TREINTA Y CINCO.

900 131 16
                                    

~Park Jimin.

En este momento me encuentro sentado sobre mi cama de la nueva casa, inhalando y exhalando repetidas veces, tal como el doctor mi psicólogo me había dicho para calmarme después de tener una pesadilla.

Últimamente estaba teniendo muchas pesadillas, siempre de lo mismo, de lo que pasó en Corea.

Exhalo una vez más y vuelvo a acostarme acomodándome el seguro que une un par de vendas detrás de mi cabeza para que no me lastimen, pues mis ojos se encuentran vendados. Después de cuatro semanas, mi operación había sido casi un éxito, según el doctor quien me operó, no hubo complicaciones y pudieron terminar sin que yo muriese. Sin embargo, faltaba la prueba final, que era quitarme las vendas para saber cómo se encontraban mis ojos y eso era en una semana, por lo que Jin me había dicho.

—¿Jimin...? Voy a pasar. —Oí una voz detrás de mi puerta, era Jin, quien no tardó mucho tiempo afuera ya que se oyó como la puerta fue abierta —, ¿Cómo te encuentras?

—Un poco mareado, pero bien. Estaba dormido pero tuve una pesadilla —Dije suspirando mientras sonreía levemente.

—¿Hiciste lo que tu psicólogo te dijo? —Dijo, sentándose a mi lado y poniendo su mano suavemente sobre mi rodilla. Rápidamente me tensé, pero segundos después respiré profundo tratando de calmarme.

—Sí, lo hice hace unos minutos.

Aún estaba asustado, pero lo estaba controlando poco a poco.

—¿Cómo se encuentra Jungkook? ¿Ya los dejaron pasar? —Pregunté volteando hacia la dirección donde él se encontraba.

—Eh, Jimin... —Dijo con Jin, que rápidamente logré escuchar cómo su voz se rompió y luego, un pequeño sollozo salió de sus labios.

Oh no...

—¿Qué le pasó a Jungkook? Está bien, ¿Verdad? —Dije desesperado, sintiendo como mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y luego, estas impregnaron la venda que tenía cubriendo mis ojos —, ¡¿Qué le sucedió, SeokJin!?

—¡Jungkook Murió! —Exclamó después de un gran sollozo. No pude contenerme, así que comencé a llorar de la misma manera, negando repetidas veces y apretando mis puños con muchas fuerza —, no aguantó el último tratamiento, el virus lo mató...

(...)

Claramente podía oír como todos los chicos murmuraban con entusiasmo y yo, me encontraba totalmente nervioso.

Estaba sentado en lo que parecía ser la sala de la casa, con el doctor frente a mí tratando de quitarme las vendas por detrás de mi cabeza y para comenzar a desenvolverlas.

—¿Estás listo Jimin? —Preguntó Jin y por que escuchaba, era quien estaba traduciéndome todo lo que el doctor me decía —, los resultados no pueden ser como esperabas, así que quiero que mantengas la calma...

—Sea lo que sean estaremos aquí para apoyarte —Dijo la pequeña voz de KyuHyun, quien me tenía tomado de la mano con fuerza.

—Estoy listo... —Susurré apretando con fuerza mis labios, esperando el resultado.

Sentí como cada capa de vendas fue retirada lentamente, hasta que pronto pude sentir como la última salió de mi piel.

—Abre los ojos lentamente... —Dijo Jin de nuevo, por lo que asentí, comenzando a abrir los ojos hasta que terminé de hacerlo —. Parpadea un par de veces, vamos, hazlo.

Hice cada paso que me dijo, hasta que mis ojos se abrieron por completo.

—¿Ves algo...? —Preguntó Yoongi. Por lo que volteé a donde había oído su voz.

Dios mío...

—¿Jimin? —Preguntó Jin de nuevo, pero no pude hablar, estaba totalmente en shock y no pude evitarlo, comencé a llorar con fuerza, sollozando de...emoción y felicidad. Era algo que me estaba sofocando y que necesitaba salir a gritos hasta que me desgarrase las cuerdas vocales.

Eran extrañas figuras que se movían con lentitud....extraños...colores que no sabía cómo se llamaban.

—¡Jin! —Grité buscándolo, aunque me sentí muy mareado por hacer ese brusco movimiento —, ¡Mierda, Jin!

Puedo ver...

—¿¡Qué sucede!? —Gritó de la misma manera, escuchando cómo había comenzado a llorar de desesperación.

Comencé a sonreír, levantándome de mi lugar para lanzarme a los brazos del que parecía ser Jin, ya que era la voz más cercana.

—¡Puedo ver, maldita sea! —Grité llorando en su hombro con euforia. Rápidamente Jin me abrazó de la misma manera, sollozando de felicidad.

—¡Jimin puede ver! —Gritó y pronto, los gritos de felicidad de todos se oyeron por el lugar.

Estaba feliz. Me sentía feliz.

Como quisiera que Jungkook estuviera para ver esto...

—El doctor pregunta, qué cómo ves las cosas —Dijo Hoseok con el tono de voz elevado mientras tomaba mi hombro.

—Borrosas y se mueven muy lento...Aún no distingo sus caras y mucho menos formas —Dije soltándome de Jin, para quitarme las lágrimas de la cara y sonreír ampliamente.

—Las indicaciones son estas, Jimin —Dijo Jin sentándome de nuevo sobre el sillón, escuchando atentamente como el doctor hablaba en noruego para después traducírmelo —. Vas a empezar de cero, eres como un bebé ahora. Con el tiempo tus ojos se irán enfocando hasta que logres reconocer formas y figuras. Después, con la ayuda de tu psicólogo y nosotros aprenderás todo lo que desees saber, cómo se llama tal cosa y qué es...Estarás bajo un tratamiento para que las suturas que hay en tu piel no se infecten, también...

Jin no terminó de hablar, pues la puerta comenzó a ser tocada con brusquedad y fuerza, haciendo que pegara un pequeño salto en mi lugar por el repentino ruido.

—Un segundo, iré a ver qué pasa —Dijo Jin, por lo que vi como su silueta comenzó a alejarse lentamente hasta que abrió la puerta. Todos nos quedamos en silencio, oyendo como un gritaba en noruego y luego en inglés. ¿Qué estaba pasando?

—¿Qué sucede, Jin? —Preguntó Yoongi alejándose también. Yo me quedé en mi lugar esperando a ver qué demonios le sucedía a la chica y por qué estaba gritando tan fuerte.

—¡¿Qué!? —Gritó Jin y los chicos comenzaron a hablar fuertemente en inglés, así que me desesperé y terminé parándome de mi lugar e investigar por mi cuenta a pesar de no saber absolutamente nada.

Pero luego, la voz de Jin gritando me hizo detenerme, sintiendo como mi corazón repentinamente se aceleraba y mis ojos se volvía a llenar de lágrimas.

—¡Jungkook está vivo!

𝘋𝘦𝘴𝘵𝘳𝘶𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯 ¡! 𝗄𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇 ₁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora