Alguna gente sale del armario, yo salí de una taquilla

Capítulo 3: Perra no, perrísima

Hola, soy Catra y esta es la historia de cómo me lie con mi archienemiga en una fiesta playera. Parte 1.

-¿Realmente quieres hablar de eso Adora?- dije acercándome peligrosamente a su oreja y susurré lentamente- ¿no sabías que las niñas buenas no mezclan 5 tipos de alcohol diferentes en un mismo vaso? PUTA IMBECIL DE MANUAL

Pov Adora

Roja como un tomate por el ejercicio físico y en parte por las provocaciones de Catra antes del partido, me dirijo hacia los vestuarios, cambiándome a mi ropa habitual y sonriendo a mis mejores amigos, los cuales celebraban en la distancia los logros de cada uno. Había logrado colocarme como capitana del equipo, pero había algo que me molestaba un poco, había una chica en especial con la que tenía que hablar antes de que todo se desmadrara más de lo que ya estaba.

Como se me ocurre decirle la típica frase a Catra, A CATRA PRECISAMENTE, se me nubló la mente al ver de quien se trataba la huésped inesperada de mi taquilla y la he cagado a niveles insospechados, espero que nadie se haya dado cuenta.

Estaba ya saliendo del recinto cuando me di cuenta de que Catra estaba por irse, así que con la dignidad que me quedaba fui corriendo para averiguar cuanto de mucho la había liado. Sip, tengo fama de meterme en todos los embrollos que puedo y uno de ellos sucedió hace solo unas semanas atrás.

Después de llevármela a un lugar seguro, cerca de las gradas, ya que parece que le agradaba ese sitio desde que iniciaron el instituto y recibir un manotazo de su parte, empecé a exigir respuestas un tanto nerviosa intentando mantenerme firme para que no me vacilara como siempre.

-Escucha Catra, quiero hablar de la otra noche, sobre la fiesta que tú y yo sabemos- Había muchas lagunas mentales de aquel día, una de las cosas que sabía era que sus amigos no la miraban igual desde entonces y se parten de risa cada vez que la ven con un vaso en la mano, además que hubo varios acercamientos hacia su examiga que la habían afectado un poco, todavía extrañaba a la gata gruñona que la miraba con odio.

-¿Realmente quieres hablar de eso Adora?- dijo acercándose sigilosamente a mi oreja y susurrando- ¿no sabías que las niñas buenas no mezclan 5 tipos de alcohol diferentes en un mismo vaso? PUTA IMBECIL DE MANUAL

Mierda, me ha dejado sorda aunque no sé por qué pero me lo esperaba.

Pov Catra

-Tampoco hace falta que chilles histérica- voltee mis ojos y me dispuse a marcharme dejando de lado a Adora, cosa que no conseguí puesto que puso un brazo apoyado en la pared del lugar hacia el que iba a ir, rápidamente reaccioné y me fijé en el otro lado, el cual Adora también había cubierto con su brazo.

Genial, estoy encerrada.

Le gruñí de puro enojo, luego dicen que parezco un gato pero no puedo evitarlo, me sale solo, lo más vergonzoso es que a veces ronroneo, puta madre.

-No me gustan los espacios cerrados, ni tú tampoco, así que déjame en paz- estaba empezando a hartarme de la situación, esta posición era comprometedora y siendo Adora lo hacía el doble de malo. Estaba intentando evitar su mirada ya que si la miraba me entraría el gay panic y eso no sería bueno. Al fin carraspeo y la tuve que mirar.

-¿Y bien? ¿Vamos a quedarnos aquí toda la tarde o me lo aclaras?

-¿Aclararte el qué? ¿Tu orientación sexual? Aclárame tú a mí porque me besaste en la fiesta de fin del verano, imbécil- como pude acabe la frase y tragué saliva, esto se iba a descontrolar, se cortaba la tensión con tijeras (okey olvidemos las tijeras por ahora). Adora estaba en un estado catatónico y ni siquiera hablaba, solo me miraba alucinando en colores probablemente. Aparté sus brazos del lugar en el que estaban colocados, me separé un par de pasos y decidí contarle a la Barbie borracha sobre la famosa fiesta, con la esperanza de que ya no me persiguiera por ahí.