The Courtship Of Harry Potter - Diana Williams (dkwilliams)

Capítulo 8.- Comunicaciones

Harry se sentó nerviosamente, hurgando en la comida en su plato. Habían pasado tres semanas desde que había recibido las tarjetas, dos semanas desde que había respondido, y según Seamus, era hora de que sus posibles pretendientes hicieran su próximo movimiento. Seamus había sido impreciso en los detalles, pero El Libro había dicho que el siguiente paso tradicional era una declaración de que el pretendiente tenía la intención de continuar su búsqueda y una solicitud de una reunión privada, en presencia de un acompañante. La idea de una reunión íntima (está bien, semi-íntima) con los dos hombres mayores hizo que el estómago de Harry hiciera cosas divertidas, y no sabía si esperar que ambos hombres hubieran cambiado de opinión, o esperar que no lo hubieran hecho.

Draco Malfoy había estado recibiendo lechuzas desde que comenzó la cena, y cada vez que llegaba una nueva, apuntaba con aire de suficiencia en dirección a Harry. Las emocionadas exclamaciones de la mesa de Slytherin y las miradas expectantes a lo largo de su propia mesa mataron el poco apetito que Harry podría haber tenido. Cuando apareció el postre en la mesa, Harry estaba tan nervioso que cada movimiento en la mesa principal lo hizo saltar.

—Mira esa—Dijo Dean, señalando a una lechuza que acababa de entrar al Salón con un enorme ramo de flores en el pico. Él se rió—Me pregunto quién le envió eso a Malfoy—.

—No creas que son para Malfoy—Dijo Seamus, mirando como la lechuza se dirigía en su dirección—Creo que son para Harry—.

—Eso va en contra de las Reglas—Dijo Hermione, frunciendo el ceño—No hay regalos hasta después de la segunda oferta y la reunión privada—.

La lechuza aterrizó en la mesa frente a Harry y dejó el ramo en su plato—Um, gracias—Dijo Harry, dándole a la lechuza unas cositas de su plato. Recogió las flores y buscó una nota o una tarjeta—No hay nada que diga de quién son—.

—Bueno, definitivamente no son de Snape—Dijo Ron secamente.

Harry volvió a dejar las flores. Hubo un repentino ¡Pop! que los hizo saltar a todos, una nube de humo rojo brillante, y luego un sobre se sentó en lugar del ramo, con una sola rosa roja sobre él. Harry se sonrojó cuando todas las chicas en la mesa suspiraron soñadoramente sobre el gesto romántico, y de mala gana abrió el sobre. Había un solo trozo de papel dentro y lo sacó.

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Harry,

Recibí tu misiva con deleite y humilde gratitud. Tu declaración de que no esperabas recibir tales atenciones me hizo sonreír. ¿Me atrevo a decir que tu modestia te da un gran crédito? Sin embargo, demasiada modestia puede ser un fracaso tan grande como demasiado orgullo, y espero con ansias el día en que me permitas ayudarte a tomar tu lugar en el Mundo Mágico, como una de sus luces brillantes. Perdona mi franqueza si presumo demasiado; tu dulce timidez me pone audaz.

¿Me harías el gran honor de tener una conferencia privada conmigo el sábado por la tarde? La profesora McGonagall nos ha prestado gentilmente el uso de su oficina para la ocasión. Para que no te preocupes que se supere la propiedad, me apresuro a asegurarte que la profesora McGonagall estará presente para acompañar la reunión.

Espero cada hora tu respuesta,

Tu siervo devoto

Maximillian Spindley-Worme

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Harry sintió un poco de náuseas, un sentimiento que no fue ayudado por Dean y Seamus sonriéndole al otro lado de la mesa. Podía sentir que Hermione se acercaba y la oyó preguntar suavemente si estaba bien, y logró asentir. De alguna manera, se había aferrado a la idea de que todo era una broma elaborada, una broma perpetrada por Malfoy e incitada (aunque poco probable) por sus amigos. Sin embargo, la carta era demasiado real. El profesor Spindley-Worme realmente, por imposible que pareciera, lo deseaba, y su propia Jefa de Casa obviamente esperaba que él continuara con estas tradiciones. Y el profesor Snape, ¿también estaba deseando a Harry? ¿O su parte en todo esto había sido simplemente otro intento de humillar a Harry? Después de todo, el profesor aún no le había enviado una segunda oferta, algo que estaba seguro de que Malfoy señalaría con mucha alegría.