Capítulo 15: Preocupación

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—Y entonces, él simplemente dijo un montón de cosas cursis y atractivas, que por un momento sentí que iba a morir, porque definitivamente no estaba preparado para tanto. ¿Sabes lo adorable que es? Sus mejillas son como dos malvavisco suaves.

La señora Kim mantuvo en trozo de pollo cerca de su boca por un largo rato, sin propinar ni un solo mordisco, mientras mantenía la boca entreabierta y sus ojos sobre su hijo. Taehyung la había desconcentrado tanto con lo parlanchín que se había vuelto, que apenas recordaba que estaba a punto de cenar. Eran solo las 8:30 de la noche, pero él llevaba hablando un largo rato sin parar, y muy veloz.

—Creo que me voy a desmayar, llama a los bomberos.

—¿Los bomberos? —comenzó, hablando por primera vez en lo que iba de la noche.

—Bueno, bomberos, emergencias, cirujanos. Necesito atención médica, madre.

La señora Kim parpadeó un par de veces, mostrando su patente incredulidad. No recordaba la última vez que había visto a Taehyung tan feliz, pero estaba segura que fue en su niñez, cuando vio aquellos ojos con un solo doble párpado, brillar explosivos de emoción.

Aunque su pierna de pollo estaba fría como un bloque de hielo, tenía una sensación gratificante saltando en su caliente corazón. Algo que crecía constantemente, y le hacía saber que su hijo había encontrado la felicidad más bella jamás vista. Y ella no podía estar más agradecida por eso. Porque quien más amaba en el mundo, estaba sonriendo realmente y desde el fondo de su brillante alma, y no en un intento vano de hacerle creer que estaba bien.

—Taehyung —llamó.

Dejó la pierna de pollo en la caja donde se almacenaba principalmente, tomando las manos de su hijo con las suyas. Incluso si estaban manchadas levemente por la grasa de pollo, a Taehyung no le importaría si de su madre se trataba.

—Espero esta vez seas feliz. Es lo que más quiero para ti.

El menor apretó amablemente las manos de su madre, brindando una sonrisa a la mujer.

—Lo seré madre. Yo sé que sí. Esta vez sí —respondió seguro de sus palabras.

—¡Mamá, detente! ¿Por qué aún me persigues? —bramó huyendo de su madre, dando incontables vueltas en círculo al sofá, mientras ella lo perseguía.

Yon negó una de muchas veces esa noche. Necesitaba saber cómo había ido la cita de su hijo, y si no lo había estropeado debido a su falta de experiencia.

—¡Ven aquí, bribón! Necesito saber acerca de ese chico, un día será parte de la familia —exclamó cansada—. Solo cuenta un poquito.

Jungkook se detuvo abruptamente, mientras su cabeza se llenaba de los recuerdos que esa misma noche había creado con Taehyung. Sus mejillas se sintieron calientes, mientras un suave color carmesí las pintaba agradablemente, y su vista seguía clavada sobre el piso.

¿Cuántas cosas vergonzosas dijo mientras se encontraba flechado hasta los huesos? Habían hablado tanto, que ni siquiera podía organizar su cabeza y separar todo en su correspondiente categoría.

—Esto es vergonzoso, me voy a dormir.

Yon bufó cansada.

—¿Qué sucede contigo? Actúas como si te hubiera propuesto matrimonio.

Jungkook llevó una mano a su pecho, sosteniéndose con ayuda del respaldo del sofá para no caer, porque a ese punto, se desmayaría pronto o quizás entraría en coma. Su corazón había latido tanto con aquello, que llegó incluso a preocuparse. ¿Matrimonio? Taehyung había mencionado algo similar.

¡Hey tú! gordito [Taekook - 태국]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora