Capitulo 7 🔎

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La chica se metió un golpe en su cabeza al ver el resultado.

Positivo.

<< Calma. De cualquier manera no es muy confiable. >> Se dijo en mente para intentar calmarse. Al imaginarse la situación casi llora.

Alguien tocó a su puerta. Estaba en "su" habitación. Después de varios cambios, ella comenzó a dormir en donde los padres de Shinichi y él en su habitación propia. Ella solía usar las ropas de Yukiko Kudo.

Asustada, escondió el objeto debajo de su almohada.

—¿Estás ahí? — preguntó Shinichi desde el otro lado.

—¡Ah!¡Sí! —exclamó nerviosa.

—¿Quieres ir a desayunar? Aún no tenemos comida.

—¡Sí! ¡Claro! —exclamó positiva. Saliendo lo las rápido y tranquila posible.

Shinichi esperaba ya vestido con una brillante sonrisa. Sus honestos ojos creaban gran culpa en ella. Él había prometido cuidarla, pero era imposible pedirle ayuda en su supuesto caso.

Cuando caminaban por la calle, comenzaron a hablar.

—Oye. —llamó Shinichi con una sonrisa nerviosa. Ella salió de sus pensamientos un poco, esperando distraerse ese día.

—¿Qué? —respondió indiferente. Después de ir a comer tenía que volver al hospital a revisar sus exámenes, todo sería decisivo.

—Un detective sabe cuándo alguien miente. —decía medio orgulloso. —¿Qué te ha dicho el médico ayer? —habló tranquilo.

Ella se detuvo en seco, poniéndose roja.

—Y-yo... —balbucea nerviosa.

Shinichi rió para sonreír de lado.

—¡Bueno! Puedo esperar hasta ir de nuevo.

Ella sonrió intranquila.

—Es... Solo es un pequeño aspecto que prefiero descartar antes de decirlo. —aseguró avergonzada.

—Ya veo. —murmuró comprensivo. —Pero recuerda que puedes confiar en mí.

Sintió sus ánimos bajar de pronto.

—Gracias. —fué lo único que pudo decir.

Saliendo del establecimiento después de desayunar directo al hospital, platicaban. A ella nunca se le esfumaron los nervios.

—...Voy a poner una agencia privada de detectives para ganar dinero. En un tiempo, podré acceder a las cuentas de mis padres, pero primero debo arreglar unas cosas. —hablaba Shinichi mientras caminaban juntos.

—Lastima que no tenía un seguro de mi hogar.

—Lo siento... No pude evitar que sucediera... ¡Ah!¡Pero ahora estamos juntos! ¿No es eso bueno? —decía con inocente sonrisa.

—Shinichi... —lo miró con tristeza pero él no se dió cuenta. No deseaba meterlo en sus problemas.

De pronto, un poco de fatiga. Suspiró agotada.

—Oye Shinichi... —volvió a llamar. —¿Qué era lo que querías decirme ayer...? —preguntó pero un mareo impidió que siguiera. Al ir caminando, casi tropieza, alcanzó a sostenerse del chico.

—¿Eh?¿Estás bien?  —preguntó con mirada confundida, ayudándola a ponerse recta, tomándola de un brazo.

—Me mareé un poco... —dijo extrañada.

Bajo la lluvia. ☘️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora