El sábado todo había comenzado genial, claro sin contar que Sherlock estaba bastante incómodo en cuanto a la pequeña molestia en sus caderas, el resto había iniciado de maravilla. Luego de una ducha juntos, en la cual no pudieron evitar seguir jugueteando, bajaron a desayunar, todo se sentía perfecto entre ambos. John cocinó como si estuviese en su propia casa mientras el menor esperaba sentado en la pequeña mesa bebiendo un vaso de jugo. Sherlock observaba al rubio de arriba abajo, ante los recuerdos de la noche anterior no podía controlar el rubor en sus mejillas. A pesar de haber sido un poco confuso al principio debido a las inseguridades de ambos todo salió de maravilla al final. Cuando recordaba lo sucedido le costaba creer que hubiese sido real, tan perfecto.
-¿Estas bien?- Preguntó el rubio antes de sentarse frente a el, había servido los hotcakes en dos platos, además de los huevos y las tostadas, Sherlock envidiaba el apetito voraz de John.
-Estaba... pensando.- Sonrió el menor antes de comenzar a comer.
-Yo también estaba pensando... creo que deberías volver a la escuela, Sherlock.- La sonrisa se había desvanecido por completo.
-Haré como que no dijiste eso, no arruines nuestro fin de semana, John! El lunes por la mañana cuando bebamos té en la biblioteca podrás hablar las idioteces que quieras, y te prometo que pondré atención.- John suspiró derrotado, por una parte no quería dejar ese tema de lado, ya había estado posponiendolo mucho tiempo, creía firmemente que el menor no estaba actuando bien para con sus padres, ellos que eran tan buenos y comprensivos, incluso con él mismo. Al principio creía que era un tema que no le concernía, pero ahora se sentía como un cómplice de algo malo. Por otro lado no quería arruinar todo lo que habían avanzado, Sherlock era mucho más abierto con él, eso era algo bueno, no quería que por sus comentarios el menor se encerrara nuevamente en su caparazón y lo ignorara el resto del fin de semana.
-¿Qué haremos hoy?- Preguntó algo cabizbajo antes de tomar un sorbo de café.
-Creo que deberíamos..- Su idea fue interrumpida por unos intensos golpes en la puerta de entrada.- Oh Dios! no puede ser.- Se levantó rodando los ojos, John lo siguió hasta la puerta principal, le parecía extraño, las otras veces que había ido jamás alguien llamó a la puerta, muy pocas veces veía personas por ese lugar.
-¿Quién será?
-Se exactamente que es un fastidio.- Contestó el menor con clara molestia en su voz, dando los últimos pasos hasta la puerta, al abrirla su expresión cambió drásticamente a una sonrisa dulce y de lo más fingida que John había visto en su vida.- Señor Frankland ¿Qué lo trae por aquí en esta hermosa mañana de sábado?
-Holmes.- Habló de forma dura un anciano, no tan viejo, pero por lo visto bastante gruñón.- Veo que no están tus padres.- Dijo intentando mirar al interior de la casa.
-Eso es correcto, que hábil se levantó hoy... Entonces ¿A qué debo su presencia en mi casa?
-Una rama del nogal de tu jardín cayó sobre mi cerca. Tendrás que repararlo.
-Pues yo no la tiré.
-Lo hizo el viento, muchacho! Te crees tan listo, debes aprender a hacer cosas de hombres, como reparar mi cerca!- El anciano hablaba bastante exaltado, si bien no había sido culpa de ellos John tenía una extraña manía de ayudar a los ancianos.
-Descuide, señor. La arreglaremos luego de desayunar.- Dijo el rubio asomando su cabeza por encima del hombro del menor.
-¿Y tú quién eres?
-John Watson, señor.- Le dió un pequeño empujón a Sherlock para tenderle la mano al hombre.- Un gusto.
-Igualmente joven, espero pueda llevar por buen camino a la oveja negra de los Holmes.- Sherlock miraba indignado como su John fraternizaba con el enemigo.
ESTÁS LEYENDO
Incompetencia / Teenlock AU
FanfictionSherlock estaba aburrido de tener que soportar a sus incompetentes profesores ¿De que servía ir a una escuela normal donde estaba rodeado de ineptos? Es por eso que decide saltarse las clases y estudiar por su cuenta, pero... ¿Donde?