaba gustando así que yo me puse atento y con mis maniobras ninjas, el Nico ya estaba sin polera ni pantalón. Pude observar un bulto muy grande entre sus piernas (Ya, me calenté weón).

Yo: -reí- Ahora voy ganando culiao, tengo más ropa puesta.

Nicolás: Sí claro weón, quería ganar el saco e' cacha. -se abalanzó sobre mi y quedé debajo de él-

Yo: ¿Ya? ¿Y qué weá querí hacerme? -sonreí pervertidamente-

Nicolás: -no dijo ni una sola palabra-

(Nicolás)

Ya weón, es mi oportunidad.

Hice que se callara plantándole un beso en sus dulces labios y empezé con la acción.

Empezé a besar lentamente su cuello, pasando mis manos por detrás de sus orejas y claro, fui bajando, explorando con mucho cuidado cada parte de su cuerpo y llegué a su pecho. Vino el momento de utilizar las manos, palpé con ellas cada parte de su pecho, cuando llegué a uno de sus pezones e inicié mi "trabajo", con mi lengua empezé a lamerlo mientras el Jaime soltaba uno que otro gemido y con eso me daban ganas de seguir, descendí lentamente llegando a su cintura. Solté su cinturón y bajé con precaución sus pantalones.

Ahí me encontré con su "amigo", con su "bestia", con un bulto impresionantemente grande. Me daba no se qué bajarle su boxer pero lo hice y...

(Jaime)

¿¡EL NICO ME ESTABA CHUPANDO EL PICO!? Conchetumare, ¿de dónde chucha había aprendido a hacerlo tan bien? Nico culiao, hasta pa ser pasivo es bueno el culiao. Pensándolo bien, técnicamente no está culiao todavía, pero quién sabe si se salvará de esta ahora. Sí weón, el Nico será mio en muy pocos minutos.