Capítulo 10: "Sin Contrato"

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Capítulo 10: Sin contrato

-Ándate a la puta mierda- grita.

Sé que se dirige a mí, pero no impedirá irme.

-Tú, monigote de cinco patas.

Me giro rápidamente, ya que logro sentir un impacto hacia mí. Franco está ahí nuevamente, se enfrenta a Matías, empujándolo, apuntándolo.

-Soy el monigote que se besa a la chica que no puedes tener- dice Matías con un tono desafiante.

-¿Que te hace pensar en que no nos besamos y algo más?- ríe.

-Solo mírate Franco, te repudia, ni siquiera puede darte un beso decente. ¿Sabes por qué? Porque das asco tío.

-Mira quién habla. Voy hacer que te comas tus asquerosas bolas.

-Esas asquerosas bolas de las que hablas, a ella les fascina Franco-saca su lengua riendo.

-Bastardo de mierda.

Los dos se acercan decididos a golpearse. Franco lo toma de la camisa y le patea en el estómago, él se deja caer por el dolor. Se ve que no quiere dejarle ir, se acerca para moverlo a golpes, logró ver toda la sangre en el rostro de Matías.

Tengo miedo por él, Franco está arrasando con el, me paraliza ver esa escena.

Se están peleando por ti nena.

-¡¡YA BASTA FRANCO!!- grito, él se detiene-. ¡Lo vas a matar!- me observa como preguntando qué hacer entonces.

Me mira cediendo por fin. De la nada Matías lo da vuelta quedado arriba de él, golpe tras golpe intenta devolvérsela.

¿Una mujer puede entrometerse en peleas de hombres? ¿si lo hago saldré perjudicada?

Te darán un buen puñetazo.

-¿Ahora qué Matías? Yo cumplo mi palabra- Franco introduce su mano detrás de sí-. Cómete tus bolas- su mano ahora lleva una pistola-. Vamos, muéstralas.

Esto se descontroló.

-¿Crees que me meare por una pistola que no te dan las bolas por disparar?- se pone de pie y se acerca a Franco, logro distinguir que lleva una pistola en su espalda.

Siento que en una de esas va a salir mal todo eso, así que saco mi arma.

Vamos nena, siempre juntas, nunca injuntas.

-No tan rápido, muñeco- alzo mi arma a la nuca de Matías.

Si, tengo un arma, pero es sólo por protección.

-¿Que estas haciendo Steph?- Franco me mira con ojos de búho y preocupado.

-No hay opción Franco, ¿lo entiendes? Ahora, tú, muñeco, dejaras la pistola en el suelo lentamente y continuamente levantaras tus manos- asiente, veo su semblante, tiembla.

Hace todo lo que le pedí, me aterro yo misma en este momento, supongo que la práctica.

-Muy bien muñeco- está de pie y lo sigo apuntándolo con mi arma.

-Por favor Steph, no iba hacerlo, lo sabes-trata de mirarme. No hago caso a eso.

Lo hago rápido, le pegó por detrás, justo en el peroné. Cae.

-No me mires, una orden es una orden, ¿lo entiendes muñeco?- asiente- me acerco a Matías y miro a Franco, quien ya guardó su arma-. Escúchame bien Matías, más vale que esto quede entre los dos muñeco, o seria muy catastrófico que las cosas se saldrían de las manos y todo fuera en defensa personal. Tu me entiendes, ¿cierto?- asiente-. Ahora vete tranquilito pequeño.

Todo Lo Impredecible Es PredecibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora