Lo que siento

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Kevin llama a la puerta del despacho de su hijo:

  — ¿Se puede?

  — ¡Claro señor Brown! —Exclama Bob levantándose de la silla donde estaba sentado.— Me tengo que ir, Fabián después ven a firmar los documentos y vamos a comer juntos. Os dejo.

Bob sale del despacho dejando a padre e hijo solos.

  — ¿Como te encuentras papá? Ayer estabas tan mal que me dejaste preocupado. Además, no te veo buena cara. Deberías hacer que te vea un médico.

  — ¡Estoy bien Fabián! Solo es cansancio acumulado. Pero ahora que veo lo bien que estás manejando la compañía me podré relajar.

  — ¿En serio crees que lo estoy llevando bien?

  — ¿Bromeas? Desde que estás al mando de la compañía, has sabido conquistar a Howard, un hueso duro de roer. Has organizado un concurso para poder encontrar al sucesor de Howard como futuro de la empresa. Y te preocupas por el bienestar de tus empleados. Estoy orgulloso de ti.

  — ¡Vaya papá! Es la primera vez que te oigo decir que te sientes orgulloso de mí.

  —Necesitaba que me lo demostrases, hasta ahora lo único que vi de ti fue un efusivo interés por las mujeres. No sabía si estabas a la altura de llevar una empresa. Ahora veo que si. No me defraudes hijo.

  —Descuida papá. No te dejare quedar mal. Por cierto. Voy a ver qué tal les va a los finalistas del concurso. ¿Te quieres venir? 

  —En otro momento. Quiero ir a tomar mis pastillas para el dolor de cabeza antes de que me empiece a doler. Vete, y ejerce de presidente.

Cuando Kevin sale del despacho Fabián sale en dirección al taller donde Sofía, Liam y Ava están trabajando. 

Sofía sigue dando instrucciones a su subordinada. Cuando se ve sola por un momento, mira a su alrededor. Jamás llegó a pensar que algún día estaría trabajando en una compañía tan grande.

  —¡Bienvenida a tu nueva oficina, Sofía! —Se dice a sí misma.— Desde aquí empezarás tu nueva vida. Y no descansarás hasta que los Brown paguen por cada una de las lágrimas de mamá. Sobretodo, prepárate tu, Fabián.

Sofía sigue trabajando en el.taller ajena a la presencia de Fabián.

  —Aqui estás Sofía. —Dice Fabián obserbandola de lejos.— A partir de hoy, nos veremos todos los días. 

Fabián camina por todo el taller. Ava y Liam se levantan de su mesa cuando lo ven pasar. Y Fabián les hace un gesto para que continúen trabajando.

  —¡Hola Sofía! ¿Que tal tu primer día en Alquer? 

  —Bien, aunque estaría mejor si el presidente no viniera a visitarme. —Dice molesta.

Saga Venganza y amor. La venganza de tu amor. Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora