Piel Condenada ©

Capítulo 2

- Carolina. ¿Estás bien?- levanto mi cabeza y miro hacia al frente, veo a Julián, mi colega y amigo, afirmado en el marco de la puerta. - Te ves pálida. ¿Acaso viste un fantasma?- No sé si me lo preguntaba en serio.

Me quedó en claro que bromeaba cuando con una sonrisa me enseñó sus dientes blancos completamente que hacian juego con sus ojos celestes, formando el rompecabezas perfecto de un adonis.

- Emmmm sí, sólo estaba viendo los últimos archivos que me dejaron.- bajé la mirada para poder desimular un poco lo que ya estaba sospechando, me miró dudoso hasta que se acercó y agarró justo lo que estaba en mis manos.

- ¿Qué es esto? Creo que es un cuchillo de caza.- volvió a dirigirme la mirada siempre me atrapa.

- Es el mismo cuchillo. La cicatriz de mi mano.-  me levanté de mi silla exasperada mientras le mostraba euforicamente mi mano izquierda.

Quedó incrédulo. Pero estaba captando a lo que me refería.

- Mierda.- es lo único que dijo mientras se rebolotea su cabello rubio. - Luego hablamos vos y yo de esto.- dió la vuelta y se fue de mi vista.

Me tiré en la silla de cuero, exhausta de mis pensamientos. Cansada del pasado que me sigue persiguiendo y que amenaza en acabar con mi propia estabilidad mental y emocional.

Las horas pasaron pesadas y pausadas, pero al fin la hora de ir a casa llegó.

                                   ♤

Estoy en el departamento, ando fustrada por lo sucedido de hoy, agarro mí notebook y comienzo a escribir la descripción del cuchillo para poder saber si hay coincidencia en un punto donde lo diseñan.

Siento vibrar mi celular y veo que la llamada es de Julián.

- Decime por favor que no te vas a obsesionar por un simple cuchillo Caro.- suspiro a la vez me enojo porque él no entiende lo que pasa por mi cabeza o tal vez sí.

- Sabes perfectamente que con esto podría llegar al asesino o con el que trabaja. Sé que que pueden haber varios involucrados.

- ¿Qué pensás hacer?- hasta que se animó a preguntar.

- Creo que voy agarrar este caso y quiero que me ayudes.- sé que lo estoy convenciendo.

- Te voy ayudar porque te quiero.- escucho que suspira - sos mi amiga no voy a dejarte en esto sola, eso sí nosotros dos solos no podemos, tenemos que pedir ayuda a los nuestros.-

- Tenés razón. No sabemos bien con quién nos vamos a encontrar.- digo seriamente.

- Tenemos que averiguar el diseño del cuchillo.-

- Yo ya lo estoy haciendo y sí es de caza como decías.- lo digo entre risas él también lo hace - No me pude aguantar con la intriga y sé que podemos localizar al que lo diseña. Esos modelos son únicos.-

- Sos terrible estoy seguro que vamos a tener ésta misión muy complicada.-

Una vez que cuelgo apago mi notebook, veo que aún tengo puesta la ropa de trabajo debo bañarme así poder cenar algo.

Mientras me duchaba pensaba en aquel cuchillo.

¿Podría tener algo que ver con mi cicatriz?

¿Y sí lo era?

¿Por qué tanto daño?

¿Por qué a mi familia?

Pensar demasiado me hace hacerme tantas preguntas.

Sé que voy a descubrir todo. Y no tengo buenos presentimientos.

Salgo de ducharme me coloco la bata de color azul, me dirijo a la heladera busco algo para comer que sea algo rápido no soy buena en la cocina.

Me hice una ensalada mientras comía sonó el teléfono fui corriendo hasta el living para contestar.

- Caro tengo buenas noticias y a la vez malas.- era Julián lo notaba preocupado.