𝐂𝐚𝐩 𝟐𝟒: "𝑨𝒛𝒂𝒎𝒊"

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𝖮𝗆𝗇𝗂𝗌𝖼𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾

El campamento se había vuelto una locura, los villanos habían atacado el lugar donde los jóvenes se encontraban. El estrés, la ansiedad y el miedo estaba presente en cada uno de los alumnos, inclusive en los profesores, quiénes se estaban preguntando como es que habían encontrado el lugar.

—¡Emiko! — Gritó el delegado de la clase 1-A, asustado por su amiga, quién había corrido sin miedo al bosque, o al menos eso pensaba él.

—Déjala Magne— Le dice Spinner a su compañera. —Ella es parte de la lista.

A la castaña no le importaba nada más que poder apagar el fuego y así ayudar a quienes pudieran tener problemas, toda la clase B se encontraba en el bosque y la mayoría de los de su clase, a excepción de los que estaban en clase extra y los que había dejado atrás con Iida.

—¡Señores! — Se escucha la telepatía de Mandalay es las mentes de todos. —Nos atacan dos villanos, es posible que haya más. Los que puedan vayan al campamento, aunque encuentren uno, retírense y no ataquen.

La tensión era palpable en todos los rincones del bosque, en especial de donde Emiko se había ido, donde los héroes se empezaron a sentir culpables por no detenerla y confundidos sobre la supuesta lista que mencionaron, al igual que Tenya e Izuku.

—¡Mandalay, sé donde está! — Le grita Deku antes de irse corriendo para salvar al sobrino de esta, Kota.

—Debemos irnos— Les dice Iida a los demás y ellos corren al campamento.

—Mi nombre es Emiko— Dice la castaña mirando a la mujer que tenía en frente.

—¿Así vas a tratar a tu madre? — Le pregunta sarcásticamente la fémina.

Ninguna se había visto en años, pero aún así Emiko seguía teniéndole miedo y rencor.

—Déjame adivinar, estás aquí porque te lo ordenaron— Le responde Emiko, quién estaba alerta, pues su madre no había hecho ningún movimiento extraño como para atacarla.

—Estoy aquí por cuenta propia, he cambiado— Mintió. --Solo quiero hablar contigo.

—Nunca haces algo por tu cuenta, siempre haces lo que te ordenan— Habla la menor chasqueando su lengua dándose cuenta de la mentira que había dicho su madre e ignorando completamente lo segundo. —Siempre estuviste detrás de tu esposo, como un perro faldero sin voz ni voto.

Eso claramente hace enojar a la madre, haciendo que utilizara su látigo de agua, Emiko lo esquiva como puede entre los árboles, usándolos como escudo.

—Que te hayas molestado, significa que sabes que tengo razón— Menciona tirando una ráfaga de aire hacía ella.

—¿Tan débil es tu poder aún? — Ríe su madre girando su látigo rápidamente, el cual se puso tieso en un momento para poderlo girar. —Si te hubieras quedado con nosotros, ya serías más fuerte.

—Como si me importara— Respondió la chica he intento tirar otra un poco más fuerte, pero no tuvo éxito alguno.

—Pensé que los héroes usarían mejor tú segundo quirk, pero me equivoqué— Le dice la madre cortando uno de los árboles donde estaba Emiko.

Ambas usaban sus poderes entre sí mientras discutían, pero los golpes o la pelea física no era importante para ninguna de las dos. A Emiko le importaba que alguna de sus palabras le afectaran para poder encontrar una ventana y escapar, en cambio a Azami, le importaba que su hija la escuchara, aunque fuera solo una vez.

Más de la mitad   |Todoroki y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora