Capitulo 17

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Después de esa hermosa mañana Joaquín y Emilio se fueron a la residencia, ambos felices por su noviazgo.
-Oye, ¿y cómo podremos mantener nuestro noviazgo en tu casa?- preguntó Joaquín.
-No te preocupes Joaco, ya tendremos nuestros momentitos a solas, mis padres salen todos los días a su trabajo, mi hermana por lo regular sale con sus amigas y mi hermano es el que se queda más tiempo en casa pero casi siempre está trabajando- dijo Emilio-. Confía en mí.
Cruzaron miradas y se dieron un beso justo al llegar a la residencia, antes de bajar del auto se miraron una última vez.
-¿Seguro que podrás estar sin mí por unas horas?- preguntó Joaquín.
-Será un poco difícil pero cuando te extrañe me asomaré al balcón- dijo Emilio sonriendo.
-Está bien, te veré por ahí. Te amo.
-Yo te amo más.
Bajaron del auto justo al momento que Juan ya iba saliendo hacia su auto.
-Hola chicos- los saludó.
-Buenos días señor Osorio- saludó Joaquín.
-Buenos días Joaquín, oye, estuve pensando y ya que haces un gran trabajo cuidando y limpiando el jardín he decidido que te tomes el sábado y el domingo de descanso para que puedas descansar bien.
-Me parece perfecto, gracias sue... Señor Osorio.
Joaquín se retiró a trabajar, se sintió un poco avergonzado porque estuvo apunto de llamarlo por suegro pero al menos estaba feliz de ser novio de Emilio.
-¿Y cómo te fue con Seidy?- preguntó Juan.
-Bien, solo quise ir a dormir con ella un rato- mintió Emilio-. Y de camino a la casa me encontré a Joaquín y le dí un aventón.
-Eso es bueno hijo, al paso que van Seidy y tú tal vez comencemos a ver los planes de la boda.
-Si papá, lo que tú digas. Voy a practicar un rato con mi guitarra, nos vemos luego.
Emilio subió a su habitación por si guitarra para calmar su enojo por el comentario de su padre y tocar música mientras observaba a Joaquín trabajar. Al llegar a aquella silla donde siempre se sentaba, pero ahora el lugar estaba ocupado por una rosa roja con una pequeña nota que decía: “El amor es la única flor que florece sin la ayuda de las estaciones al igual que mi amor por ti”. Emilio sonreía a Joaquín sabiendo que realmente había encontrado el amor en una persona como Joaquín. Sintió unas manos cubrir sus ojos y al instante su sonrisa se borró al saber quién era.
-Hola amor- dijo aquella chica dándole un beso, el cual el rizado correspondió con mala gana.
-Hola- dijo serio.
-¿Qué pasa? ¿Por qué muy frío?
-No es nada, solo que estoy un poco cansado porque me dormí muy tarde.
-Seguramente por estar pensando en mí, que romántico eres amor. Yo también pienso todas las noches en ti.
-Oye, ¿te late si mañana salimos a cenar? Hay algo que debo decirte.
-Claro que si Emilio.
Seidy comenzaba a hacerse la ilusión de que Emilio probablemente le pediría matrimonio sin saber que el joven estaba decidido a terminar con ella.

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