06.01.2014
Pasan los años y la llegada de los "Reyes Magos" ya no es lo que era.
Recuerdo cuando era un niña.
Sujetaba con fuerza y a la vez con nervios las típicas revistas de juguetes, y marcaba con una lápiz los juguetes que posteriormente escribiría en la carta.
Una vez acabada la revista, corría hacia mi madre y le enseñaba todo lo que iba a pedir.
Mi madre sonreía y a la vez miraba con asombro y disimulo todos y cada uno de los precios de los juguetes.
Fueron pasando los años, y llegó la hora de dejar de pedir juguetes.
Pedía ropa, CD's de música, una cámara de fotos, un móvil o dinero.
Desde hace ya varios años, pido a Santa Claus y a los Reyes Magos que me devuelvan la ilusión y la inocencia.
A los "amigos" que desaparecieron.
La alegría.
Que me devuelvan los ojos que me vigilan desde el cielo.
Que me devuelvan las ganas de amar.
Un corazón nuevo que no esté destrozado.
Una mente que no esté hecha pedazos.
Que me devuelvan a mí. A mi antigua yo.
La que reía en momentos serios.
La que bailaba bajo la lluvia.
La que cantaba en la ducha.
La que deseaba dormir para soñar en aquella persona que le quitaba el sueño.
Que me devuelvan a mí.
O que me lo devuelvan a él.

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Untitled
RandomNo son cuentos. No son historias. Son pensamientos y sentimientos derivados de cada una de las experiencias y momentos de mi día a día.