Capítulo 16

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Esa noche después de un último día lleno de sorpresas y emociones decidieron que se quedarían viendo pelis en la habitación de Jaz, era una afición que compartían desde siempre, ver pelis y leer libros esos eran dos de sus pasatiempos preferidos. Estuvieron viendo pelis hasta quedarse dormidas abrazadas. Les quedaba mucho por vivir aun, y esperaban poder hacerlo así juntas como hasta ahora, a pesar de que parecía que el destino se empeñaba en alejarlas físicamente cada vez mas, ellas siempre encontraban la manera de verse, quizás no todo el tiempo como cuando eran niñas pero si estaban siempre en contacto, el vínculo nunca se rompió y sus padres también ayudaban en eso.

A la mañana siguiente desayunaron todos juntos, Jaz pidió a su padre poder acompañar a las Estrella al aeropuerto pero Ernesto tenía un asunto muy importante y no podría complacer el pedido de su hija. Cuando la colorada se resignaba y daba por perdidos esos minutos al lado de su novia, Eugenia le propuso que fuese ella quien las llevara, ya que tenía la mañana libre en su empleo. Todas aceptaron agradecidas sobretodo Jaz y Flor.
En el aeropuerto esperando la hora de embarque se las podía ver a ambas jóvenes tomadas de la mano y recorriendo tiendas viendo todo. Tanto Eugenia  como Teresa podían notar el cariño que reflejaban las miradas de las niñas y era algo que les hacía sonreír. Estos días que compartieron en la casa de los Del Río, Teresa pudo ver que Eugenia era una buena mujer y quería sinceramente a su ahijada, la trataba con mucho amor y estaba agradecida por eso, porque la colorada no tuvo una infancia tan fácil y era momento de sentir el amor de una madre nuevamente.
Teresa no había olvidado a su amiga y nunca pudo entender que pudo haberle pasado para no cumplir con su promesa y  regresar.
Flor por su parte no solo estaba triste por irse y dejar de ver a su novia, también tenía incertidumbre de lo que les esperaba , ninguna había estado de novia antes y no sabían como manejarse, además sumado a eso estaba el tema de la distancia, aunque no quería sentirlo, tenia un poco de miedo, de todos modos prefirió guardarse sus miedos y disfrutar esos minutos, entraron juntas a una tienda de recuerdos y la morocha eligió un simpático llavero que tenía dijes de estrellas, un personaje de Disney y una pequeña flor, era perfecto para que su novia la llevara siempre con ella.
En los altavoces del aeropuerto anunciaron el embarque del vuelo con destino a Argentina, mientras las demás se despedían, Flor tomó la mano de Jaz y le entregó el regalo, le dijo que esperaba así siempre la tuviese presente, la colorada la miró a los ojos y le dijo que así como estuvieron juntas desde que nacieron estarían juntas siempre, y que lo que puso en su pulserita era real, y depósito un cálido beso en su mejilla, no era momento aún de mostrar su amor, frente a sus familias, no sabían que pensarían. Ellas recién comenzaban y no querían que nadie más dijera nada, ni bueno ni malo, solo querían ser ellas.

Esa noche había dos jóvenes que estaban en lugares distintos del mundo, separadas físicamente pero sus pensamientos y emociones terminaban llevándolas al mismo lugar, a los brazos de la otra, esperando que la vida las dejara vivir esto que empezaron hace solo unos días y que les deparaba muchas sorpresas que esperaban fueran lindas y las que fueran menos lindas deseaban que juntas las cambiaran.
Luego de largas horas de viaje y ya en su casa Flor le avisa a su novia que había llegado bien y  que cuando descansara un poco le llamaría, pues sabía que si bien pasaron días muy hermosos y emocionantes, ahora Jaz no la estaría pasando del todo bien, ya que siempre para su cumpleaños la ausencia de Ángela dolía  mas que en otras ocasiones.

Después de casi 10 años sin noticias y de haber pasado por muchos sentimientos, Jaz en el fondo de su corazón aún esperaba que su madre apareciera y explicará el porqué de tanto silencio. Flor sabía que uno de los deseos de cumpleaños de su novia siempre era el mismo, saber de su madre, lo sabía y ella también destinaba un deseo a esa ilusión,  porque desde siempre ambas solo querían la felicidad de la otra.

Mientras tanto en otra parte del mundo una consagrada artista pintaba en su atelier preparándose para su siguiente exposición en Londres. Ángela, mejor dicho Milagros, no solo había conseguido abrirse paso en el mundo de la pintura sino que lleva felizmente casada 3 años, y por fin luego de mucho esperar habían decidido formar una familia, así es que ella estaba cursando su tercer mes de embarazo.

Se encontraba muy concentrada trabajando cuando su celular comenzó a sonar anunciando que era su representante. Al contestar el joven le hace saber que había ultimado los detalles que faltaban y que estaba todo pronto para la exposición  de "Milcar" ese era su seudónimo, ni bien había comenzado su fama decidió que quería resguardar su identidad y así lo hizo hasta ahora y más aún con su familia de por medio.
Después de su presentación en Londres tomaría un año sabático para disfrutar de lo último de su embarazo y de los primeros meses con su bebé y su esposo. Ya que debido a sus trabajos no tenían todo el tiempo que quisieran disponibles así que luego de pensarlo mucho decidieron que era mejor así.

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Cortito y al pie dirían en el fútbol ajjajaja (muy malo el chiste lo se ajjaja).

Siempre contigo -Flozmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora