Capitulo 1

404 22 30
                                    


Ciudad autónoma  de buenos aires, argentina, Teresa una mujer de 30 años cursaba  su sexto mes de embarazo, esperaba una niña, su segunda hija, estaba casada con Mario Estrella 34 años, a quien amaba y él también  a ella, pero tenia una mala "costumbre", por decirlo de un modo menos chocante, algo que ella creyó que cambió al estar casados pero que ciertamente no era así. Y que a la larga o a la corta cambiaría la vida de todos a quienes amaba.

Teresa cursaba tranquilamente su embarazo y pronto daría  a luz a su Florcita como habían  decidido llamarle, Virginia su primer hija y futura hermana mayor de  Flor, la esperaba ansiosa y muy ilusionada.
Teresa iba a la plaza cerca de su casa cada mañana pero ésta sería diferente y marcaría el principio de algo hermoso para su hija menor, aun sin siquiera saberlo.

Ángela una  joven de 20 años oriunda de Córdoba , se había mudado hace poco mas de 2 meses a Buenos Aires, con su esposo, Ernesto Del Río 37 años, un hombre de buena familia, abogado reconocido y un poco mayor que ella.
Se enamoraron a primera vista, todo se dio muy rápido Ernesto quedo flechado por la belleza de Ángela  y ella se deslumbro por su carisma, su madurez e inteligencia. Pero no todo resulta a veces como se espera.

Llevaban juntos 1 año, las cosas no marchaban bien y Ángela  quedo embarazada,  se  mudaron a Buenos Aires por el trabajo de él y para cambiar de aire,  comenzar su familia, pero ella no estaba tan convencida de que era eso lo que quería.
Si sentía  amor por su hija, pero era joven quería recorrer el mundo y vivir muchas experiencias, pero a la vez se sentía mal por  querer algo que la alejaría  de su hija, de su pequeña Jazmín.
Ángela  también cursaba su sexto mes de embarazo, se pasaba el día sola por eso en las tardes comenzó  a ir a una plaza cerca de su departamento.

Hoy sería un día especial, hoy el destino tenia preparada una sorpresa para esa 2 mujeres gestantes. Tan diferentes entre si, que lo único  que las unía era el amor por sus hijas y el tiempo de gestación que ya estaba  por completarse.
Ángela se dirigía a la plaza, hoy decidió cambiar la tarde por la mañana, y así iba llegando un tanto distraída pensando en que haría después que naciera su hija, tan distraída que no se dio cuenta que Teresa venia en dirección a ella, pues estaba yéndose hacia su casa hablando por celular con Mario. Lo inevitable ocurrió  y sus caminos se cruzaron, se chocaron mas precisamente, pero no fue nada grave solo un pequeño roce q las trajo a la realidad, pero al verse y ver su estado se preguntaron al mismo tiempo si estaban bien y decidieron sentarse un rato en un banco cercano, Teresa era la mas preocupada pues notaba a Ángela angustiada no la notaba tan feliz como ella y al verla tan joven su instinto de madre la alertó que quizás esta jovencita necesitaba una charla o simplemente un abrazo.

Y así lo hizo hablaron largo rato, hasta que el teléfono de Teresa volvió  a sonar, con un Mario preocupado desde el otro lado de la línea, ella le contó el porque de su retraso y como sabia que Ángela estaría  sola un hasta la noche la invito a almorzar con ellos a su casa, Ángela acepto encantada, se habían caído bien de inmediato, y teresa logro quitar un poco la angustia de Ángela.
Ya en casa de Teresa y Mario, la pareja le presento a Virginia una hermosa pequeña de 5 años, hablaron y hablaron sin parar, hasta que se hizo casi la hora de cenar, planeaban hacerlo los 4,  pero el celular de Ángela comenzó a sonar y un molesto Ernesto del otro lado de la línea exigía saber de ella. Le dio la dirección de los Estrella y él la paso a buscar, antes de irse Teresa y Ángela intercambiaron teléfonos, querían acompañarse lo que restaba del embarazo.

Los días  pasaban y mientras la amistad entre Teresa y Ángela se afianzaba, había  algo en la cercanía que las hacia sentir bien, una conexión extraña pensaban.  Ángela le confió su miedo a no ser buena madre y sus ganas de cumplir sus sueños, Teresa la entendió y le aconsejo hacer las cosas bien, hacer lo que la hiciera feliz pero que pensara en la pequeña jazmín y dejara pasar los primeros meses de vida, porque es ahí cuando dependen aun de sus madres, que la haga sentir muy amada y que le convenía  dejar algo explicando el porque hacia lo que hacía. 

Ángela la escucho y estuvo de acuerdo en que eso haría, tampoco se sentía bien yéndose cuando Jaz recién  naciera.

Y el gran día llegó. La primera en entrar en labor de parto fue Teresa, justo se encontraba con Ángela  en casa de ésta, fueron juntas a la clínica y de camino mientras Ángela ayudaba a Teresa a respirar ella entro en labor de parto, no habían  podido comunicarse con ninguno de sus esposos así  que estaban solas,  la una para la otra como las amigas que supieron ser desde que se conocieron.

Como el medico que las atendía era el mismo, las iba a atender a las 2 pero con asistencia de médicos  mas así ninguna queda sin supervisión. No era común pero ellas solicitaron estar juntas en la misma sala de parto y al tratarse de ellas, mas bien por ser esposas de quienes eran, las autoridades de la clínica accedieron. 

Y ahí estaban las dos tomadas de las manos una al lado de la otra pujando para traer al mundo a sus flores. Y lo lograron al mismo tiempo, las niñas tomaron el primer aliento juntas y soltaron el primer llanto del mismo modo. Las enfermeras se las acercaron a sus respectivas madres quienes cansadas por el esfuerzo pero llenas de orgullo por ellas mismas y por su amiga que se encontraba a su lado, miraron a sus hijas con el amor más grande que sintieron en sus vidas.
Teresa que había dado a luz tiempo antes a virginia, ya entendía  un poco lo que pasaba en este momento y se sentía feliz por su amiga, pero sabia que le esperaba una difícil charla por delante y confiaba en poder persuadirla por un tiempo al menos, y sino ella estaría siempre para esa pequeña.

Siempre contigo -Flozmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora