Todo Lo Impredecible Es Predecible

Capítulo 37: "Secretos"

Decido esperar a Franco en su habitación y obtener respuestas.

2:00 AM Nada

2:30 AM Nada

2:45 AM Nada

3:00 AM Nada

3:30 AM Nada

3:45 AM Nada

4:00 AM Nada

4:30 AM Nada

4:45 AM Nada

Mis ojos pesan nuevamente, quería apoyarme en él pero no está, nunca está..

Sé que muchas veces buscamos apoyo donde no lo hay y por eso mismo uno tiene que ser su mismo apoyo, pero ¿Qué ocurre cuando no puedes apoyarte a ti mismo?, tan destrozado por dentro y solo pegas cada parte rota en donde sabes que se desmoronara en cualquier momento.

Siento unos dedos contorneando mi mejilla y abro mis ojos de golpe.

- ¿Dónde estabas? –pregunto alterada.

- Deberías dormir.. –contesta .

- No dormí toda la maldita madrugada pensando dónde estabas!!!.

- Ya estoy acá –responde tranquilo tapándose y acomodándose en la cama.

- Pero hace unas horas no!! –me siento y miro la hora. Son las 6:14 y recién llego.

- Relájate –responde tapándose los ojos con una mano y tratando de dormir.

- Como mierda quieres que me relaje cuando pudiste haber muerto y yo durmiendo sin poder hacer nada!!! –me paró de sopetón tratando de que entre en razón.

- Aunque muera que es lo más probable no te permito hacer nada –me responde .

- Si estás muerto me vale mierda tus alegatos porque mataré a quien se me pegue la gana si te matan Franco. –me siento dándole la espalda –entiende que me importas y no volveré a repetir la historia nuevamente, aguante una vez pero dos no Franco.

- Lamentable porque ya estas conmigo y te aguantas

Me giro y tomo su rostro.

- Me aguanto una mierda. Te mueres te revivo, te vas, te busco así funciona esto, es cincuenta y cincuenta no puedo remar sola.

- No estás sola –toma mi rostro –somos los dos contra el mundo ya ahora ven a dormir porque tengo sueño y tengo ganas de estar con mi novia.

Le hago caso y me acurruco con él, lo abrazo como si fuera la última vez.

>> recuerda que mañana viajamos temprano tenemos nuestra graduación y hay que ver nuestras vestimentas.

- Lo sé –le respondo –pero no estuvimos el ultimo mes, ¿No reprobaremos? –pregunto angustiada.

- No, Ferro ya se encargó de todo.

- Pobre parece un pulpo con todo. –cierro mis ojos .

- Le toca –responde seco.

- No me digas que estás celoso de Ferro –carcajeo .

- Eso quisieras –me responde y suena el teléfono.

- Ni te atrevas a verlo porque mando tu teléfono a la mierda. Quiero disfrutar a mi novio tranquila.

- Tus palabras son órdenes para mis oídos pequeña.