Capítulo 16: dejar de ceder

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HyoJong se apartó de la puerta para darle un paso cómodo a ambos chicos en la habitación cuando decidieran salir; sin embargo, ambos seguían adentro platicando. ¿Qué tanto tenían en común? De vez en cuando se movía de su lugar solamente para observar por la pequeña ventanilla si alguno daba indicios de salir, y así fue cuando Jungkook se levantó de su lugar y se dirigió a la salida.

Cuando la puerta se abrió, HyoJong cruzó sus brazos a la altura del pecho mientras silbaba mirando en varias direcciones para disimular. Jungkook agachó la mira y se alejó lo más rápido que pudo. Lo mejor sería evitar a toda costa a alguien tan problemático y molesto como HyoJong.

El susodicho aprovechó la ida del menor y entró al salón donde solamente quedaba Yugyeom. El rubio se exaltó cuando la puerta fue azotada, observando los ojos de su hermano perforarlo como si se tratara de un taladro formando un orificio en la pared.

—Hyung —habló tragando duro.

—Hola —saludó con tono cantarín—. Veo que te llevas tan bien con Jungkook, ¿a qué se debe?

El más joven de los dos se tomó un momento para pensarlo, habían varias cosas por las cuales Jungkook le agradaba. Algunas eran el hecho de que fuera directo, no le asustaba aceptar su sexualidad, su admirable fuerza de voluntad, lo adorable y amable que era; eso para nombrar algunas, porque habían muchas más.

Sus ojos regresaron al rostro de HyoJong para seguir sosteniendo la mirada tan curiosa que estaba obsequiándole.

—Es un buen chico —murmuró encogiéndose en su lugar.

Yugyeom había desarrollado un gran miedo hacia HyoJong desde muy joven, pues su vida se basaba en manipularlo una y otra vez para que hiciera lo que quisiera. Y había una razón por la cual cedía a sus manipulaciones y amenazas tan constantes, algo de lo cual HyoJong se enteró accidentalmente, y lo había aprovechado para hacer de él un muñeco que utilizaba cuando se le daba la gana.

—Así que un buen chico... Y dime, ¿de qué hablaron?

El menor carraspeó bajando la mirada.

—¿No vas a responderme? ¿Debería simplemente patearte para que lo hagas? —exclamó.

Yugyeom junto las palmas de sus manos y las posó sobre sus rodillas, las cuales se mantenían juntas. Sus hombros se hacían alzado muy poco, mientras cerraba los ojos con fuerza.

—¿O prefieres que le diga a mamá y papá lo que descubrí?

Yugyeom alzó la mirada. Ya había empezado su metódo de manipulación de nuevo, ni siquiera tendría opción para ceder o no ante sus órdenes.

—¿Es lo que deseas? Que se enteren que su adorable hijo que acogieron con tanto amor, se viste como una chica y tiene una colección de dildos desagradable —dijo fingiendo tristeza, pero la burla en su tono era imposibles de esconder—. Vaya, mi único "hermano" y es un marica disfrazado, lo que me faltaba.

—Hyung, ¿por qué eres tan duro conmigo? Yo no pedí ser de esta manera, solo sucedió.

Hyojong rodó los ojos restando importancia, no tenía tiempo para dramas. Si de eso se trataría la situación, mejor prendía la televisión y admiraba mejores actuaciones.

—Mira, es tu problema si te gusta que te follen, jugar a halloween disfrazándote de chica y esas cosas raras que hace la gente de tu especie —respondió con expresión desinteresa—. No vine aquí para eso.

Yugyeom ladeo la cabeza sin entender.

—Quiero que hagas algo por mí.

—¿Si lo hago promete que no le dirá a nuestros padres?

—Ya lo hubiese hecho desde hace mucho. Yo cumplo mi palabra.

Yugyeom se puso de pie y acortó la distancia que compartía con su hermano, quedando cara a cara.

—¿Si sabes quien es el chico que le gusta al gordinflon, no?

—Hyung, no usé ese término tan desagradable para referirse a Jungkook —regañó—. A usted nadie le dice drogadicto por lo que hace.

HyoJong alzó una ceja, y pronto su mano se estampó contra el rostro de Yugyeom. El menor se llevó las manos a la zona afectada, mirando con desdén a su hermano.

—No me faltes al respeto creyéndote alguien bueno —bramó—. Quiero que folles con Taehyung y logres que Jungkook se entere, supongo que no tienes problema con eso.

—¡Hyung! Soy bisexual, pero eso no quiere decir que me acueste con cualquier chico —sollozo—. Tan vulgar.

HyoJong tomó a su hermano por el cuello de la camisa y lo estampó contra la puerta, presionando su brazo contra el cuello del menor.

—¿Quieres que te mate aquí mismo? Sería una muerte honorable para ti, niña sin vagina.

Yugyeom forcejeó para apartar el brazo de HyoJong, pero la fuerza del pálido era mucho más grande que la suya.

—Aunque uses vestidos y porquerías, nunca dejaras de ser un chico.

Los ojos de Yugyeom se volvieron dos grandes océanos, dando rienda suelta a aquellas tristes cascadas que bajaban por su rostro, mojando poco a poco sus delgadas mejillas. Pero incluso en ese estado, logró quitar el brazo de HyoJong propinándole una fuerte cachetada.

—¿Y tú qué? Aunque vayas por la vida creyendo ser mejor que todos, nunca dejarás de ser un lamentable bastardo que llora en su habitación porque sus padres biológicos prestan más atención a su hermano adoptado, y todo por ser un estúpido problemático —exclamó furioso—. Maldito miserable. Eres desagradable.

—Está hecho, le diré a MIS padres a quien diablos metieron a nuestra casa.

—Ahorra las molestias, lo hare yo mismo. Y espero que, cuando lo haga, dejes de espiarme como la rata que eres, enfermo.

Yugyeom acomodó su arrugada camisa a causa del agarre brusco de HyoJong, tratando de quitar la mayor cantidad de arrugas posibles. Las odiaba.

—No voy a ceder más a tus estupideces. Y mucho menos, voy a joder las ilusiones de Jungkook, él es bueno, nada que ver contigo.

Yugyeom finalizó todo aquello que tenía guardado desde hace años, saliendo del salón dejando a su hermano al solo. Había logrado, por primera vez en mucho tiempo, no ceder ante las manipulaciones de HyoJong, pero ahora tenía un mayor problema: confesar a sus padres quien era realmente. Y sin duda, sería la mayor prueba de su vida.












Alta sorpresa.

#Yugyeombestboy

—Xenia ❤

¡Hey tú! gordito [Taekook - 태국]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora