Capítulo 23: Un par de confesiones inesperadas.

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♥️

BRUCE

Para el Internado Northride, la Navidad es una tradición sagrada, por lo que como todos los años, la última semana antes de las fiestas y de nuestras vacaciones, todos los estudiantes y profesores se reúnen y organizan las decoraciones para adornar todo la construcción. Y aunque es un trabajo bastante arduo, ninguno de los chicos del internado se queja, ya que es colgar luces y adornos por las paredes o tener clases normales, y obviamente nadie quiere tener éstas últimas a la altura del año en la que nos encontramos.

—Bruce, ¿me alcanzas más adornos? —escucho a Jacob pedirme, quien se encuentra subido a una escalera intentando colgar varios adornos en el gran árbol de navidad del salón principal.

—Claro. —contesto y enseguida abro una caja para sacar más adornos y alcanzárselos.

Todo el internado está repleto de alumnos y profesores decorando las paredes, yendo y viniendo con adornos, guirnaldas, luces y tarjetas navideñas.

Mientras decoro con algunas estupideces el árbol, busco con mi mirada una cabellera marrón oscura y sonrío cuando la encuentro a lo lejos junto a Milo. Ambos se encuentran sacando varias guirnaldas de una gran caja de cartón. No puedo seguir observándola más porque mi vista es obstruida por la presencia de Augustus, quien se acerca caminando en mi dirección, y se detiene al llegar enfrente mío.

Decido ignorarlo y prosigo con mi tarea de sacar adornos de las cajas y colocarlos en el árbol. Pasan unos minutos sin que ninguno de los dos suelte una palabra, y cuando quiero alcanzar otra caja, Augustus la patea lejos de mis manos. No puedo evitar caer en la provocación, me levanto abruptamente y lo enfrento.

—¿Qué quieres? —espeto y él suelta su típica risa burlona que tanto me hace enojar.

—¿Sabes? Hoy mi padre me llamó en la mañana para decirme que no era bienvenido de pasar las fiestas en su casa. Que Shane tenía permitido ir pero yo no porque según sus palabras, yo soy un traidor. Así que supongo que no tengo otra opción que pasar la navidad en la cabaña de mis abuelos en Canadá, aunque me hubiera encantado ir a mi casa con mi familia. —explica un falso tono calmado y mirándome a los ojos con rencor.

Doy un paso hacia atrás ante su acusación ya que sus palabras se han clavado como puñales en mi. Relajo mis gestos y lo miro con una mezcla de arrepentimiento y vergüenza.
Soy muy consciente de lo que hice hace dos años y es algo de lo que me arrepiento todo el tiempo.

—Augustus...

—No quiero tu lástima ni tu condescendencia. —me corta con rabia. —Lo que recién acabo de decirte, lo hice sólo para que lo tengas presente y entiendas el porqué de mis acciones futuras.

Me quedo helado por unos segundos y luego reacciono.

—A mi puedes hacerme lo que quieras porque lo merezco, pero por favor, no involucres en esto a Scarlett. —digo con seriedad.

Augustus se ríe irónico.

—¿Qué sentido tendría entonces? Tú te metiste con mi familia, yo me meteré con Scarlett porque sé que te importa mucho. —finaliza alejándose de mi.

—Augustus. —replico con tono enojado, sin embargo él me saluda con un burlón gesto de la mano y se va rápidamente.

A mi lado, observo que Jacob baja de la escalera con un gesto preocupado y mirando hacia por donde se fue Augustus.

—¿Qué sucedió? —pregunta.

—Lo mismo de siempre. —digo serio.

—¿Todavía no se olvida de lo que sucedió hace dos años? —cuestiona con confusión. Yo niego con pesadez.

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