FINAL JAINICO / RISAS NERVIOSAS
(Nicolás)
Ocho meses transcurridos desde entonces, ese día donde toda la batalla sucedió, donde se desató el suspenso. Dos mundos, uno apagado y el otro encendido; como una ampolleta, un farol, una chispa de nerviosas decisiones que desencadenaron la desgracia.
Poco a poco finjo más estar soñando, es decir, si no sueño, ¿entonces cómo es que está pasando todo esto? Una nublada habitación con unas nubes llorosas y el sonido del casi adiós, así se presentaba esta escena, sentado en una silla con un gran bulto de cuatro patas adelante mío. Ahí se encontraba mi sentimiento de cariño acostado.
Mis amigos me notaban decaído, un ser alegre y simpático, se había convertido en alguien desagradable y sin ánimos, en mí. "¿Llegarás a clases el Lunes?", me decía el Edgar con un tono preocupado. "¿Lunes?", respondí. Claro, no tenía idea de la fecha, y menos era de mi importancia saber. Las vacaciones habían sido lo mismo todos los días, aburridas y sin historia, sentía cómo el cuerpo que se encontraba en esa camilla no daba fuerzas y nunca iba a mejorar tampoco. A veces perdía la esperanza, en estos ocho meses nada había cambiado para bien, pero a veces el médico me explicaba que él si estaba soñando, a pesar de su enfermedad. Conforme con esas respuestas, esperé; esperé hasta no poder más, cuando ya a los seis meses me dicen que estaba en caso terminal. Mis amigos me rogaban que lo dejara, que ya abandonara la misión, hasta su madre ya se había resignado a esperar alguna mejora en él. Pero yo no perdí la esperanza en ese momento, pese a las palabras que el doctor me dirigía.
7 de Marzo, recuerdo muy bien ese día. Me senté en el asiento que estaba al lado de la camilla y hablé.
Yo: -coloqué mi mano en su pecho- Te extraño, Jaime.
Por un momento imaginé que me hablaba, "Estoy acá", decía él con un tono fastidiado.
Pero tuve que nuevamente enfrentar la realidad; esa dolorosa realidad que consiste en pensar todos los días que él ya no está presente, ya no está junto a mí.
Me ahogué en posibles pensamientos erróneos, mis piernas tambaleaban y sólo lograba ver esa lata de cerveza, quería abrirla pero temía a que su líquido explotara, había sido batida anteriormente. Mi mente colapsó, cada día se volvía más intenso y preocupante; más frío y doloroso; más nostálgico y desolado. El hecho de ya no poder abrazarlo con todas mis fuerzas me consumía de a poco, ese arrepentimiento por no poder haber hecho algo, ese rencor amargo que le tenía a mis pensamientos se dio a conocer en ese momento. Mis lágrimas parecían un aluvión originado por esas dudas que carcomían mi corazón.
Pude haberle besado más; abrazado más; tocado más; enfurecer más, pero no. El tiempo me impidió hacerlo.
(Jaime)
Mi vida era muy extraña para ser real, en un momento golpeé a alguien que no conocía, tuve algo en una noche con un hombre desconocido, viajábamos con los cabros y dos personas más al sur, pasaba Septiembre en una especie de fonda dieciochera con el Nico, me acostaba en un pastizal seco y ahí el Nico me dijo que me extrañaba, ¿por qué me extraña? Si estoy ahí con él, lo estoy tocando pero no lo siento. Trato de besarlo, me acerco a su rostro pero es como si no pudiera alcanzarlo, desesperadamente busco sus ojos pero desaparecen.
Hace unos meses atrás, Navidad la había compartido con mi familia, recuerdo cómo cociné ese pavo, cómo coloqué la mesa con cubiertos y platos decentes y ordenados, y sobre todo: recordé esa noche donde le pedí perdón al Nico, ¿perdón por qué? Trato de pensar en ese tema... ¿será por ese algo que tuve con ese hombre incógnito? Bueno, la cosa es que aceptó mis disculpas y... agh, ese momento en que lo tuve tan cerca de mí pero a la vez tan lejos, sentía su respiración pero mi tacto no reconocía su cuerpo.
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Risas nerviosas / Jainico
FanficUna historia de confusión, desamores y locura. ¿Cuando se pensó que dos amigos podrían acabar teniendo desesperaciones y más aún, risas nerviosas? Un fanfic sobre Jaidefinichon, GOTH sin fines de insultar o dejar mal a los cabros de HD, esta histori...