TRECE.

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~Jeon Jungkook

Maldecía el día en que nació la persona que había dejado escapar este maldito virus. Espero que de verdad que haya sido el primero en morir por su invención tan estúpida.

No sabía para donde nos estábamos dirigiendo, pero los malditos infectados no nos dejaban de seguir y parecía que cada vez estaban pisándonos los talones. O tal vez era porque ya estábamos muy cansados, pues llevábamos más de media hora corriendo con tal de que no nos escupieran para infectarnos.

—¡Ahí! —Gritó Hoseok señalando un callejón donde habían unas escaleras de metal pegadas en la pared de un edificio. Todos estuvimos de acuerdo y corrimos hacia ellas.

Jimin jadeó apretando con fuerza mi mano para no soltarse y yo lo jalé para que siguiera corriendo junto a mí y no se atrasara.

Cuando llegamos al callejón el primero que subió fue Taemin y luego le siguió Hoseok.

—¡Sube tú, Yoongi! —Grité cuando comencé a oír los gruñidos acercarse, pero Yoongi negó.

—¡Sube primero a Jimin, trataré de detenerlos! —Yoongi sacó la pistola de su pantalón y en cuanto comenzaron a aparecer los infectados comenzó a disparar. Lo que más me sorprendió fue la perfecta puntería que tenía, cada bala estaba dándoles en medio de las cejas.

—Escúchame bien, Jimin. Agárrate fuerte de los barrotes o caerás, ¿Entendiste? —Lo hice que tocara los barrotes y como pudo comenzó a subir lentamente agarrándose fuertemente de estos.

—¡Ya no tengo balas! —Gritó Yoongi corriendo lo más rápido que pudo hacia mí. Cuando vi que Jimin ya llevaba una cierta cantidad de barrotes subidos, comencé a subir lo más rápido que pude para que cuando Yoongi llegara no le costara trabajo.

—¡Vamos Yoongi! —Grité desesperado al ver que los infectados le estaban pisando los talones. En cuanto llegó al inicio de las escaleras comenzó a subir lo más rápido que pudo, pero los infectados lo alcanzaron y uno de ellos tomó su pie impidiéndole subir —, ¡Dame la mano! —Grité tomándolo con fuerza una vez que me hizo caso. Lo jalé lo más que pude, pero otro de los infectados también lo había agarrado también, haciendo que su mano comenzara a resbalarse de la mía.

—¡Ayúdame, Jungkook! —Gritó desesperado tratando de zafarse del agarre de ellos. Tenía los ojos llorosos y se veía muy asustado —, ¡No me sueltes, por favor! ¡Jungkook, me estoy resbalando!

Si lo soltaba, Yoongi caería entre todos los infectados y se lo devorarían. Pero si yo me soltaba para jalarlo, caeríamos los dos. ¿Por qué esta mierda era tan difícil?

—¡Jungkook, quita la cabeza! —Gritó Taemin y lo hice rápidamente. Un pedazo de metal oxidado cayó con fuerza desde donde estaba él hasta uno de los infectados, golpeándolo en la cabeza y por la fuerza, haciéndolo caer el suelo. Yoongi jaloneó su tobillo y yo lo jalé hacia mí, hasta que por fin el infectado lo soltó y pudo volver a subir junto conmigo. Me temblaban las manos por el miedo, así que debía agarrarme más fuerte para no caer.

Llegamos hasta el segundo piso donde todos se encontraban, agitados y con la cara pálida del miedo. Volteé a ver a Jimin, quien estaba buscándome, apuntando su cara a todos lados y poniendo atención a los sonidos que hacíamos.

Toqué la mano de Jimin en cuanto me recompuse del gran esfuerzo físico que hice y él lo reconoció, ya que sonrió soltando un suspiro de alivio.

—¿Están todos bien? —Preguntó Hoseok y todos asentimos. Miré por el barandal del primer piso, abajo todo estaba repleto de infectados que trataban de alcanzarnos en un torpe intento con sus brazos estirados hacia nuestra dirección.

𝘋𝘦𝘴𝘵𝘳𝘶𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯 ¡! 𝗄𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇 ₁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora