TREINTA Y TRES.

969 134 24
                                    

~Jeon Jungkook.

Mi vista se posa en los doctores frente a mí vestidos con trajes especiales, quitándome la ropa y cambiándola por una bata de color amarilla. Todos hablan en noruego y de vez en cuando me voltean a ver, apuntando cosas que no lograba identificar en sus bitácoras y entrando y saliendo de la habitación.

No parece un hospital, a diferencia de uno normal, este tiene dos ventanas; una sellada por fuera por medio de una reja y la otra que parece de un vidrio muy difícil de romper y que tiene agujeros por donde seguramente los doctores te hablan para no entrar directamente hacia la habitación. Y por último, dentro, sólo hay una camilla, donde me encontró acostado y una silla completamente blanca.

Por alguna razón bueno las palabras no salen de mi boca, por lo que suponía que me encontraba sedado. Lo último que recordaba, era como el militar de mi grupo me escoltaba hacia la azotea, donde seis militares llegaron a atarme de manos e inyectarme algo en el brazo, después, había despertado aquí, en una extraña habitación con luces de baja densidad.

Después de incontables minutos donde luché por hablar, por fin las palabras comenzaron a arrastrarse fuera de mi boca. Era como si estuviera muy cansado y me estaba haciendo desesperar, pues las oraciones que estaba formulando en mi mente estaban siendo entrecortadas.

¿Qué...qué p-pasa? —Pregunté mirando a los doctores, pero parecieron ignorarme —. Hey, l-les estoy ha-hablando.

Uno de ellos se acercó a mí sin decir nada y sólo pasó una luz sobre mis ojos, que hizo que instantáneamente los cerrara por el ardor.

¡Explíquenme q-que sucede! —Cuando las palabras comenzaron a salir de mi boca con más fluidez, pude levantar el tono de mi voz y ahora sí, todos me hicieron caso.

¿Cuál es tu nombre, jovencito? —Preguntó uno de los doctores más viejos de ahí.

Jeon Jungkook. —Contesté con cierta desconfianza —. ¿Pueden explicarme qué está p-pasando? —Pregunté tratando de pararme, pero rápidamente me di cuenta que no logré hacerlo ya que mis manos y pies habían sido esposados a los cuatro puntos de la camilla.

¿En qué momento lo hicieron que no me di cuenta? Seguramente mi cuerpo estaba demasiado sedado como para sentirlo.

Estás en cuarentena, Jeon Jungkook. Te hemos hecho un lavado de estómago por la cantidad de sangre que ingeriste, pero no sabemos si el virus ya está dentro de ti —Tragué saliva en cuanto el doctor dejó de hablar e inconscientemente mi vista se tornó borrosa —, ¿Puedes explicarnos qué sucedió hace tres días, cuando fuiste a la descontaminación, por favor?

¿¡Tres días!? —Pregunté exaltado, sintiendo mi respiración agitarse con fuerza. ¿Estuve inconsciente tres malditos días? —, ¿Dónde están mis amigos? ¿Saben que estoy aquí? Quiero verlos, ahora.

Primero debes decirnos todo lo que recuerdes, después podremos llamar a tus amigos para que vengan. El oficial Ragnar ya les avisó tu situación y están en espera de tu recuperación, claro, si es que el virus no te ataca primero.

Bien...El día que fuimos a la descontaminación, transcurrió normal al principio. Maté unos cuantos infectados como orden sin problemas, hasta que llegamos a un pasillo donde tuvimos que separarnos en pequeños grupos para que nos tardáramos tanto —Observé como los demás doctores comenzaron a escribir mientras yo hablaba, así que suspiré y seguí hablando —. La última habitación que revisé, había un pequeño niño que seguramente no pasaba de los ocho años de edad. Pensé que estaba vivo...

𝘋𝘦𝘴𝘵𝘳𝘶𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯 ¡! 𝗄𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇 ₁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora