Capítulo 19: Ira

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El rostro de Taehyung se volvió imposible de descifrar, pues cambiaba continuamente su expresión sin elegir una que expresara totalmente cómo se sentía ante aquella confesión. Y claro, le resultaba inútil compartir miradas con Jungkook, ya que sabía de sobra que el menor iba a pulverizarlo. Su corazón estaba palpitando sin control alguno, y cada latido era un aumento de velocidad a la carrera que corría contra la montaña de problemas que estaba cayendo sobre él.

—¿Una mentira? —repitió incrédulo—. Esto tiene que ser una broma.

Yugyeom negó sin saber qué decir.

Jungkook no sé quedó atrás, así que acorto la distancia con Taehyung y se detuvo frente a él. Su cejas estaban fruncidas y sus ojos a punto de llorar.

Con su mano hecha un puño, limpió las lágrimas que estaban columpiándose en sus ojos, listas para saltar y caer.

—Te dije que creyeras en mí. Y ahora estás aquí, luciendo como un idiota incrédulo —espetó en voz baja—. No me busques, no me hables, y más importante, no te atrevas a tocarme.

—Hamstercito, yo realmente lo lamento...

Jungkook rió sorbiendo su nariz.

Por algún motivo, empezó a creer que alejar a Taehyung se volvería un problema, no porque lo necesitará, sino porque Taehyung lo molestaría más de la cuenta en busca de su perdón. Serían días muy difíciles.

—Piérdete, Taehyung.

Y de esa manera Jungkook finalizó sus palabras, cortándolas con aquel cuchillo invisible que nadie veía, pero estaba allí haciendo daño. Yugyeom tomó el brazo de Jungkook observando lo fijamente, llevándose la sorpresa que su acción no fue bruscamente rechazada.

—Déjame hablar contigo, por favor Jungkook. Necesito explicarte todo.

Jungkook deshizo el agarre, observando al rubio de arriba a abajo.

Rechazar también a Yugyeom no le serviría de nada en su situación, ¿qué podría arreglar con eso? Aunque su acción no estuvo para nada bien, ni siquiera se tardó en confesar que mentía. Y claro, tomando en cuenta que HyoJong era su hermano, sabía que él estaba detrás de todo. No estaría demás darle una oportunidad para hablar.

Pero esa oportunidad no significaba nada. Yugyeom estaba muy equivocado si creía que aquella historia arreglaría todo.

Un plato no es funcional solo porque ha sido reconstruido a medias.

—Te espero en la salida. Será mejor que ni siquiera te equivoques al hablar, o me iré sin dudarlo.

Yugyeom asintió rápidamente y repitió centenares de veces un débil "gracias", que Jungkook dejó pasar de largo.

Sintió su cuerpo volverse más pequeño una vez los furiosos ojos de Taehyung se posaron sobre él, eran la viva imagen de un león acechando a su presa. Trago duro cuando aquellos pies que antes permanecían estáticos en un mismo lugar, empezaron a moverse hasta quedar a centímetros de él.

—¿Te das cuenta de lo que acabas que hacer, pedazo de idiota?

Yugyeom asintió, mientras aquel nudo en su garganta se volvía cada vez más molesto.

—Dios, ¿qué hago para cruzarme con esta gente? Francamente —se quejó llevándose las manos a la cabeza con frustración.

Cerró sus ojos y por un momento se dio la tarea de pensar que podría decirle a Jungkook que resultara útil. En parte tenía justificación, ¿cómo no creer en Yugyeom cuando había salido de su misma boca aquella gran mentira? Sería un reto demasiado grande ganarse su perdón, considerando aún más el tipo de carácter que el menor tenía.

—Claro, tú tienes la oportunidad de hablar con Jungkook, ¿y yo qué tengo? Una mierda —espetó, y sus ojos viajaron hasta el hermano mayor del rubio—. Y tú, estoy seguro que tuviste algo que ver. Debería patearte, pero la violencia no es lo mío.

—A mí no me mires, yo solo creí lo que él dijo y te lo comuniqué —habló esta vez Hyojong, formando un puchero mientras se cruzaba de brazos.

—Hyung, no mienta —dijo Yugyeom, encogiendose en su lugar. Ambos chicos lo asustaban, así que no sabía cómo actuar.

—Dijo el mentiroso —rió efímeramente—. Bueno, tengo cosas que hacer, lamento dejarlos. Tú y yo hablaremos en casa, mocoso —se dirigió a su hermano con esto último.

A pesar de tener sus momentos de valor, Yugyeom no era tan fuerte como aparentaba. La gente pensaba en él como un chico atractivo, social, carismático y lleno de valor. Pero no era del todo cierto.

Debido a la cultura de su país, le era sumamente difícil mostrarse como era. Envidiaba de alguna forma a aquellos chicos extranjeros que paseaban por las calles maquillados, vistiendo ropa de chica y ese tipo de cosas. Él no podía hacerlo, más que todo porque temía ser golpeado en la calle o que la gente le gritara cosas desagradables.

—Tú y yo también hablaremos seriamente —dijo Taehyung al menor—. ¿Te das cuenta lo que acabas de hacer? Jungkook va a odiarme, y ni siquiera querrá escucharme —sus manos se deslizarse frustradas por su rostro, estaba a casi nada de arrancarse los cabellos fe frustración—. Incluso si no es del todo mi culpa, ¿sabes las porquerías que le dije? Lo llamé bully.

—Hyung, pero los que usted diga ya no recae sobre mí...

Taehyung rió incrédulo, casi sintiéndose ofendido.

—¡¿Qué no, dices?! Todo esto es tu puta culpa y la de tu maldito hermano.

Yugyeom bajó la mirada y decidió responder a eso también. Incluso si en parte fue su culpa y le daba algo de razón (que no toda) a Taehyung, el peso caía mayoritariamente sobre HyoJong. Fue acorralado con algo que es sumamente sensible para él, y no tenía opción.

—Realmente la culpa es de hyung, pues él uso algo sensible para acorralarme. Realmente lo siento hyung, pero le pediría amablemente que fuera más cuidadoso con sus acusaciones.

—Sí, como sea, vete al carajo. Ya lo arruinaste, ¿sabes lo difícil que será tener la atención de Jungkook sobre mí sin que desee matarme? ¡Muy difícil! —exclamó furioso.

Los alumnos que pasaban por el pasillo observaban la escena con total asombro, sintiendo pena por Yugyeom. Era un buen chico, las pocas personas que habían tratado con él profundamente, conservaban una hermosa imagen de su persona.

—Regresa si has arreglado aunque sea un mínimo las cosas con Jungkook acerca de esta desastrosa situación, si no, ni siquiera te molestes en disculparte, y mucho menos acercarte a mí. La gente como tú es desagradable.

Yugyeom asintió a punto de llorar, observando como Taehyung se retiraba con pasos muy pesados y lentos. Una persona más a la lista que sentía repudio por él. Y si su suerte era miserable, Jungkook sería agregado a esa lista.













Se siente bien actualizar este fic nuevamente. Gracias por el amor. Falta menos de la mitad para las 100k lecturas. 💓

-Xixi 💓

¡Hey tú! gordito [Taekook - 태국]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora