Capítulo 18: Decepción.

268 27 2
                                    

♥️

SCARLETT

Bruce se queda en silencios por unos segundos.

Me desconcierta el hecho de que no haya dicho nada ante mi discurso. Pero más me desconcierta lo que está sucediendo con Jacob, él y yo.

Realmente, nunca pensé que le iba a gustar a un chico ya que mi autoestima es muy baja, pero menos a dos. Y lo peor es que son mejores amigos. Si surge algún tipo de rencor entre ellos la culpa no me dejará descansar.

—Voy a ser claro, porque creo que te lo debo y es lo mejor. —comienza a decir y su tono severo me alarma.

Siento que lo que va decirme no es lindo y que me va a doler. Cuán acertada estuve.

Asiento indicándole que prosiga.

—Lo que sea que teníamos entre nosotros se acabó. No más besos, coqueteos ni caricias. Tú irás por tu lado y yo por el mío. —finaliza, dejándome helada.

No puedo creer lo que acaba de decir. Se forma en un nudo en mi garganta que me obligo a tragar para poder hablar.

—¿Es por el beso con Jacob? Te he dicho la
verdad. —murmuro con un atisbo de desesperación.

—No es por eso. —me corta con enojo y yo levanto mis cejas, asombrada de su tono. Él nunca me habló así. —¿Quieres saber la razón? Bien, te la diré. A Jacob le gustas y no puedo estar contigo sabiendo que joderé mi amistad con él. Si tengo que elegir, prefiero mil veces a mi mejor amigo antes que a una chica. —la última palabra la dice con tono despectivo.

Mis ojos se empañan y bajo la mirada para que no los vea.

—Lo entiendo. —murmuro con voz rota.

Y de verdad lo hago.

No pude parar de pensar en esta situación desde la tarde anterior en que supe que a Jacob le gusto. De repente, me siento avergonzada de haber pensado que Bruce buscaría una forma para arreglar todo esto y luego estaríamos juntos. Realmente, creí que él iba a apostar por mi.

Me siento decepcionada, y no de él, sino de mi. Por haberme permitido volar tan alto, y ahora estoy cayendo sin paracaídas. Sólo soy una chica más para él, es obvio que elegiría a su amigo. Esto es mi culpa, por haber creído que sería como los libros románticos, esos que leía a escondidas de mi padre.

—No estoy enojado contigo. —agrega con un tono más suave. —Me gustaría que olvidaras, así como yo ya lo hice, lo que sucedió entre nosotros, que además no fue de mucha importancia.

Sus palabras hacen que mi decepción incremente y se clavan como un puñal en mi dignidad.

No digo nada mientras miro en un punto fijo de su habitación.

—Ya verás que en unos días esto quedará en el olvido. —sigue hablando.

Levanto mi rostro para mirarlo e indignada le
digo: —Yo no puedo ser tu amiga.

—No pretendo que lo seas. —me contesta cortante.

En este momento, siento la necesidad de salir disparando de su presencia. No quiero verlo ni escucharlo nunca más.

—¿Algo más que me quieras decir? —pregunto en tono bajo y frío.

—Si. No podrás tener nada con Jacob y cabe destacar que con Milo tampoco. —lo dice irónicamente haciéndome enojar.

¿Acaso está insinuando que soy yo la culpable de todo esto? ¿Piensa qué iré a buscar otro chico en el cual refugiarme?

Podría discutirle ante la idiotez que acaba de decir, pero sinceramente no tengo energía. Le dedico una última mirada transmitiéndole la desilusión y tristeza que siento, giro y luego salgo de su dormitorio.

Te encontré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora