El Jardinero

Capitulo 8

Joaquín lloraba en alguna parte del jardín, le habían dolido las palabras de aquella chica pero unas de aquellas eran ciertas, era gay y Emilio le gustaba. Secó sus lágrimas al ver que Emilio se acercaba a él.
-¿Qué pasó Emilio?- preguntó tranquilo.
-¿Podemos hablar?- dijo.
-Claro, sientate.
Emilio se sentó a un lado de él, ninguno de los dos decía nada ya que no sabían cómo dar inicio con esa conversación, el primero decidido en hablar fue Emilio.
-Una disculpa por la actitud de ella, por el hecho de tener dinero cree que puede ser la reina del lugar- dijo Emilio-. Te juro que aveces no la soporto.
-Si no la soportas ¿por qué no terminas con ella?- preguntó Joaquín.
-Por más que quiera no puedo, nuestras familias tienen un trato de que seamos novios hasta que yo cumpla los 18, nos tenemos que casar para que ahora seamos nosotros los herederos.
-Osea que ¿estás con ella no por amor?
-Así parece ser Joaquín, yo no la amo pero no puedo hacer nada para impedirlo porque si terminó con ella mis padres me desheredaran. Pero no me interesa nada de esto, yo soy el único que no se da la vida de lujos, yo soy un chico normal.
Joaquín notó que Emilio comenzó a llorar, en el tiempo que llevaba de conocerlo nunca pensó que él no quisiera llevar una vida tan lujosa y mucho menos que había sido obligado a tener novia. Se acercó un poco a él y pasó un brazo sobre su hombro para darle un abrazo, el cual Emilio aceptó mientras lloraba. Ya un poco más tranquilo Joaquín le regaló una sonrisa y le dijo:
-Emilio, cuando cumplas 18 tú serás libre de hacer tu vida, puede que tu familia te lo quiera impedir pero solo tú eres libre de hacer tu vida y no dejar que otras personas la controlen.
Emilio volteó hacia Joaquín y al ver la confianza que se transmitía a través de sus ojos mostró una gran sonrisa junto con un enorme abrazo, sin duda había encontrado un gran amigo en Joaquín pero en su interior comenzaba a verlo como algo más.
-Gracias Joaquín, tú has sido el único que realmente ha comprendido todo lo que siento- dijo.
-No me agradezcas Emilio, siempre es mejor desahogar todo lo que sientes con un amigo y aquí voy a estar- dijo Joaquín regalándole una sonrisa-. Y ya que estamos en confianza me gustaría contarte algo.
-Dime, yo también te escuchó.
-Bueno, con lo que tu novia dijo sobre si era gay, pues la verdad es que si lo soy. Al principio me costó trabajo aceptarme y cuando por fin lo hice recibí muchas burlas, rechazos, pero a mí no me importaba porque los malos comentarios entran por un lado y salen por el otro. Aunque me dolió por la manera en que lo dijo tu novia me lastimó no me hizo caer porque ahora que te lo conté me siento más libre. ¿Tú no te burlarías de mí ni me correrías?
-Claro que no Joaquín, yo soy una persona de mente abierta y sobretodo porque realmente me escuchaste. Gracias por ser un gran amigo.
Se unieron en un abrazo y se miraron con una sonrisa.
-Oye, ¿tienes algún plan para el sábado?
-No que yo sepa ¿por qué?
-Te quiero invitar a salir con unos amigos para que convivamos un poco más y conozcas nuevos amigos.
-Claro, me encantaría. ¿Puedo invitar a mi hermana.
-Por supuesto- dijo riendo y al momento le entregó el girasol-. Por cierto, esto es para ti, no fue mi intención cortarlo.
-Te la perdono solo porque te quiero y me encantan esas flores.
Joaquín aceptó la flor y ambos rieron.