Capitulo 31

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Últimos capítulos...

-Por favor papá, aceptalo- rogaba Emilio.
-De ahora en adelante saldrás acompañado del guardaespaldas y tendrás límite de tiempo cuando salgas solamente con tus amigos- dijo Juan-. Solo te quiero mantener lejos de Joaquín.
-No me puedes alejar de él ni mucho menos de mi hijo.
-Estoy seguro que lo único que quería era andar contigo por la herencia que te dejaremos.
-Claro que no, ambos nos amamos por amor.
-¡Ya basta jovencito!- dijo Niurka-. Esas serán las órdenes de tu padre y punto. Más te vale que te olvides de Joaquín porque en una semana te casarás con Seidy y no habrá ninguna excusa.
-¡Los odio!
Emilio no pudo resistir y se fue corriendo a su habitación, no pudo contener el llanto en cuanto se tiró en su cama, lo que menos quería era estar alejado de su pareja e hijo.
-¿Podemos hablar Emilio?- preguntó Seidy tocando su puerta.
-Vete Seidy, no quiero hablar con nadie- dijo Emilio entre lágrimas y en ese instante la chica entró-. No te autoricé para que entrarás, vete de aquí.
-Emilio, no vale la pena que llores por ese jardinerito que solo quería encontrar la manera de quitarte tu fortuna, te prometo que yo voy a estar aquí para que puedas olvidarlo.
-¿No vale la pena? ¿Olvidarlo? No pues gracias por tus buenos ánimos cuando ya me alejaron del amor de mi vida y de mi hijo que nacerá sin conocer a su otro papá.
-¡Ese escuincle no es tu hijo porque los únicos hijos que tendrás son conmigo!
-¡No vuelvas a llamar así a mi hijo ni mucho menos que no es mío cuando si lo es! Y claro que no tendremos hijos, mi única familia siempre será Joaquín y el bebé que espera.
-Pues no creo que eso se logre porque en una semana tú y yo al fin nos vamos a casar. Así que es mejor que me vaya porque tengo que ir con mis amigas para escoger mi vestido de novia, nos vemos mañana amor.
Seidy intentó besar a Emilio pero este quitó su rostro para evitarlo. Cuando Seidy salió Emilio lloró aun más tirando cosas que hubiera cerca de él, miró aquella pulsera que Joaquín le regaló y recordando aquella noche que sus cuerpos se volvieron uno solo.
-¿Por qué te tuvieron que alejar de mí mi amor?- decía entre lágrimas y una vez más llamaron a su puerta-. No quiero ver a nadie, vete por favor.
-Soy yo hermano- se escuchó la voz de Kiko-. ¿Puedo pasar?
Emilio no dijo nada, dejó que su hermano entrara y en cuanto lo hizo se lanzó en sus brazos como cuando eran niños, eran esos abrazos que le brindaban apoyo.
-¿Por qué la vida es injusta conmigo separándome de la persona que más amo?
-Tranquilo hermano, aun no es tarde para que te alejen de tu pareja y tu hijo.
-¿Por qué lo dices?
-Esta noche te ayudaré a escapar de casa para que te reúnas con Joaquín y ambos huyan.
-¡¿Qué?! ¡Eso es una locura!
-Sé que lo es pero todo sea para que seas feliz estando a lado de tu familia. Tengo una casa en Veracruz que los dos podrían habitar y hacer su vida sin nadie que traté de separarlos.
Emilio lo pensó un par de veces y finamente asedió, solamente quería estar a lado de su familia.

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