Verdades al descubierto

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Chloe no para de dar vueltas en su oficina. La presencia de Sofía en la compañía la ha trastornado mas de lo que podría imaginar, y el recuerdo de la conversación con ella da vueltas y vueltas en su cabeza. Es como si Sofía le dejase claro que Fabián está enamorado de ella y que ya no puede hacer nada para evitarlo.

  —¡No, no, no es verdad! —Exclama Chloe entre sollozos dando vueltas.— ¡No es verdad, tu no puedes estar enamorado de esa mujer Fabián!

En una esquina frente a la pared de la mesa del despacho, Chloe tiene un pequeño espejo donde se está mirando.

  —¡Tú lo que estás es...es deslumbrado, es...es encaprichado con esa mujer, pero tú no la quieres, tu no puedes quererla!

Su otra personalidad se hace presente de nuevo y a través del espejo se responde a si misma.

  —¡Aquí la mujer de su vida soy yo! La única que le puede llegar a hacer sentir. ¡La única! Y así va a ser siempre Chloe. ¿Me estas escuchando? El no puede quererla. ¡Es mentira! ¡Mentira!

Chloe coge un pisapapeles que hay sobre la mesa  en forma de paloma, y lo tira arrojándolo sobre el espejo que cae roto en mil pedazos.

Mientras Fabián se encuentra con Sofía que charla amigable con uno de los empleados de la compañía.

  —Hola. —Sonríe Sofía al verlo.

  —Hola. —Fabián todavía está serio después de la conversación que mantuvo con su madre.

  —Quise dar una vuelta por la compañía para ponerme al tanto de todo. También fui al taller de costura.

  —Me hubieras avisado, yo con mucho gusto te acompañaba. ¿Me acompañas ahora? Quiero que conozcas un lugar al que todavía no has ido.

Sofía asiente y acompaña a Fabián hasta su despacho.

  —Esta es mi oficina Sofía. Como ves, está muy cerca de la tuya. Así que me puedes buscar cuando me necesites. —Dice por fin sonriente.

  —También puedo usar el teléfono para llamarte, supongo.

  —Si, también. Aquí tú mandas, puedes hacer  lo que quieras.

  —Todavía no puedo creer que me haya convertido en una de las dueñas de esta empresa. —Sonríe Sofía.

  —Bueno, eso es para que veas lo importante que es saber diseñar una fantástica campaña de ropa como la tuya.

  —Tu madre se molestó por una cláusula que incluí en el documento. Donde pongo la condición de entregar la campaña al completo dentro de seis meses. ¿A ti también te molesta?

  —Si te soy sincero. —Dice Fabián acercándose a sofía.— Quisiera que nunca entregues toda la campaña.

  —¿Y eso porque?

  —No quiero que eso sea el motivo que me separé de ti. No quiero que nada ni nadie me separe de ti.

Fabián acaricia el rostro de Sofía, y ella tiembla ante el tacto de las manos de Fabián perdiendo el control por un instante. De repente Fabián mira su reloj.

  —Me tengo que ir. He quedado con mi abuela para comer en la mansión. ¿Porque no vienes? Así la conoces personalmente.

  —Lo siento, tengo que trabajar. No puedo irme así como así.

  —¿Estás segura? señorita, en esta empresa tenemos derecho a dos horas libres para comer. Y tú y yo como jefes nos podemos tomar un poco más.

  —¿No se supone que deberías consultarmelo?

  —¡Vamos! Estoy seguro de que a mi abuela le encantarás.

Saga Venganza y amor. La venganza de tu amor. Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora