Untitled XVI

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18.12.2014

Y él, él era poesía sin llegar a ser poeta. No sé si me explico.

Esas manos te acariciaban el alma mientras dejaban su olor impregnado en ti, sus labios asaltaban los tuyos cuando moría de desearte.

Nunca quiero perderme en una espalda que no sea la suya ni en otra sonrisa involuntaria antes de rozarme.

Él es poesía y te desnuda cuando vuestras narices chocan, se muerde el labio y te muerde a ti.

Te vuelve adicta a su seducción.

O te vuelves adicta a su poesía.

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