Capítulo 10.

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(Jaime)

Otro día más en este Hospital, si no fuera por el Nico (especialmente él), ya me habría rendido. El décimocuarto día en esta weá, necesito ayuda mental weón, creo que terminaré siendo claustrofóbico. Durante estos 14 días, he recibido muchas visitas, entre ellas mi mamá, el Edgar y los demás cabros, pero hay una visita que me dejó raro, me dejó la mente descolocada. ¿Podrían sacar sus propias conclusiones de quién habrá venido a visitarme? Si po weón, la Ignacia. ¿Qué weá hacía la Ignacia aquí? O bueno, qué hizo la Ignacia acá hace unos cinco días... Vino a puro hincharme las wéas. Ella sabe que estoy débil, enfermo, pero nooo, viene igual a puro WEBIARME.

*Flashback*

Yo: Estoy más estresado que la chucha, qué horrible estar postrado en este lugar. -puse los ojos en blanco-

Nicolás: Tranquilo Jaimeme, ya vai a salir de esta weá y vamos a poder grabar más vídeos weón, he tenido que jugar puro Portal 2 y LOL con el Edgar conchetumare.

Yo: Sorry culiao. -reí-

Enfermera: Disculpe, debe retirarse de la sala un momento, el señor Navarro tiene visitas.

Nicolás: Dale, vuelvo altiro MI AMOR. -rió y guiñó un ojo fletamente hacia mi-

Yo: Cabro culiao, fleto de mierda. -reí a carcajadas-

-Luego de un rato-

Ignacia: ¡Jaime! Que bueno verte.

Yo: ¿Así que esta era la visita? Puta la weá penca, ¡TRAIGAN AL NICO! -grité-

Ignacia: -hizo caso omiso a mis palabras- ¿Cómo te has sentido? Te extrañé muuuuucho. -plantó un pequeño beso en una de mis mejillas-

Puta que es perra esta weona, juro que la aborrezco un montón. Sus mentiras, sus palabras, sus gestos, sus... sus besos, esos que me recuerdan al pasado. Esos que me hacen sentir cosas nuevas por ella, esos que me hacen olvidar el ambiente en el que estoy, esos que me duelen pero a la vez me encantan. Sí, esos que desearía nunca haberlos perdido. Pero lamentablemente, los perdí, por mi ingenuidad, por mi falta de experiencia tal vez, por mi mal genio, por haberla tratado mal algunas veces, descuidé el amor que sentíamos los dos, lo desaproveché tanto algunas veces que dejaba de hablarle a la Ignacia, cosa que nunca debí haber hecho, ya que ahí fue cuando la abandoné, cuando ella se marchó con otro hombre, tal vez desde cuando me engañaba, no lo sé.

Yo: Te la haré corta, ¿qué quieres de mi? ¿Por qué no dejas de molestarme? ¿Por qué no me olvidas y ya? -trataba de parecer calmado, pero tenía una furia dentro de mi cuerpo que iba a estallar en cualquier momento-

Ignacia: Pero Jaaaaaaaaaime. -manifestó con tono tierno- Quiero revivir tiempos pasados, eso necesito.

Yo: ¿Necesitas? Claro que no lo necesitas, lo que necesitas es venir a hincharme las bolas. Ya han pasado dos semanas desde que llegué a parar en este lugar, en esas dos putas semanas nunca te vi. ¿Y ahora te dignas a mover tu raja y venir a verme? No podí ser más interesada, enferma, loca. -comencé a frustrarme demasiado- ¡Córtala! De verdad córtala. -mi respiración se agitó bastante, llegando al punto en que mis manos se tornaban de un color verdoso, el color de mis venas hinchadas y muy marcadas por la angustia y rabia que tenía en ese momento-

Ignacia: Jaime, yo realmente estoy muy arrepentida por lo que hice. -por alguna razón no le creía, sus ojos tenían un brillo extraño- 

Yo: ¿Arrepentida? Podrías no estarlo si no hubieras sido tan suelta. ME DAS RABIA IGNACIA POR LA CHUCHA, ME DUELE HABLARTE, ME DUELE RECORDAR EL PASADO CONTIGO, ME DUELE HABER SIDO TAN IDIOTA PARA CREERTE TODAS ESAS MENTIRAS QUE ME DECÍAS. M-me... me duele. Ándate por favor.

Risas nerviosas / JainicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora