4° Día Parte 1

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La mañana comenzó más tarde de lo normal, ya que todos durmieron como marmotas.

La pereza de todos los jóvenes les hizo llegar hasta la hora de comer sin despertar.

Gwen había dormido muy bien aquella noche, al tener al esto de niños ahí, su subconsciente le dejo de putear tanto. La tranquilidad de su mente era bastante nueva, ya que desde que empezó en el campamento no había podrido descansar.

Se levanto y arrastrando sus pies s acercó a donde estaba David para despertarle a este.

El muchacho se levantó tan ilusionado como lo hacía siempre, con sus sonrisa tonta y saltando de golpe fuera de la cama empezó a gritar.

- A despertar!!!

Los muchachos empezaron a quejarse por los frutos del mayor. Mientras algunos solo le respondían con miembros, otros le insultaban y gritaban de vuelta.

La consejera se reía por la relación de los pequeños y por el arrebato que había tenido su compañero. No le costó unirse a la fiesta de frutos que eataba ocurriendo.

- Hora de levantarse!!

- Joder... Déjanos dormir más...

- Max! Nada de insultos!

Gwen estaba metida en un ataque de risa provocado por todo lo que le rodeaba y que se empeoran cada segundo que pasaba.

David estaba hechándole la bronca al pequeño amargado por las palabras tan malas que están diciendo a aquellas tempranas horas.

Max mientras tanto muy confuso por el hecho de haber aparecido en su cama, ya que el recordaba dormirse en el sillón que estaba bastante alejado de su localización actual.

El resto de jóvenes tampoco estaban en silencio, ya que muchos estaban completamente extendidos por varias camas simultáneamente, gracias a que estaban tan juntas todos ellas que se podría llegar a ocupar 3 al mismo tiempo.

Sólo Space kid quedaba en su lugar legitimo. Ya que sus compañeros llegaba hasta tirarse por el suelo. Como había ocurrido con Neil que solo la mitad de su cuerpo estaba en contacto con la cama.

Nikki estaba hecho una bolita encima de su almohada, cual lobo protegiendo a las crias. Y el resto tampoco se salvaban de las extrañas formas de descanso que habían tenido.

El primero es salir de aquel trance fue Harrison, el cual después de estirarse un poco se puso sus zapatillas de "casa" que había hecho aparecer el día anterior. Tanto para el como para todos, un pequeño detalle de su parte.

Se pudo al lado de los dos consejeros y les gritó como habían hecho ellos con anterioridad.

- A despertar vagos!!

- Ojalá te caiga un rayo!!

Le gritó el que ya no aguantaba los gritos y sabía que no se podría volver a dormir, aquel joven que gritaba por todo.

Preston salto cabreado y sin decir nada más, cosa extraña para las personas que le conocían. Se acerco a un cubo con agua y bebió bastante, y seguido se limpio la cara. Lo cual le hizo despertar y poner una cara más apacible y volver a su comportamiento común.

El resto no se movía, y Gwen decidió unirse de nuevo a esa diversión de molestar a los jóvenes cansados.

Ella se acercó a Harrison, al cual le dijo algo lo suficientemente bajo para que medie le escuchará. Este sonrió y cogió su gorro y sacó algo que a lo entrego a ella sin que el resto se percata de del infierno que estaba por empezar.

(Camp Camp)   Una Familia Muy Diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora