Te encontré

Capítulo 4: Idiota.

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SCARLETT

Escucho el sonido de una alarma. Estiro mi brazo y la apago. Luego de unos segundos logro abrir mis ojos y me fijo en la hora, 7:00 am. Tengo 30 minutos para bañarme y vestirme, e ir al comedor a desayunar.

Mientras me baño no puedo dejar de pensar en el día de ayer, más que nada en mi primer beso.

Estoy tan ansiosa por ver a Bruce.

Ya vestida con mi uniforme, me acomodo mi cabello en un moño bajo y suelto algunos mechones. Me miro en el espejo y sonrío al estar conforme.

Tarareando una canción en mi mente salgo de mi dormitorio y me dirijo al comedor, que si no me equivoco se encuentra al otro lado del internado.

En el camino me alcanza Jacob y vamos hablando alegremente.

—Cómo ha sido tu primer noche? ¿Dormiste bien a pesar del reto? —indaga curioso.

—Si, he dormido bien. La cama es muy cómoda. —contesto encogiéndome de hombros, y mordiéndome la lengua para no decir que luego del beso dormí de maravilla.

—Acerca del beso, ¿estás bien?

Frunzo el ceño en señal de confusión.
«¿Por qué tanto interés?», pienso.

—Quieres saber si el beso me gustó? —pregunto directamente y él se sorprende.

—Claro que no. —se "ofende" y yo lo miro levantando una ceja —Bueno, en realidad sí —termina admitiendo avergonzado.

—Sólo fue un reto. —digo, fingiendo no darle importancia.

—Ya sé, pero eso no quita que te haya gustado o no. ¿Te gustó?

Sinceramente, no sé que responder. No quiero que sepa que el beso me fascinó y no es porque no confíe en él, sino porque me siento insegura. Primero quiero saber qué es lo que me pasa con Bruce y luego, tal vez lo hable con alguien.

No alcanzo a responder cuando Jacob se tropieza y cae al piso. Confundida me acerco a ayudarlo, pero él me esquiva y se dirige enojado a un grupo de chicos que se encuentran, apoyados en la pared, riéndose entre burlas.

Es cuando me doy cuenta que Jacob no se ha tropezado, le han puesto el pie para que se caiga.

—¿Qué pasa Jacob, tan torpe eres que te caes al piso sólo? —pregunta burlonamente un chico, que parece ser el que manda del grupo.

Antes de que Jacob logre acercársele demasiado, Milo viene corriendo en nuestra dirección y lo detiene para llevárselo.

—Ve al comedor, ángel. —me dice antes de retirarse con su amigo, quien no luce muy feliz.  Yo tampoco lo estaría si vas caminando tranquilo y te meten el pie para que te caigas.

Intento irme rápido para que esos odiosos chicos no noten mi presencia, pero supongo que fallo porque ni bien me siento en una mesa apartada del comedor, alguien se sienta conmigo. Y ese alguien es el mismo chico que provocó e hizo enojar a mi amigo.

Es morocho con ojos claros. Lindo, lástima que sea tan idiota.

—Así que tu eres la famosa Scarlett. En apenas un día he oído mucho de ti. —me habla con una actitud arrogante. —Por fin te conozco, soy Augustus. —se presenta y yo no le contesto, en cambio, lo fulmino con la mirada.