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Capítulo 6: "Hasta aquí llegué".

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BRUCE

Es sábado por la tarde, han pasado tres días desde que le destrozaron el dormitorio a Scarlett, y he estado todo este tiempo demasiado empeñado averiguando quién pudo haber sido. Le prometí a ella que iba a encontrar al culpable y lo voy a hacer, cueste lo que me cueste.

Mi principal sospecha es Augustus. En la mañana del mismo día que Scarlett recibió la carta, Augustus me amenazó. Recuerdo que nos cruzamos en el pasillo y tuvimos una pequeña disputa por cosas del pasado, al final, él terminó advirtiéndome que "cuidara bien a mi protegida" y yo diciéndole que si se atrevía a hacerle algo iba a tener que atenerse a las consecuencias.

La otra sospecha es que haya sido algún chico de Sócrates, por ejemplo Shane. A éste lo he estado observando y parece ser muy buen amigo de Scarlett, realmente no creo que haya sido capaz de hacerle daño, pero igualmente no lo descarto. Tal vez el anónimo esté en House Mozart o House Euclides, aunque no lo creo, ellos saben que por su bien no deben meterse con House Aristóteles ni House Sócrates. Y si el admirador secreto llega a ser un miembro de mi casa, reaccionaré muchísimo peor.

El que envió la carta deseará no haberla mandado, le haré la vida tan miserable que saldrá huyendo de Northride.

Sentado en mi escritorio me tomo la cabeza en señal de frustración. Sabía que iba a suceder algo parecido, Scarlett es demasiado hermosa y está en un internado lleno de hombres. Me tiene enfermo el hecho de que alguien esté obsesionado con ella.

El sonido del timbre de mi celular me saca de mis divagaciones, lo agarro, y me fijo en el identificador de llamadas y éste indica que por décima vez en el día mi padre está llamando.

Resoplo y me resigno a atender.

—¡¿Dónde mierda estás?! —grita furioso.

—En Northride. —respondo tranquilamente.

—¡¿Por qué no contestabas las malditas llamadas?!

—He estado ocupado.

—¿Ah si? No me importa, tendrías que haber llegado a casa ESTA MAÑANA. Así que agarra tus cosas y te vienes aquí INMEDIATAMENTE, ¡¿escuchaste muchacho?!

La razón de su enojo es porque no me presenté en su mansión. Los fines de semanas, los alumnos pueden ir a sus hogares con sus familias, los que no, se quedan en el internado.
Casi nunca voy a mi casa, sólo lo hago cuando mi padre organiza alguna fiesta importante con sus socios y me obliga a a asistir. Pero esta vez me niego. Me niego a tener que verle la cara y aguantar que me trate como a un empleado más. Me niego a soportar a su nueva esposa queriendo reemplazar a mi madre. Y me niego a tener que actuar delante de otras personas como el hijo prodigio.

—No voy a ir. —digo firmemente.

—Mira Bruce, no me desafíes. Asistirás quieras o no.

—No lo haré, tengo cosas más importantes que hacer que ir a una estúpida fiesta. —finalizo y no espero su respuesta, directamente corto la llamada.

Salgo de mi dormitorio y voy a la sala, que está prácticamente vacía ya que la mayoría de los chicos se han ido a sus casas.