Capítulo 4

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Hace dos semanas que no hablo con Julián.
Ha estado evitandome por lo que sucedido de la última vez y no poder responder su pregunta.

Me enoja que me ignore no me gusta e inclusive estoy enojada conmigo misma por no responder.

"Tal vez quiera las dos cosas". Te odio subconsciente.

Alarma 6:35 a.m
Escucho la alarma, veo el horario dándome cuenta que no pude dormir nada por una parte por Julián y la otra es por mis hermanos.

Mis pensamientos van en ellos.

Salgo de la cama voy directo a ducharme. Estoy horrible.
Ya lista me miro en el espejo estoy un poco delgada debo comer más.

"Maldito estrés".
Voy de salida a mi rutina.
***

Llegando al trabajo entro a mi oficina busco entre mis cosas la abrochadora y encuentro las fotos del cuchillo es un karma.
No puedo tomar éste caso sin ayuda de él.

Mierda debo hablar con él.

Salgo corriendo hasta la oficina de mi amigo abro con todo la puerta siempre pasó sin tocar la puerta.
Mi vista se dirije a la mujer que lo acompaña en éste momento una pelirroja hermosa y al reconocerla es la prometida de mi amigo.

- Perdón pensé que estabas sólo- un silencio incómodo en éstas cuatro paredes.

- Carolina- Julián me mira a los ojos haciendo una mueca de desaprobación.
- Querida. ¿Cómo estás?- Marina se acerca a saludarme con un beso en la mejilla junto con esa sonrisa falsa.

Debe estar molesta por mi bonita entrada.

- Marina debes irte tengo mucho trabajo como para andar distraído con tus problemas.- se lo dice tan frío.

- ¿Podemos cenar ésta noche?- anda muy melosa.

- No creo. Como ya dije tengo mucho trabajo te llamaré luego.- bien se está poniendo incómodo ésto estando yo aquí.
Salió como una tormenta de verano.

Estoy en shock.
¿Qué pasó con los enamorados?
En fin no debo meterme. Suficiente con mi desequilibrada cabeza.

- Fuiste muy grosero, no me mires así. Vengo por otro motivo, aparte de pedirte disculpas.- bajo mi cabeza estoy arrepentida no quiero perderlo por ésta estupidez insignificante.
- Sos todo para mi, tu amistad lo es todo.- ok muy cursi se pone ésto y veo su sonrisa pícara.

- También lo sos para mi.- dijo finalmente se hace el terco pero conmigo le cuesta.

Se levanta de su asiento, busca algo en su bolsillo saca unas llaves y lo coloca en la entrada para abrir un cajón.

- Dos semanas sin hablarnos,- dice apenado - pero investigué más a fondo lo sucedido al presunto asesino. Estoy seguro de que lo es.- cierra el cajón  con un golpe fuerte que sobresalto.

- ¿Ivo Peterson?- pregunto seriamente.

- Exacto toma.- extiende su mano me entrega un portafolios.
- Léelo.- más que una sugerencia fue una orden.

Lo abro, doy vuelta y empiezo a caminar de un lado a otro leyendo.Me siento en frente de su escritorio y mis manos sudan.

Leer asesinatos similares de los que sucedió con mí familia abro mí boca en forma " O" y el puto cuchillo se perdió de la nada. Mierda.

Ya terminando miro sus ojos celestes. Abre la boca para hablar.

- Él vive en Mendoza. ¿Coincidencia no? Se dedica a la viticultura. Conociéndote reservé cuatro boletos mientras leías- veo la pantalla de su computadora sí lo hizo.

- Vamos a Mendoza entonces, debemos pedir el permiso ahora mismo para que nos dejan este caso.-

- ¿Caso?,- moviendo su cabeza en negativamente.- mejor dicho como una misión. Debemos ser cuidadosos.

- Lo sé- doy un suspiro - admito que tengo un temperamento fuerte. Voy a tratar de controlarlo.

- Así se dice- bien sonriente.

Doy vuelta para marcharme pero....

- ¿Habías dicho cuatro boletos?- pregunto para sacar información y estar al tanto debo saber todo.

- Sí ambos,- señalando con su dedo índice entre nosotros -y los otros dos lo deciden los de arriba- dándome entender para el permiso lo deben dar por seguro los que tienen el cargo más alto.
- Ivo Peterson es un terrorista, asesino, trafica armas, drogas y otras mierdas más que se desconocen pero tengo la duda si esta en la trata de personas.

Asco eso tengo asco por ese tipo sin escrúpulos.

- Estamos acostumbrados es lo que nos dedicamos, no debemos equivocarnos ese tipo tiene oídos en todos lados.- dice en susurro cuando termina lo dicho.

***

Saliendo de mi trabajo decido ir a tomar un café quiero algo de tiempo un rato en otro lado que no sea mi departamento para pensar un poco.
Entrando al lugar veo que no hay mucha gente de lo cual es perfecto para mi.
Tomo asiento y enseguida se acerca una moza algo bajita.

- Señorita que desea.- es amable la piba.

- Café expreso nada más.- le digo mientras veo por la ventana una pareja de novios. Mi corazón no tiene tiempo para novios me dije a mi misma.

- En 10 se lo traigo.- y se marcha.

Vaya que sí lo cumplió los 10 minutos, café amargo.

Estando instalada en Mendoza todo cambiará.

¿Mi padre estuvo vinculado con Ricardo Peterson?

Mí padre era abogado tenía un despacho en la ciudad de Mendoza, sí Mendoza soy de esa hermosa provincia.

"¿Coincidencia no?" La voz de Julián retumba en mi cabeza.

Debo descubrir la puta verdad.

***

Siento mi celular vibrar, abro los ojos inmediatamente, me doy cuenta que me quedé dormida en el sillón apenas había llegado.

- ¿Hola?- algo cansada sin saber quién es.

- Caro en dos días viajamos.- era Julián - Mañana en la noche llegan los otros dos para la misión.- habla apresuradamente.

- ¿Han buscado en otro lado?- rápidamente me siento.

- Sí, uno de Colombia y el otro de Estados Unidos, son de confianza.

- Voy a empacar de la emoción. Gracias por la maravillosa noticia.- cortando la llamada con un suspiro.

Voy hasta la cocina busco una copa y me sirvo vino tinto.

Ivo Peterson te voy a cazar como un animal.

***
Tardé un poco en subir éste capítulo, voy a tratar de actualizar dos o tres veces en la semana.

Espero que les esten gustando mi historia.

Tengo portada nueva gracias a @yetsimar_montilla que lo hizo es fabulosa. ❤

Piel Condenada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora