Mi deso es que seas mi maestro Fujimaru Ritsuka, último maestro de la humanidad.
Fue lo que dijo el hombre con una sonrisa tranquilizadora, pero a la vez llena de muerte y aniquilación tras ella...
Si bien fue complicado estar parada en este lugar, (en algún lugar del pasado), lo fue aún más el saber que de la nada iba a ir a una guerra, al principio pensé que las singularidades eran unas cuantas batallas que duraron unos días, o eso me dijeron, pero no esperé estar envuelta en "ésto", una batalla campal de fuerzas que apenas empecé a entender (incluso luego de ser instruida por un año entero en Chaldea).
En medio de sus torpeza y desaliñadas andanzas se topó con la organización que la llevó a ésto, se arrepentía? No lo sabía, ni siquiera entendía por que se quedó en ese lugar, claro que el cuantioso ingresó en su cuenta de ahorros era algo para hablar (fácilmente ahora mismo tenían algo 10 ceros) y dudaba que ganara tanto por lo menos en algunas décadas de arduo trabajo interminable, claro, si es que no moría antes.
Pero eso eso no era lo importante, si hasta ahora la habían dejado tranquila y no fue presionada por Chaldea para buscar la razón de la singularidad fue por dos puntos importantes. El primero: tenía que comenzar verdaderamente la guerra por el santo Grial par auq etodo tuviera sentido, aparentemente llegaron bastante antes, todo dicho en base a las declaraciones de Emiya o el antiguo Fujimaru. El segundo: tenía que ver igual con el viejo maestro de Mashu, el estaba de alguna manera aquí, él la estaba entrenando de alguna manera y Chaldea tenía su fe toral sobre él, incluso más que en ella, fue un poco frustrante, pero entendía las razones, no sólo ahora era poderoso, sino que incluso sin su fuerza era experimentado y mucho, tenían en cuenta que él con seguridad acabaría con la singularidad además de hacer que ella misma obtenga experiencia, si como no, hasta ahora había sido sometida a un intenso régimen de entrenamiento del cual no podía liberarse por más queja que tuviera e incluso también entrenaba a Maxiu... Como soportaba el peso de su escudo era un misterio, lo hacía con una sola mano y una Katana normal o según el, una Katana marca Muramasa... Pero oye, Casterhabía dicho que la Katana no tenía encantamiento alguno o poder escondido en el, pero su herrería era de las más finas que incluso la magus voladora podía envidiar, sin embargo también dijo que una Katana por más fina que fuera no podría soportar el peso del Fantasma Noble de Maxiu, ella dijo que tal vez sería la técnica, pero también decía que jamás vio a alguien que utilizará una técnica que parecía no tener elavoracion alguna, por mi parte pensé que sería parte de su propia marca y la refinería de su creador, aunque no entendí una cosa, él dijo que era de la herrería de su padre, pero por alguna razón el no la llamó con su apellido, y su motivo para llamarla Muramasa fue extraño, pero también dijo que era de su abuelo asi que con esas cosas se conformó por ahora, algo como una tradición tal vez.
Caster también dijo que al parecer no utilizaba algún tipo de poder sobre el arma, creía haber escuchado "reforzamiento" o algo así... Pero ese era un asunto tercero.
Lo admitía, era interesante ver a los héroes caminando de un lado a otro, saber que incluso luego de su muerte sus leyendas los mantenían vivos y podían volver a pisar el terreno de los vivos, era como una de esas historias locas de ficción.
Llegar por accidente al lugar y quedarse no fue exactamente una decisión concreta, era impulsiva hasta cierta medida y fue una causa para que se quedara, aunque recalcaba que el sueldo también fue un factor que ocupó el 90 por ciento de los motivos, pero todavía había beneficio a la duda con el otro 10 por ciento.
Eso y también una parte de su propio pasado que no podía recordar, un día simplemente despertó en un hospital extrañamente viejo y los médicos le dijeron cual era su nombre y poco después fue entregada a quien se supuso que era su abuelo, (un hombre de cabello negro marcado de manchas blancas del la vejez) o eso le dijeron, solo recordaba desde allí, no sabía dónde estaba antes de despertar en aquel hospital, aun recordaba ese día, como la niña que era se levantó y por la noche empezó a deambular por los largos pasillos del hospital buscando quien sabe que.
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Fate: Fragments of a Broken Sword
RandomEl destino jugó con el una y otra vez, el infierno una y otra vez, salvado una y otra vez, luchado por sus ideales una y otra vez, perder todo una y otra vez, matanza tras matanza, batalla tras batalla, traicionado por sus propios ideales, traicionó...