Sheila se preparó y esta vez, se puso un vestido.
A pesar de su odio hacia ellos, esta vez, quería llevar uno, uno muy bonito. Y que no fuera de "criada".
Subió a la habitación de la maestra y buscó en el baúl.
Encontró el vestido perfecto para ese día lleno de sorpresas. Un vestido blanco largo (parecía ser eduardiano) y con un poco de color aguamarina.
Y finalmente, encontró un sombrero parecido al que llevaba su nueva alma gemela Anna. Y se lo decidió poner, para admirar a su amiga.MARCO
-¿A dónde vas?
SHEILA
-A perderme.Sheila fue al pueblo contenta. Dando pequeños saltitos.
ANNA
-¿Sheila?
SHEILA
-Sí. Soy yo.
ANNA
-Estás... Estás... Deslumbrante.
SHEILA
-Estoy feliz.
ANNA
-Sígueme vamos, vamos.Las dos amigas corrían riendo. Pero por el camino, se encontraron a el grupo de amigos...
NIÑA
-Ja, ja... Anna, siempre supe que no eras del grupo. Estás fuera.
SHEILA
-Es mejor tener un solo amigo verdadero, en el que confiar. Que tener un montón de amigos falsos.Sheila agarró a Anna y la sacó de ese callejón.
SHEILA
-Ignóralos.Llegaron a un prado muy grande, con un lago precioso.
SHEILA
-¿Este... Este es el lugar secreto?Preguntó con asombro.
ANNA
-Este lugar es donde la gente viene a desahogarse. Pero mi lugar secreto está entre esos árboles.Anna agarró la mano a Sheila y corrieron por el prado, hasta llegar a esos árboles.
ANNA
-Cuando tenía seis años, este lugar era turístico. Con el paso del tiempo, se volvió un lugar, como te he dicho antes...Sheila estaba más atenta que en sus clases de matemáticas.
ANNA
La gente no viene a menudo. Tienen mucho trabajo. Pero bueno, estos árboles son mi lugar de inspiración. Yo suelo bailar... Y pues entremos y lo ves.Las chicas entraron y Sheila se puso a dar vueltas por todo ese lugar de emoción.
Los árboles hacían sombra y se unían entre ellos, creando como una casa extensa. Era todo tan natural y bonito...SHEILA
-¿Me enseñas como bailas?
ANNA
-Claro... Pero, solo bailo cuando cantan los pajaritos.Sheila y Anna se reían constantemente. Y Anna se puso a bailar riéndose.
SHEILA
-Aquí falta música.
ANNA
-Música, hmmm. No nos dejan poner música aquí.
SHEILA
-¿Porque no?
ANNA
-No lo sé.
SHEILA
-¿Sabes?Dijo Sheila tumbándose en la hierba fresca y verde.
Anna hizo lo mismo, y se puso a su lado.SHEILA
-Este pueblo es peculiar. Por una parte está atrasado. Y por otra no. Porque, cuando Marco... O sea... Mi compañero de trabajo, se puso a cantar... No cantaba canciones tan antiguas.
ANNA
-¿Cantar? ¿Porque iba a cantar? Jajajaja.
SHEILA
-No, por nada...Las amigas estuvieron todo el rato tumbadas allí.
Hasta que se hizo mediodía y se despidieron.
Sheila llegó a la casa y se puso a mirar desde la puerta, el interior de la granja. Y Marco, bajó de el desván o almacén de arriba, por las escaleras, finalmente haciendo un salto al suelo.MARCO
-¿A dónde habías ido? El desayuno lo he tenido que hacer yo...Marco observó como iba vestida Sheila.
MARCO
-... Siento decirte que estás más hermosa que antes.
SHEILA
-Con mi mejor amiga.
MARCO
-¿Sabías que esa niña está enamorada de mi desde hace años?
SHEILA
-No me importa.
MARCO
-¿A no? Vaya...
SHEILA
-Esto se va a acabar pronto. Que lo sepas.
MARCO
-Al menos, nos veremos en la cena.Dijo con tono de burla.
...
Iba anocheciendo, despacio. Y Sheila fue a hacer la cena.
SHEILA
-Había una vez, un barquito chiquitito. Había una vez, un barquito chiquitito.Cantaba mientras preparaba lo que podía para cenar.
SHEILA
-Que no podía... Que no podía... Que no podía navegar.
MARCO
-¿Que haces?
SHEILA
-Cantar...
MARCO
-Eso está prohibido.
SHEILA
-Pero tú...Marco hizo un gesto con el dedo índice puesto en los labios de que no dijera nada. Sheila no entendió mucho, pero se lo guardó por si alguna vez tenía que contraatacar.
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Él de pueblo y ella de ciudad
RomanceSheila es una mujercita que siempre ha querido ser independiente y solo piensa en su futuro. Le dan una oportunidad de servicios en un pueblo muy lejos de su grande ciudad, donde puede ganar mucho dinero y así acercarse a sus sueños, aunque sus padr...