Capítulo 2🍼

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Taehyung se quedó mirando al lindo omega, observando con más detenimiento cada una de sus facciones. El aroma dulce y suave del omega llenó sus sentidos, provocando que su corazón latiera más rápido. No solo él se había concentrado en el omega, sino también su pequeño cachorro.

"A te conte ami," pensaba el pequeño, tratando de llamar la atención del omega con sus ojitos brillantes.

—Disculpe, ¿qué es lo que va a querer? —repitió el castaño, confundido por el comportamiento de Taehyung.

—Ah, sí, disculpe... una rebanada de pastel, por favor —murmuró sonrojado, sintiendo el calor subiendo por sus mejillas por lo que había hecho.

El omega se dio la vuelta y comenzó a preparar el pedido, sus movimientos eran elegantes y precisos. Taehyung no podía evitar notar cómo el aroma del omega lo envolvía, haciéndolo sentir una extraña calma.

—Aquí está —dijo el omega, dándole las cosas y recibiendo el pago de lo ordenado.

El pelinegro salió de la tienda, todavía sintiendo la calidez del encuentro, y se dirigió a su casa.

Ya había pasado casi una semana desde que Taehyung se encontró con el castaño en la cafetería. Desde ese día, su vida no había mejorado; el pequeño cachorro no quería ingerir nada, lo que hacía difícil alimentarlo ya que solo aceptaba una fórmula específica.

—Bebé, tienes que comer —le pedía Taehyung a su hijo, su voz teñida de preocupación, pero este solo se negaba—. Si comes, aunque sea un poquito, te prometo que te llevaré al parque —pronunció, y el pequeño hizo un esfuerzo por comer, con sus ojos brillando ligeramente.

Y como lo prometido es deuda, el pelinegro agarró a su hijo entre sus brazos y lo llevó al parque. Una vez allí, eligió sentarse bajo el mismo árbol de siempre. El aire fresco y el sonido de las hojas susurrando al viento proporcionaban un ambiente de tranquilidad. Extendió una cobija y colocó a su bebé sobre ella, mientras él sacaba su computadora portátil para enviar unos documentos importantes.

"Ai eta ami," se repetía el bebé al percibir el aroma del omega castaño. Como su papá no le hacía caso, aprovechó para moverse hacia el lugar de donde provenía ese aroma, su pequeño cuerpo se movía con determinación.

Al chocar con algo, se quedó mirando a la persona con la que había tropezado.

—Hola, nene hermoso —dijo el omega, colocando el libro que estaba leyendo en el suelo para poder alzar al pequeño y colocarlo en su regazo. El bebé sintió el calor y la seguridad en los brazos del omega y se acurrucó contento.

"Chi muy emocho ami," pensó el bebé, disfrutando de la cercanía.

—¿Dónde están tus padres? —dijo el castaño, tratando de visualizar quién sería el padre irresponsable que dejaría de supervisar a un pequeño bebé.

—Bua mua mu mua —"Ami eno ambe ame e ome," balbuceó el bebé, tratando de comunicar su alegría.

—Lo siento, pequeño, pero tenemos que buscar a tus padres —dijo el omega, cargándolo bien y dándose cuenta de que estaba muy delgado—. ¿No comes bien, hermoso? —preguntó, y comenzaron a platicar, inmersos en su propio mundo donde solo existían ellos dos.

Mientras estas dos personitas estaban concentradas en su plática, Taehyung estaba absorto en sus deberes. No se dio cuenta de en qué momento su pequeño se había alejado de su lado hasta que noto el completo silencio viendo que su hijo no estaba, observó a su alrededor y no lo vio. El pánico comenzó a instalarse en su pecho; no era posible que hubiera perdido a su pequeño ángel. Ese pequeño era lo único que lo mantenía con vida, que lo hacía salir adelante en esa cruda realidad.






















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"Ten presente que los resultados de tu futuro dependen de las decisiones y acciones que tomes hoy".

(Varios Autores)

🍼 Erᥱs mι bᥱbᥱ́ 🍼 VƙooƙDonde viven las historias. Descúbrelo ahora