La evidencia...

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A la mañana siguiente John despertó primero, estaba cansado y un tanto adolorido, Sherlock no tenía un buen dormir. Observo con cariño al castaño que aún se removía entre las mantas, no cabía duda en que el menor era lo mejor que le había pasado en mucho tiempo. Acaricio sus despeinados rizos lo cual ocasionó que Sherlock abriera de a poco sus ojos, John depositó un tierno beso en la mejilla del rizado.

-He dormido de maravilla!- Soltó incorporándose el menor, se sentó en la cama y estiró los brazos.

-Yo...también- Sonrió aún acostado, Sherlock se había aferrado a su cuerpo toda la noche, con brazos y piernas.- Mierda! Sherlock tu cuello!- señaló alarmado el mayor, cuando Sherlock bajó sus brazos el pijama aún desabotonado de la parte del cuello, mostró las marcas que había dejado John la noche anterior.

Sherlock abrió mucho los ojos recordando lo que había sucedido y de inmediato los colores se subieron a su rostro, recordó los besos, los roces y toques de John sobre su cuerpo, se estremeció ante los recuerdos. El rubio ya sentado junto al menor abrió un poco más el pijama dejando ver los distintos tonos violáceos de las marcas que había dejado en la pálida piel de Sherlock, se le había pasado la mano...

-Descuida- Dijo el menor con una sonrisa comprensiva, después de todo le había gustado cada cosa que había hecho John con su cuerpo. De pronto recordó la mordida que le había dado al rubio en el hombro. Lo tomó por el pijama y corrió la tela hacia un lado, y ahí estaba, intacta la marca de los dientes del menor sobre la piel de John.- Después de todo yo también fui un salvaje...- Sonrieron, cómplices de sus actos.

-Muero de hambre- Dijo el mayor con un puchero en los labios.

-Vamos a desayunar.- Sherlock se levantó, miró a John mientras se ponía de pie y vio un tanto preocupado las manchas en el pijama, después de todo la ropa de John era de un tono bastante oscuro, se veían a la perfección las manchas de semen "La evidencia" pensó el menor. Buscó  entre su ropa una bata afelpada de color negro y se la tendió al mayor.

-No tengo tanto frío- Mencionó John.

-No es por eso...- Fijó la mirada en el abdomen de John un tanto avergonzado.

-Ohhh ya veo- Dijo John también bastante avergonzado recibiendo la prenda.- Tu.. también deberías cubrirte- Señaló el rubio observando las mismas manchas en el pijama del contrario.

Sherlock sacó otra bata, esta vez de color azul, abrochó los botones del pijama hasta arriba y se puso la prenda encima, aún así algunas marcas de su cuello lograban verse. John estaba muy avergonzado ¿Cómo se supone que miraría a los padres de Sherlock ahora? ¿Cómo lo explicarían?

-¿Por qué no usas bufanda?- Sonrió un poco incómodo el rubio.

-No se lo creerán, John.

-¿Y qué diremos? ¿Qué me caí sobre tu cuello y aproveche de hacerte chupetones?- Sherlock rió divertido ante la preocupación del menor.

-Diremos que me picó un mosquito.

-Las picadas de mosquito no se ven así, Sherlock.

-Luego de una reacción alérgica se ven similares.- Dijo mirando su cuello en un pequeño espejo que tenía en la puerta del clóset.- Además aún están algo Rojas. Vamos a desayunar.- Finalizó tomando la mano del mayor para salir de la habitación.

John se excusó con que tenía ganas de ir al baño para no bajar junto al menor y tener que enfrentar las miradas de los mayores. Sherlock bajó  para luego encaminarse a la cocina, su padre estaba bebiendo café.

-¿Mamá está dormida aún?- Cuestionó  el menor.

-Si, no durmió bien anoche- Ante la atenta mirada de su padre Sherlock se sentó frente a el en la pequeña mesa que estaba en la cocina, donde usualmente desayunaban.- ¿Te picó un mosquito?

Incompetencia / Teenlock AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora