Capítulo 13.

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(Nicolás)

Yo: Yo te haré aprovechar el momento, pella. -coloqué mi fría mano en su cálida nuca, sentí como el Jaime se estremecía-

Jaime: Ay N-nico, quiero... -tocó el cierre de mi pantalón-

Yo: ¿Qué intentai hacer?

Jaime: -fijó su mirada en mi rostro, sentí como sus ojos penetraban lentamente en mi vista- ¿Quieres sentir escalofríos? -metió su mano dentro de mi pantalón-

Yo: J-jai... Jaime, está haciendo un poco de... de calor a-acá. -mi voz se escuchó entrecortada-

Jaime: ¿Q-querí que te ayude con eso? -me sacó la polera, bajó mis pantalones e igualó los pasos y movimientos que hice con él antes-

Yo: A-ah, p-pero esto es... es injusto para ti. -me separé de su cuerpo y me agaché de rodillas- Tal vez si comenzo a hacer una cositia deje de ser así. -reí-

Jaime: ¿Q-qué weá vai a hacer? -preguntó nervioso-

Yo: -no aguanté más y bajé sus calzoncillos-

Jaime: -soltó un leve orgasmo (era más bien un pequeño jadeo, acompañado de un suspiro) mientras yo producía un vaivén con su pene- Aaah, Ni-nico.

Yo: ¿T-te gusta a-así? -forcejeé los movimientos, haciendo cada bajada más marcada-

Jaime: Me... me voy c-conchetumare. -terminando esta frase, me metí su miembro en la boca, mientras seguía con los movimientos de abajo hacia arriba y al revés-

Comencé a enredar mi lengua por toda su pichulitia, el weón se calentaba caleta, de hecho, se enojaba también, pero me encantaba molestarlo.

Me atreví a mirar al Jaime a los ojos. Mientras apreciaba su mirada, observé el resto de su rostro.

Estaba completamente rojo, se notaba mucho que estaba aguantando y resistiendo algo, tal vez... ¿estaba incómodo? Decidí salirme de las dudas y le pregunté.

Yo: J-jaime, ¿es-estás incómodo?

Jaime: N-no, es sólo que... -se colocó nervioso- n-no q-quiero irme adentro de tu b-boca weón. -rió con vergüenza-

Yo: Que erí careraja, te has ido hasta dentro mío. -puse una cara de desprecio y desinterés-

Jaime: La calentura aún no me gana por la chucha, aún encuentro fleta esta weá.

Yo: O-o sea que... ¿la vez anterior fue pura calentura? No... ¿no sentiste ningún sentimiento fuerte y tierno? -desvié rápidamente la mirada- ¿S-sólo estabas caliente?

Jaime: Nico no, no es eso, no me malinterpretes weón. -besó lentamente mis labios-

Yo: Eh... bueno, en ese caso... ¿estás listo? -sabía que no era mi primera vez con el Jaime, pero aún seguía sintiendo los mismos nervios y hormigueos que tuve en mi estómago esa noche en mi casa- Adelante.

Jaime: -depositó unos cuantos besos largos en mi cuello- ¿No te molesta quedar cojo? -rió-

Yo: JA JA JA, QUÉ CHISTOSO EL WEÓN. -respondí sarcásticamente- Dale weón, no tenemos toda la tarde.

Jaime: Ah conchetumare, este lugar está más cochino que mi pieza weón.

Yo: Tampoco exageres tanto, tu pieza es una ensalada weón. -reí- Llena de calcetines, calzoncillos y condones usados tirados, comida de hace 40 años, vasos y tazas llenas de hongos... ¡Ah weón! Me pregunto cómo chucha podí dormir y grabar ahí, pasá a peo la weá.

Jaime: Mentira culiao, si la ordené oh. 

Yo: ¿Cuánto te pagó tu mamá por ordenar weón? -solté una carcajada-

Risas nerviosas / JainicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora