Capítulo 29

113 12 6
                                    

Sí me perdí por mucho tiempo, no me odien. Quiero que entiendan que por motivos personales no podía escribir. Estoy feliz por estar de nuevo...

Me emocioné de poder escribir y ya estoy escribiendo otro capítulo...

Al responder el llamado de reojo observo a Willy largando un suspiro de alivio, y al otro lado de la línea escucho esa voz que tanto anhele. Como una cámara lenta que sucede en las películas de acción mi respiración casi es lenta, mi corazón bombea rápidamente. Mi entorno comienza a girar, camino hasta la sala para poder sentarme en el sofá así mi cuerpo podría estar en equilibrio.

-Carolina. Responde- dice suplicando como si su vida depende de esta llamada.

-¿Qué mierda paso? Te necesito- digo firme cuando las lágrimas comienzan a rozar en mis mejillas.

-Me alegra oír eso, pero necesito que me pases con Willy es de suma importancia- busco con la mirada a chocolate hasta que aparece en mi campo de visión.

-Es Julián- digo estirando mi brazo derecho para darle el celular.

-Era hora ya que se comunicara- tomando con fuerza el celular y desaparece.

¿Willy sabia de Julián?

Necesito saber qué carajo sucede. Me va a dar un colapso mental. Casi dos meses desaparecido haciendo vaya a saber que mierda hacia cuando yo...

Soy una caradura besé a Ivo, y no fue una sola vez. No quiero contarlos. Ya tengo vergüenza ni quiero imaginar cuando se lo cuente.

-Debo llevarte a un lugar. Tu muñeco blanco quiere verte- sobresalte de emoción aunque primero de susto por su manera de aparecer como Lucifer.

-¿Pero en qué lugar?- pregunto confusa.

-Aaahoora debemos irnos- creo que le cuesta un poco pronunciar esa palabra.

Debe ser difícil para el hablar en español. Voy a ver a mi ángel, sus ojos de color cielo hace que mis mariposas aparezcan de nuevo en mi estómago. Ni siquiera me bañé la puta madre. Me dirijo hasta la salida, veo a chocolate ya arriba de la camioneta así que emprendo hacer lo mismo.

Durante el camino es silencioso, ya pasamos por el bosque en donde encontramos a Diego desmembrado, un escalofrío por mi espina dorsal. No quiero imaginar su familia destruida por su muerte.

-¿Hacia dónde nos dirigimos?- ya que este camino es diferente al que siempre tomo.

-A tu hermano.

Mi cuerpo comienza a sentir ese cambio climático más que eso tengo miedo, algo no me cuadra en esto.

-¿Quién es?- gira viendo mis ojos mientras sus manos están puestas en el volante y me esquiva la mirada.

- Créeme no es el momento, me lo agradecerás después de todo.

Su respuesta no me cierra ante todo, no quiero desconfiar de la única persona que me queda en este lugar. Aún no tengo confianza con Francisco, Julián es caso aparte, a él le confío hasta mi propia vida desde el primer día que lo vi.

Mis pensamientos me llevan hace 5 años atrás quisiera detener el tiempo cuando vi esos ojos celestes, no puedo decir que fue amor a primera vista porque eso no existe.

¿Atracción? Tal vez. Cada día que lo conocía se iban convirtiendo en semanas, meses y ahora. Acompañándome en esta locura.

-Llegamos- frena de golpe que hace que salte del asiento copiloto.

Piel Condenada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora