La casa de los Holmes

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Después de que John y el señor Holmes tuvieran una agradable charla mientras este último diera unos últimos retoques al estante, Sherlock decidió ir a descansar al sofá, había sido agotador escucharlos hablar tan animadamente, se recostó y cerró sus ojos, desde ahí aún podía oír la conversación. John no dejaba de soltar halagos "Sherlock es increíble", "Sherlock es brillante". Obviamente le encantaba que el rubio alabara su intelecto, pero no frente a su padre, seguro le contaría a su madre y no habría vuelta atrás, tendrían material para fastidiarlo. Además ¿Que fue eso de invitarlo a cenar? Estaba 98% seguro que su padre tenía un plan para engatusar a John ¿Que le dio por hacer papel de casamentera?

-Hijo, ya terminé!- Escuchó decir a su padre, se levantó para caminar hacia la salida.

-Muchas gracias señor Holmes, ha quedado estupendo- Decía John mientras estrechaban sus manos.

-No fue nada.- Le sonrió con calidez al más bajo.- Sherlock ¿Por qué no te quedas aquí con John hasta que cierre la biblioteca? Iré a casa para ayudar con la cena. Te llamaré cuando esté lista.- Sonó más a una orden.- Nos vemos pronto, John- Se despidió el mayor de los Holmes tomando sus pertenencias para luego salir rumbo a su hogar.

Sherlock se quedó parado mirando la puerta, si su padre lo quería lejos de casa eso significaba sólo una cosa, pondría a su madre al tanto de todo.

-Eso salió bastante bien ¿No crees?- Habló más relajado el rubio.

-Claro que no! John, eres tan obvio- suspiró mientras pasaba una y otra vez las manos por sus desordenados rizos.

-¿Por qué soy obvio? ¿Qué hice?- El rubio parecía no comprender la situación. Sherlock no pudo ante la mirada de decepción del más bajo.

-Solo fueron muchos halagos, nada importante.

-Quizá no debí aceptar la invitación a cenar...

-Descuida, tenemos tiempo para prepararnos ante sus amenazas- Puso una mano sobre el hombro del rubio.

-¿Amenazas?

-Si, harán su jugada en la cena, es estrategia John.

-Quizá solo quieren ser amables. Además no entiendo nada, Sherlock.

-Oh Watson, eres tan inocente- Sonrío el menor- Han esperado años que alguien quiera relacionarse conmigo de forma amistosa, nadie en su sano juicio me considera "agradable", hablando de personalidad, pues físicamente me considero bastante guapo- John puso una mano en su boca, tratando de disimular la risa que amenazaba con salir.- Y bueno, en parte fue mi error comentarle a mi padre que no quería que tuvieras problemas por mi culpa, lo cual es extraño y mi padre lo notó.- John encontró totalmente adorable que el menor se hubiese preocupado así por el.- Quieren engatusarte, John!! Se dieron cuenta de que me... agradas.

-Tu también me gustas, Sherlock- Dijo el rubio mientras se acercaba al menor, John lo abrazó por la cintura, la diferencia de altura era considerable, pero eso no les molestaba en absoluto. Sherlock rodeó a John por los hombros en un cálido abrazo, se sentía avergonzado, su cuerpo actuaba solo en busca de contacto.

De pronto la puerta se abrió y ambos se empujaron totalmente avergonzados.

-¿Están solos?- Asomó la cabeza por la puerta la señora Hudson. Ambos asintieron.- Uff que nervios, no quería interrumpir.- El corazón de Sherlock estaba latiendo desbocado, su cara estaba ardiendo, pero la adrenalina por el temor a ser descubiertos le causó una sensación extrañamente placentera, ya tendría tiempo después para descubrir de qué se trataba.

-Hoy estoy invitado a cenar... a casa de Sherlock- Habló el rubio acercándose a la mujer que ahora había tomado asiento tras el mostrador.

-Que maravillosa noticia, chicos! ¿Ya lo hicieron oficial?- Ambos la miraron y negaron.

Incompetencia / Teenlock AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora