SETENTA Y NUEVE.

518 78 11
                                    

╒═══════════════════╕

Kim Namjoon.

╘═══════════════════╛

¡Taehyung, no te des-despegues de mí! —Mi garganta está tan cansada, que apenas y puedo gritar por tanto tiempo que he corrido. La mano de Taehyung está fuertemente agarrada contra la mía y siento que en cualquier momento mi hermano podría soltarme por lo cansado que se ve. Desde hace unos minutos, estamos tratando de escondernos de todos los muertos que nos están cazando como conejillos, claramente sin éxito. Tampoco puedo defenderme, ya que las balas de mi pistola se han acabado, y la mitad de mi pelotón está muerto. 

La granja es enorme y lo supimos de la peor manera. Tanto, como para esconder cientos de infectados que a simple vista parecían normales, pero no lo fueron. Al parecer, ninguno de los líderes sabía que esta granja alguna vez fue utilizada para la incubación del virus y también, que fue una zona de cuarentena aquí en Atlanta. Y por esa razón, en cuanto bajamos la guardia para comenzar a llevar todas las cosas que habíamos encontrado, cientos de ellos salieron de entre la paja, los huertos y del enorme granero que permaneció cerrado hasta que ellos mismos tiraron las puertas.

¿Lo peor de todo? Corren, y demasiado rápido.

¡Nam, ya no puedo! —Grita Taehyung, siguiéndome entre la maleza para poder salir de ahí lo antes posible hacia las afueras del bosque. Los gruñidos y alaridos de los infectados vienen detrás de nosotros, y no sé exactamente cuántos son, ya que no he volteado hacia atrás. Sin embargo, sé que son los suficientes como para comernos a los dos.

Y el sol de la tarde no ayuda, pues cada vez parece que los rayos de luz son más fuertes como para deshidratarnos, cansándonos mucho más rápido que otras veces.

—¡Sólo un poco más, Tae! —Exclamo, jalándolo con fuerza para cruzar fuera de la maleza y detenernos en las vallas del límite de la granja; Rápidamente observo detrás de mí, y luego hacia el frente, observando que es un acantilado no muy grande, pero que si cruzamos, lo único que haremos es rodar hasta llegar al piso —, a la mierda, ¡Brinca la valla!

—Pe-pero Nam...—Balbucea Taehyung, mirándome con miedo.

Esa carita, es la misma que hacía cuando era pequeño e iba conmigo hasta mi habitación para que yo lo pudiese calmar.

—Hermano, si no saltamos, nos van a comer vivos —Digo, tratando de que reaccione ante la situación. Y en efecto, los gruñidos de los infectados se escuchan cada vez más cerca, por lo que Taehyung me mira con los ojos cristalizados y asiente segundos después, tomando de nuevo mi mano para así saltar la valla con sumo cuidado de no atorarnos.

Y la suerte está de nuestro lado, pues cuando todos los infectados se estrellan contra la valla con total violencia para alcanzarnos, Taehyung y yo comenzamos a rodar por el acantilado lleno de pasto. Y conforme bajamos, es más dolorosa la caída debido a las piedras, pero al menos a los infectados ya les llevamos mucha ventaja.

Finalmente mi cuerpo cae bruscamente al final del acantilado, donde pronto también cae Taehyung gimiendo de dolor. Quisiera quedarme ahí en el suelo y descansar, pero no hay tiempo de quejarse, pues los infectados no son detenidos por la valla por mucho tiempo, ya que éstos también se han comenzado a aventar para llegar hasta nosotros.

Rápidamente me levanto de mi lugar, para después darle una mano a Taehyung y que él pueda levantarse también.

—¡Ahí! —Exclama Taehyung, señalando una choza que parece muy vieja, pero que al menos nos ayudaría a escondernos de los malditos infectados que tratan de comernos. Mi hermano y yo no dudamos en correr hacia ella, pues no está muy lejos de nosotros, y todos los infectados que lideraban a la horda están cayendo cerca de nosotros. Antes de que ellos se levanten, él y yo salimos disparados de ahí hasta llegar a la puerta donde yo la abro con brusquedad para después cerrar detrás de nosotros con rapidez —. Ayúdame a mover ese mueble —Ordena Taehyung señalando un mueble de madera, por lo que yo asiento jalándolo con fuerza junto con él, tapando así la entrada.

𝘋𝘦𝘴𝘵𝘳𝘶𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯 ¡! 𝗄𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇 ₁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora