Taehyung ingresó al instituto sin ganas de estudiar, quería quedarse en casa a pensar de dónde había nacido tan imbécil. Tenía que abrir la bocota y lastimar a su madre y a Jungkook. Claro, un 2x1 que definitivamente no necesitaba.
—Wow, que carita —Seokjin lo saludo con un choque de puños, seguidamente HyoJong, pero este fue ignorado.
Seokjin los miró ambos y se preguntó si se habrían peleado otra vez por quien es más atractivo. Eran unos imbéciles, ya nada proveniente de ellos le sorprendía.
—¿Qué pasó? preguntó cruzándose de brazos.
—Está enojado porque le dije al gordo tragon de Jungkook lo que era. Se puso modo marica y se fue detrás suyo — explicó con un puchero burlesco.
—¿En serio? Te creía más hombrecito, Taehyung —carraspeo—. O al menos, con gustos más decentes. Ese chiquillo es patético.
HyoJong sonrió cuando Jungkook entró a su campo visual, observándolo sentado a la par de un basurero.
—Solo míralo, es lamentable —rió cruzándose de brazos—. ¡Hey elefante embarazado! Ven un momento.
Jungkook le sostuvo la mirada con ira, pero estaba lo suficientemente triste como para pelear con ellos. Ya no podía verse de la misma manera, no se sentía cómodo con él mismo. Ahora el espejo se había vuelto su peor enemigo. Vivió tanto tiempo así, cegado por las palabras de su madre diciéndole que era perfecto, cuando no era así. Cuando el se sentía la peor de las imperfecciones.
—¡Oye tú, ven! Gordito, gordito. Te daré dos hamburguesas si vienes.
Taehyung tenía un nudo en la garganta, sentía mucha pena con Jungkook por haberlo hecho sentir tan mal, tomando en cuenta que su mamá estaba en la misma condición y él lo estuvo en algún momento también.
—Dejénlo ya —masculló jugando nervioso con sus manos.
—Aleja tu modo marica de mí. Ven, vamos a molestarlo un poquito.
Seokjin negó cuando uno de sus muchos ligues llamó su atención, desapareciendo con ella.
—Ven Taehyung, seguro ya está acostumbrado y no le afecta.
HyoJong insistió y empezó su camino hacia el menor. Una vez frente a este, se agachó a su altura y le aplastó las mejillas como si fueran plastilina.
—¿Quién es el gordito más marica del instituto? Tú —sonrió como si le estuviese hablando a un bebé.
Jungkook ya ni siquiera se sentía capaz de defenderse, por lo que se dedicó a llorar escuchando nuevos insultos para su lista.
Taehyung tomó aire y se acercó, extendiendo su mano al menor.
—Hamstercito, ven. Tenemos que hablar.
—No tenemos nada que hablar, vete ya.
HyoJong seguía aplastando las regordetas mejillas de Jungkook, hasta que Taehyung las alejo bruscamente.
—No lo toques nunca más —tomando la mano del menor y ayudándolo a ponerse de pie, lo llevó lejos de HyoJong, quien miraba con gran decepción a Taehyung.
Jamás pensó que acabaría siendo gay ni defendiendo a quienes llamaba "los indeseables"
—Quiero irme, suéltame.
—Jungkook, tenemos que hablar. Por favor escúchame, te lo pido.
El menor pareció pensarlo, pero no lucía muy convencido.
—¿Quieres que me arrodille? Porque puedo hacerlo.
Cuando Kim estaba a punto de arrodillarse, Jungkook lo detuvo, logrando que volviera a su posición inicial. No estaba de humor para ese tipo de show ridículo.
—No hagas tonterías. ¿Qué quieres?
—Quiero que me perdones. Sé que hable estupideces, y lo siento mucho. Mi mamá también es un hamstercito, y yo también lo fui alguna vez.
—Eres muy raro. Fuiste como yo y aún así te das el derecho y descaro de burlarte de mí. Patético.
Jungkook estaba decidido a retirarse, pero Taehyung lo detuvo estrechandolo entre sus brazos.
—Hamstercito, perdóname. Por favor hazlo.
La idea de perdonar a Taehyung no le hacía mucha gracia, pero su madre siempre le hizo saber que las personas merecen segundas oportunidades. Quizás podía intentarlo.
—Está bien, lo que sea.
—¡Gracias! Muchas gracias —sonrió apretando el cuerpo con más fuerza—.¡Oye! Que nadie vuelva a aplastar tus mejillas.
—¿Por qué tú lo dices? Mira que igualado me saliste.
—Pero hamstercito.
Jungkook rió ante lo absurdo de la situación. Sin embargo, Taehyung lo había hecho sentir mejor, la sinceridad y seguridad con la que hablaba le hacía bien.
—Nos vemos después, Kim rarito Taehyung.
—Adiós, Jeon hamstercito Jungkook.
Una sonrisa reconfortante se posó en los labios del mayor una vez todo estaba bien con Jungkook. Era lindo verlo sonreír. Trasmitía un aura agradable y única.
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¡Hey tú! gordito [Taekook - 태국]
RandomJeon Jungkook solo quería una cosa: vivir en paz. Siendo constantemente acosado por su poco atlética figura, las cosas empeoran aún más cuando se encuentra a Kim Taehyung, la más insoportable persona que conoció en su vida. Aunque bueno, era tiern...