5° Día Parte 7

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El teléfono sonaba, y seguía, y seguía. Parecía que nadie lo fuera a contestar, pero al final sí que lo cogio alguien.

- Buenas, Shasa al habla, de las Flower Girls.

- Hola Shasa, soy Gwen , del campamentos vecino. Llamo para preguntar qué tal os va por ahí? Por lo de la tormenta.

- Gracias por llamar, aquí todo va bien, excepto el hecho de que vimos manchado de barro todas nuestras botas...

- Un fastidio, oa hablado que el camión de alimentos viene mañana a la hora de siempre, para que no se os olvide.

- Nosotras no olvidarnos nada... Pero gracias por recordarnoslo.

- Un placer escucharos, hasta la vista.

- Lo mismo digo.

Al acabar la llamada, Gwen juro para buscar al astronauta que había estado en silencio. Pero no lo encontró.

Sino que él estaba en la cocina moviendo cosas para empezar a cocinar algo. Por lo tanto Gwen se acercó a él para preguntarle cuál era su plan.

- Voy a hacer la cena!

- Agh.... No, te acuerdas.que dije que si os levantabais tendríais una sorpresa?

- Sorpresa! Sorpresa!

- Pues vais a tener la.majlr cena del campamento!

- Cena ! Cena!

- Así que hora te toca ir fuera a jugar con el esto, y te llamaré cuando todo este listo, así podrás llamar a los demás.

El pequeño salió de la habitación dejándole a la mayor sola, para empezar son su sorpresa.

El joven corría mientras gritaba la noticia a los demás campistas, que soñaban despiertos con la idea de que podía ser tal sorpresa.

- Quizás hamburguesas!

- Pizza!

- Spaghetti!

- Caviar!

- Que?

- Nada... Déjalo...

Y así discutían sus ideas sobre cuál sería la deliciosa recompensa. Y no se daban cuenta de que ya empezaba a oscurecer.

Así que poco a poco, los esparcidos campistas se agruparon en las puertas de la cocina, intentando ver algo que les diera una pista.

Pero solo podrían observar a Gwen descansando sin mover mas que un dedo para realizar el teléfono.

- Quizás ya esté hecho?

- O lo este haciendo ahora...

- O no sea nada !

- No seas tan negativo!




Max se apartó poco a poco de los brazos del mayor. Se sentía muy feliz, y sin duda habia sido una de sus más agradables conversaciones en mucho tiempo.

- Ya estás mejor?

- Gracias David... Pero como se lo digas a alguien ... Olvídate de ese pelo que me llevas.

- Tranquilo, no diré nada.

- De verdad, gracias...

- Mañana más! Que ya a oscurecido

- Por mi vale, pero hay que acabar la partida a Uno.

- Será un placer.

Los dos se levantaron y se fueron juntos hacia la puerta, donde salieron casi simultáneamente.

(Camp Camp)   Una Familia Muy Diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora