capítulo 2

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Así como compartieron sala de parto, ahora compartirían  la habitación, era amplia y en un tono pastel con pequeñas guardas con motivos infantiles y ahí estaban, esperando a sus pequeñas, sus esposos aún no llegan.
En un momento entran las enfermeras con las pequeñas Flor y Jaz en sus cunitas y las posicionan una al lado de la otra pegadas a las camas de sus madres.
Estaban vestidas con sus conjuntos balancos de algodón y sus manitas a juego. Las pequeñas estaban inquietas, necesitaban alimentarse y así lo hicieron, Teresa y Ángela entablaron ese vinculo especial que se da entre un bebé y su madre.
Teresa sentía por Flor un amor tan grande y la veía preciosa y tan delicada que su nombre le iba perfectamente acorde.
Ángela estaba fascinada por la belleza y paz que le transmitía Jazmín, pero también estaba un poco ansiosa pues sabía que debía tomar la decisión pronto, si quedarse un tiempo más al lado de ella o partir tras sus sueños.
Justo cuando Ángela iba a empezar esa charla con Teresa, las niñas decidieron que era buen momento para ensuciar juntas su primer pañal. Así que teresa guiando a Ángela le indico que acostara a Jazmín junto a Flor en su cama, y que ella le mostraría como hacerlo.
Fue en ese momento en que las niñas se tomaron de las manos, en medio de sus primeros movimientos y se quedaron quietecitas y tranquilas para que sus madre pudieran cambiarlas. Las jovenes madres se derretía de amor al ver ésta imagen y decidieron tomarles una foto y enviársela a sus respectivos esposos.
Luego entre risas y mimos a sus pequeñas, terminaron de cambiarlas y las tomaron en brazos de nuevamente.
En ese momentos las niñas se inquietaron nuevamente y ambas madres pensaron que  quizás estarían  mas cómodas en sus cunitas, así que las colocaron alli, pero las niñas parecían no querer eso.
Ángela angustiada por su inexperiencia no sabía que quería Jaz y Teresa no entendía lo que le sucedía a su Florcita, si ya estaban llenas y limpias todo debería marchar bien pensaba. Luego recordó la foto recientemente tomada y le sugirió a Ángela, colocarlas juntas en una de las cunitas, para probar si eso las tranquilizaba, total había  suficiente espacio. 
Así lo hicieron y automáticamente la cercanía de ambas las calmo y conciliaron el sueño. Era una postal hermosa, verlas dormir juntas.
Teresa sabía que había  llegado el momento de la charla y se lo hizo saber a Ángela, quien supo que no podía demorar mucho más para tomar la decisión, hablaron con total honestidad como lo hicieron desde que se conocieron.
Había pasado una semana del nacimiento de las niñas, Ángela  decidió escuchar el consejo de Teresa y quedarse hasta que Jaz fuese un poco mas grande y pudiese valerse  un poco por  si sola y no dependiera tanto  de ella, sonaba frío lo sabia, pero prefería eso y que al menos Jaz la recordara un poco en el futuro, además ella quería a su hija de eso no tenia duda y quería estar a su lado tambien, pero sabia que si se quedaba y renunciaba a su sueño, después se lamentaría por no haber podido vivir la vida que en realidad quería.
Algo que también preocupaba a la madre de la pequeña Jazmin era el hecho que deseaba estar presente mientras Jaz y Ernesto formaban su vinculo padre e hija y asegurarse de que éste si estaría para ella.
Desde el primer momento en que las niñas estuvieron en contacto se creo entre ellas un vinculo tan especial que podía notarse a simple vista, aunque solo fueran unas bebes de meses de vida, siempre estaban en sus cochecitos juntas, de hecho por eso fue que Teresa y Ángela terminaron comprado nuevos modelos, de esos dobles para mellizos o gemelos, ya que casi siempre que paseaban lo hacían las 4 juntas junto a la pequeña Virginia o en ocasiones los 7 cuando tanto Mario como Ernesto estaban con ellas.
La relación y el cariño entre las niñas y los 4 adultos fue creciendo rápidamente, tanto así que ambos unos meses después decidieron que la familia amiga sean los padrinos de sus hijas respectivamente, pues sabían que esas niñas serian inseparables cuando fuesen mas grandes y deseaban estar para ellas y sus amigos, el aprecio era sincero y mutuo entre ellos. Tanto Mario como Ernesto no solo encontrarian en el otro un nuevo socio de trabajo sino también con el paso de los años un amigo y confidente.
Paso el primer año y las niñas crecían compartiendo todo, desde sus primeras palabras que fueron el nombre de la otra respectivamente, hasta sus primeros pasos, que también los dieron  juntas, era hermoso verlas intentarlo juntas de la mano, parecían siamesas. Ya que si veías a una, al ratito aparecía la otra, eso claro cuando no lo hacia en el mismo instante pues estaban tomadas de la mano la mayor parte del tiempo.
Eso era lo más característico de ellas, eso y la alegría con la que emprendían cada nueva avenrura que compartían. Sus madres también tenían que compartir tiempo juntas y su amistad se hacía fuerte cada día. No solo eran amigas sino confidentes y apoyo la una para la otra.

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Aquí estoy de nuevo, espero que les vaya gustando. 
Gracias huendeey por el aguante y el aliento para subirlo 🤗🤗

Siempre contigo -Flozmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora