Capitulo 23

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Maratón 2/4

Más tarde los padres de Emilio ya habían llegado y Juan salió al jardín para ver el trabajo del joven.
-Vaya Joaquín, debo admitir que cada día me impresionas con tu trabajo- dijo Juan poniendo su mano sobre el hombro de Joaquín.
-Gracias señor, es mi trabajo mantener con vida los jardines- dijo Joaquín con orgullo-. Oiga, ya que estamos en confianza quería pedirle que me dejara salir un poco más temprano ya que hoy quiero llevar a mi familia a dar un paseo y después a cenar.
-Claro que si Joaquín, solo dale un ultimo riego a las plantas y podrás irte.
-Gracias señor Osorio.
Juan regresó y una vez que Joaquín lo perdió de vista sacó su celular para mandarle un mensaje a su amor.
Mensaje
J: Hora de ejecutar el plan, tu padre me dejó salir temprano así que me daré prisa en terminar lo que me pidió.
E: Perfecto, ahora les avisaré sobre la “salida con los amigos”, me ducharé, me arreglo y cuando salga de la casa te veo donde acordamos.
J: Estupendo, te veo en un rato amor.
Emilio sonrió al leer ese último mensaje y bajó corriendo a la sala donde se encontraban sus padres.
-Mamá, papá, Textos me invitó a salir al cine con los demás ¿puedo ir?- dijo inventando esa excusa.
-Claro hijo, solo si vas a llegar tarde llevate tus llaves- dijo Juan.
-Si, muchas gracias.
-Oye bebé, a ver qué día nos presentarás a tu nueva enamorada o tendremos que pedirle a Seidy que vuelva a ser tu novia- dijo Niurka.
-Luego se las presentaré, lo prometo.
Fue lo primero que se le ocurrió decir ya que no quería volver a ser pareja de Seidy, aunque sabía en su interior que no sabrían quién era su nuevo amor. Emilio subió rápido a su cuarto para bañarse y al terminar comenzó a arreglarse, en ese momento le había llegado un mensaje.
Mensaje
J: Bebé, he terminado con mi trabajo y ya voy a salir de aquí. Te veo donde acordamos.
E: Si mi niño, en un momento más voy. Te amo.
Ya arreglado, Emilio tomó una mochila donde había guardado algunas cosas y también tomó su estuche donde tenía su guitarra.
-¡Ya me voy!- gritó al salir corriendo hacia su auto.
-¡Con cuidado, que te diviertas!- gritaron sus padres.
Emilio salió de ahí para subir a su auto y dirigirse al lugar donde se vería con Joaquín, el cual no estaba muy lejos, solo lo esperaría a la vuelta de la esquina en aquella cuadra. Se detuvo al verlo y subió al auto.
-¿Sospecharon?- preguntó.
-No, cuando se trata de alguna salida con mis amigos es obvio que me dejan salir.
-Eres un malvado pero así me gustas. Antes de que vayamos a nuestro campo tenemos que hacer una parada en mi casa, tengo que recoger unas cosas y arreglarme un poco.
-Pero si te ves bien Joaquín.
-Si amor pero acabo de trabajar y estoy sudado, que por cierto no te he dicho lo guapo que te ves.
-Gracias. Está bien precioso, solo lo haré porque te amo y me importas.
-Neta ¡te amo!
Le plantó un beso y partieron su rumbo a la casa de Joaquín.

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