Capítulo 14 🔎

450 49 8
                                    

Aún en el suelo, Agasa sonrió seguro de sí.

—Pero sabes que aquí falta alguien, Shinichi.

—¡Rum! —exclamó preocupado cuando una bala casi pega a Heiji, quién se vio obligado a soltar al viejo.

La mujer se hizo presente entre ellos, colocándose frente a Agasa, protegiéndolo.

—Ah... —suspiró ella. —Sabía que eras tú, lastima que esa niña siempre quería protegerte, Kudo Shinichi... ¡Ahora tiren sus armas! ¡Están aquí para morir, no para atraparnos!

Cada una de las mujeres recogió sus armas del suelo y ellos se vieron obligados a tirarlas.

—¿No te lo dije, Shinichi? Hagas lo que hagas esa casa junto a esa chica serán víctimas de explosivos. —explicó Agasa.

Shinichi gruño, su cabeza una a velocidades impensables intentando "aparentar" estar en problemas.

—¿Explosivos? —una voz diferente se hizo presente en algún lugar. —¿Para la organización esos eran explosivos? ¡Vaya! ¡Parece que el presupuesto se les acabó, imbéciles!

—¡¿Qué?! ¡¿Quién?! —exclamó Agasa.

—¡Yo! ¡Rye! —exclamó una joven voz, haciéndose presente detrás de todos, sobre un automóvil con su arma. —Quién además ayudo a estos jóvenes a conseguir armas... ¡Y tiene la misión de eliminar a estos asqueroso cuervos de una vez! —disparó, dando en la mano a Rum, quién tiró el arma.

—¡Akai-san! —exclamó Shinichi.

—Les has dado la orden a este niño que no llame a la policía, pero te olvidaste de mí... Así que me tomé la libertad. —dijo al momento que unas sirenas de la policía se escucharon en la cercanía. —¿Crees que somos tan idiotas para permitir que el hogar de una de las personas más importantes de Osaka se vea amenazado?

Akemi vaciló al verle de nuevo.

Los chicos se apresuraron a tomar sus armas de nuevo, una lluvia de balas se hizo presente.

Lograron herir a Akemi y Curacao, mientras Rum se enfrentaba a Akai. Los tenían controlados de nuevo. A diferencia de los chicos, el hombre no tenía miedo de asesinar a alguien, así que después de dejar muy mal herida a Rum, arremetió contra el jefe, tirándole al suelo después de dispararle desde su vehículo.

Múltiples autos de la policía rodearon el lugar y bastantes policías de Osaka e incluso Beika estaban ahí,listos para atacar.

Shinichi suspiro aliviado, mientras lo poco que quedaba de la organización se lamentaba. Sin dejar un momento de vigilarlos, Shinichi se acercó a Agasa.

—¿Por qué...?¿Por qué has hecho todo esto, Agasa?

Aún con dolor, el viejo respondió.

—El poder Shinichi, el poder y la inmortalidad...

Shinichi gruño, tuvo que controlar su odio para no disparle. La policía comenzaba a arrestar a todos, Sherry observaba asustada la escena, ¿Acaso no creyó nunca en el detective?

—Es extraño, Doctor Agasa. Esto es muy poco para la organización.

El viejo habló con dificultad.

—Sin nuestros valiosos miembros no somos nada, Shinichi...

El joven se aparto, dirigiéndole con frialdad a Shiho,caminó a un lado de ella y la observó con gélidos ojos.

—Tú... Será mejor que huyas mientras puedas, idiota. No haré nada por detenerte.

Los ojos de la chica se llenaron de lágrimas, Shinichi le dió la espalda siguiendo su camino, pero no fue como esperaba.

Bajo la lluvia. ☘️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora