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Capítulo 24: Un interesante último día.

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SCARLETT

Finalmente, el tan esperado último día de clases ha llegado.

Mientras que afuera nieva con entusiasmo y los árboles se encuentran cubiertos de una capa blanca, dentro del internado, los alumnos empacan con emoción algunas de sus pertenencias en sus maletas y bolsos.

Yo, por mi parte, me estoy dirigiendo por los pasillos hacia el laboratorio de química donde el profesor de esta materia me citó para entregarme la nota del último examen. Al llegar, saludo al que, para mí, es el profesor más amable del internado. Éste me comunica que obtuve la nota más alta en la evaluación y me felicita acerca del desempeño que tuve en su asignatura hasta ahora. Luego de agradecerle, me retiro.

De repente, al doblar por el pasillo, me choco abruptamente con el cuerpo de alguien, provocando que pierda el equilibrio y caiga sentada hacia atrás, mientras que las hojas de mi examen se desparraman por el piso. Con intención de proferirle un insulto a la persona bruta causante de mi caída, levanto mi mirada y la enfoco pero me quedo callada al reconocer a un profesor. Más precisamente, al joven profesor James. Me agradezco mentalmente de no haber caído en la tentación y haber soltado esas para nada agradables palabras que tenía planeadas, ya que lo último que deseo, es ser suspendida por insultar a un profesor.

—Scarlett. —murmura con sorpresa el profesor James. —Lo siento mucho. —agrega y me tiende una mano, y aunque al principio dudo de tomarla, luego termino aceptando su gesto sólo por cortesía. Ya levantada, se me hace extraño que todavía no me haya soltado la mano, por lo que, con incomodidad intento retirarla. Él se da cuenta y lo impide, sujetando mi mano con suavidad pero a la vez con firmeza.

—¿Estás bien?, ¿te he hecho daño? —pregunta con preocupación mientras acaricia con sus ásperos dedos mi mano.

—Si, estoy bien. —respondo con nerviosismo y aparto mi mano de la suya para agacharme y recoger las hojas del piso. Él me imita y me ayuda a juntarlas.

—De verdad lo siento mucho, venía con prisa y debí haber ido con más cuidado. —agrega.

—No se preocupe. —digo y sonrío intentando aliviarlo.

Él asiente, ya menos preocupado.

—¿Tienes unos minutos? Me gustaría hablarle sobre algo. —comenta.

—Claro. —contesto, pensando en que tal vez tiene algo importante que decirme acerca de su materia.

—¿Qué te parece si mejor vamos a un lugar más privado? —indaga con voz baja y lenta mirándome con sus ojos verdes.

Su propuesta me resulta muy sospechosa, es decir, ¿para qué quiere que vayamos a un lugar privado, si el pasillo está completamente vacío?, ¿qué es eso tan importante que debe decirme y que tiene que ser a solas? Un par de suposiciones vienen a mi mente, haciéndome asustar.

Seguramente, al ver mi expresión dudosa, el profesor dice con tono insinuante: —No pienses mal, no va a suceder nada que tu no quieras.

Anteriormente, no me he relacionado mucho con chicos, mi primer acercamiento con el género masculino lo tuve con Bruce, por lo que no tengo mucha experiencia acerca de los hombres y de cómo suelen actuar cuando una mujer les atrae. Pero aún así, puedo asegurar que el profesor James me está coqueteando. Y aunque es bastante apuesto, no estoy para nada interesada en él en ese sentido. Si el Director Frederick se llegara a enterar de esto, sería un gran escándalo, es decir, la situación es bastante clara, no creo que yo la haya malinterpretado. Ni siquiera en mis sueños aceptaría reunirme con el profesor a solas, luego de que haya acariciado mi mano y me haya hablado con un tono bastante insinuante.